El subsecretario de Atención a Instituciones Políticas y Sociales, Manuel Rodríguez González, consideró que la participación de la sociedad en el cuidado del medio ambiente es de suma importancia, y manifestó que si los ciudadanos reclaman una mejora en sus condiciones de vida, en la salud, en la vivienda, en los servicios públicos, “sería lógico pensar que un mejor ambiente es parte de estas demandas”.
En el marco del “Día mundial de los humedales”, celebrado en los Pantanos de Centla, Rodríguez González, en representación del gobernador Andrés Granier Melo, expresó que la defensa del medio ambiente debería ser una preocupación de toda la sociedad civil.
Se refirió a la reserva mundial de la Biosfera y dijo que se debe tener especial cuidado y preservación de esa reserva tan importante para Tabasco, México y el mundo, “porque al hacerlo estamos contribuyendo a detener el mayor peligro que enfrentamos en este nuevo siglo: el calentamiento global”.
Al disertar la conferencia titulada “Participación ciudadana para el cuidado de los humedales”, el funcionario estatal señaló que en el caso de Tabasco, y específicamente de los Pantanos de Centla, necesitamos involucrar a las comunidades, sobre todo aquellas que habitan en el territorio de los humedales, para que cuiden sus recursos y se empoderen de su entorno natural.
Resumió en cuatro puntos fundamentales la importancia de la colaboración social en la protección del medio ambiente: primero, porque una mayor participación puede llevar a condiciones de mayor equidad, en la medida que involucra a las personas en aspectos esenciales de su vida como los ingresos, la salud, la educación, satisfactores que definitivamente están directamente relacionados con la calidad del ambiente donde viven.
Segundo, agregó, porque la participación permite que los individuos dejen de ser sujetos pasivos de las políticas públicas y se transformen en sujetos de cambio, desarrollando su capacidad de gestión para solucionar problemas.
En el punto tres consideró que la cooperación permite una ampliación de la base de información de los ciudadanos, que se traduce en la posibilidad de adoptar criterios coherentes y compatibles para hacer valoraciones económicas y sociales.
Cuarto, precisó Rodríguez González, la participación entendida como posibilidad de planificación y evaluación ayuda a transformar con eficacia y calidad los problemas específicos de la población, como la defensa del medio ambiente.
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