(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Desmadres juveniles prefabricados (II)
En mi colaboración de ayer jueves 18, comentaba para usted que en mi particular punto de vista, el motín que en fecha pasada armaron unas tres docenas de internos del Centro de Internamiento para Menores Infractores, había sido claramente prefabricado. Incluso le adelantaba un motivo para ello: intimidar a la nueva directora Enedina Juárez Gómez para que aflojara en su intento de imponer una disciplina que hace mucho no se respira en ese centro de presunta rehabilitación juvenil. En todo caso alguien –o “álguienes”, diría mi tía Mica Solano- estarían muy ocupados por torpedear su trabajo. Se juntarían para el caso, agentes diversos:
1.- Padres de familia que no entienden que sus hijos están ahí porque son delincuentes (incipientes, si usted quiere, pero delincuentes finalmente)… 2.- Empleados administrativos pillos que se quedan con las despensas que desde el exterior se envían a cada menor en vías de posible rehabilitación… 3.- Un sindicato (SUTSET) que protege a este tipo de malos empleados… 4.- La división manifiesta entre empleados de la dirección y el personal de vigilancia…
5.- En resumen, una indisciplina que no permite que nadie de los ahí recluidos pueda rehabilitar ni su presente ni su futuro (Producto de toda esta indisciplina ha sido la fuga de ocho chamacos el pasado 8 de febrero y el motín de marras)…Habría que empezar preguntándose: ¿a quién beneficia esta situación?
Creo saberlo pero no tengo aún todos los pelos de la burra en la mano para denunciarlo. Lo que sí se es que el “complotito” que se organizó fue para “advertirle” desde las sombras a la nueva directora que “tenga cuidado” con lo que está haciendo.
Ello endureció varios aspectos. Uno, que ya hay en el Congreso del estado una iniciativa del gobernador Andrés R. Granier, para que la ley sea reformada y no proteja a un delincuente, aunque éste sea menor de edad. Ya no son los tiempos en que un joven nos conmovía. Hoy, se pueden enlistar cientos, miles de casos donde un chamaco de estos te “enfierra” sólo por saber que se siente hacerlo. La ley, sin embargo, debe alcanzar también a los burócratas y empleados públicos que mercantilizan los dividendos y beneficios de todo tipo que se dan en estos centros de presunta rehabilitación.
O, ¿a poco me va a decir usted que los chamacos complotistas reaccionaron sólo porque les quitaron sus ventiladores, televisiones y videocaseteras? No, hay alguien que desde las catacumbas del soterramiento cuyos intereses fueron tocados. Si hay una nueva directora es porque el anterior director, y el anterior a éste, se les perdió la confianza.
No se quita a un director porque está muy feo, se le quita porque ya no garantiza que regenerará a los internos jóvenes para hacerlos mejores ciudadanos. A la hora que la nueva directora llegó a los dormitorios encontró, hasta donde se sabe todo un “Chetumalito dos”: mariguana, levadura, celulares, cigarrillos y todo lo que un mercado clandestino puede proporcionar.
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