Ojo Visor: Jacinto López Cruz / Jun 07

Jacinto López Cruz
(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Jaclop62@hotmail.com

LIBERTAD DE EXPRESION

La develación de la estatua de Salvador José Neme Castillo y el homenaje a Carlos Alberto Madrazo Becerra a 41 años de su lamentable deceso, podría medirse bajo diferentes parámetros, dado que en el primero, sí estuvieron todos los actores políticos previstos que llegarían, mientras que en el segundo, además de que la concurrencia fue menor, pudiera decirse que hasta hubo malos entendidos o se sintió el desprecio hacia el principal organizador, el mismo diputado local, Alfonso Izquierdo Bustamente, ya que ni Roberto Madrazo Pintado, muchos menos Federico Madrazo, hicieron acto de presencia en dicho evento.

Pudiera decirse que la historia sigue reñida entre los Neme y los Madrazo, y que ahora el primero resultó victorioso, ya que en el evento realizado el pasado 28 de mayo en las inmediaciones del parque Tabasco, reunió a gran parte de la clase política tabasqueña, así como a sectores representativos del estado que si bien acudieron a la develación de la estatua, también llegaron con el interés de saludar no solamente a los hermanos Neme ( a quienes ahora les ven brillante futuro político), sino a quien hoy por hoy, es el aspirante a la presidencia de la República por el Partido Revolucionario Institucional, mejor posicionado en las encuestas públicas, el gobernador del Estado de México Enrique Peña Nieto.

Pudiera decirse que la cargada fue hacia donde ven futuro político en el altiplano que de paso puede cuajar en el estado, mientras que en el evento de Carlos Alberto Madrazo Becerra, si bien hubo cierta concurrencia, ni siquiera se igualó en número de personas a la de Neme, además políticamente deslució, porque se anunció con bombo y platillo la llegada del gobernador de Colima que sería el orador oficial, pero un día antes por la noche ya se sabía con certeza que no vendría, que había declinado la invitación para ser orador oficial que le había realizado el legislador local, Alfonso Izquierdo, por lo que se tuvo que improvisar a un joven orador, Héctor Hidalgo, que si bien ha ganado concursos a nivel nacional en la rama de la oratoria, desconoce el significado o la esencia de la política, de allí que ni él mismo haya sabido explicarse que mensaje estaba enviando o en qué sentido iba su alocución, solo hay que revisar lo que improvisó para darse cuenta de su brutal novatez política, pero cuando se improvisan las cosas no salen bien.

Pero lo que le dio la puntilla al evento, es que ni siquiera hizo acto de presencia el ex-gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo Pintado, quien el año pasado sí estuvo presente en el homenaje a su padre, pero que ahora ni se disculpó por no venir, y ni que decir del nieto que aspira a gobernar la entidad, Federico Madrazo, quien tampoco vino al homenaje, lo que en buen castellano quiere decir, que no estuvieron de acuerdo con las decisiones que tomó Alfonso Izquierdo, al hacer las cosas a su antojo, sin consultar, de allí que Roberto haya hecho mutis al evento de su padre, cuando en éste momento era de vital importancia su presencia, para mostrar su respaldo político al gobernador Andrés Granier Melo, quien en compañía del secretario de gobierno, Humberto Mayans, encabezaron el aniversario luctuoso de Carlos Alberto Madrazo Becerra. Los errores en política cuentan, y mucho.

OJITOS

Hoy siete de junio, día en que se celebra la libertad de expresión en nuestro país, El Diario de la Tarde, cuyo director es el colega José Antonio Calcáneo Collado, cumple veinte años de haber salido a la luz pública, constituyéndose en el vespertino de mayor presencia en la entidad, ya que a lo largo de estos años ha logrado su consolidación como uno de los diarios de mayor peso específico entre la ciudadanía.

Un siete de junio de 1990, el proyecto que venía concretando José Antonio Calcáneo Collado, junto con el chelito Caraveo (aunque a la postre se separaron) y un grupo de colaboradores, alcanzó a ver la luz pública y de ahí para adelante, Calcaneo se esforzó en ir consolidando su proyecto periodístico, por lo que a veinte años de distancia puede sentirse satisfecho de los logros obtenidos, porque a pesar de la crisis económica que ha hecho que en otros estados del país hayan cerrado empresas periodísticas, El Diario de la Tarde sigue firme, editándose todos los días, (a excepción del día de descanso), y llegando a los hogares, oficinas, comercios y al público en general, convirtiéndose en una lectura obligada por la clase política de la entidad.

Durante muchos años el esfuerzo de José Antonio Calcaneo Collado para consolidar El Diario de la Tarde, para que tuviera la aceptación que ahora tiene entre el público lector, fue denodado, fue titánico; noches de desvelos, entrega total, incluso, sacrificando a la familia, porque el periodismos para el que no lo entiende se requiere de una entrega completa, de mucho tiempo de dedicación, para concretar, no solamente un patrimonio familiar, sino un medio de comunicación plural, un medio de comunicación que también ha servido de escuela para muchos de los actuales comunicadores que ahora laboran en Tabasco.

A veinte años de distancia conforme se fue consolidando, El Diario de la Tarde también se fue transformando, ya que sus primeras ediciones fueron a cuatro páginas, maquilando y en edificio rentado, posteriormente se adquirió una maquinaria y creció a ocho páginas, hasta llegar 32 páginas con las que actualmente circula, además de sus modernas instalaciones ubicada en la colonia Primero de Mayo.

El Ojo Visor, que en todo está, felicita de manera afectuosa a José Antonio Calcaneo Collado, porque siendo un hombre que proviene de la cultura del esfuerzo, se ha consolidado como un empresario periodístico, que no ha perdido la sencillez, el Don de gente, que no lo ha mareado los triunfos que ha logrado, porque tiene los pies bien puestos sobre la tierra, haciendo periodismo, saliendo incluso a la calle, porque su origen de reportero jamás lo olvida. Hay que descorchar el Champagne, estimado amigo, y brindar por los veinte años de El Diario de la Tarde y que siga cumpliendo más años para informar a la sociedad tabasqueña.

OJITOS
Hoy lunes, siete de junio, se celebra un aniversario más de la libertad de expresión, en nuestro país y en nuestro estado, que si bien es cierto no es patente de Corzo o una exclusividad de los periodistas, porque todos los mexicanos tenemos el derecho constitucional para expresarnos libremente, por la misma cotidianeidad del manejo de la información periodística, el gremio lo ha acogido como su día, propio para celebrar la universalidad de las ideas o sea la libertad de expresión.
Bajo un clima enrarecido por la ola de violencia desatada por la alta delincuencia en todo el país, si bien es cierto que ejercer el periodismo, implicaba cierto riesgo, ahora, por las condiciones actuales que se vive, se ha convertido es el oficio más peligroso que se puede ejercer en todo México, ya que bastaría con revisar las estadísticas de la mayor parte de los países del mundo para darnos cuenta que nuestro país ocupa el primer lugar en asesinatos de comunicadores, y aunque los actos de violencia han provenido de la delincuencia de un tiempo para acá hasta los mandos policiacos o castrenses han amenazado, acosado, encarcelado o golpeado a periodistas con el afán de callar la voz de los que tienen voz, de allí que los periodistas peligran por ambas partes, mientras que la autoridad responsable de dar las garantías para el ejercicio periodístico mantiene un mutis horrible, es más, no han investigado a fondo las muertes de varios comunicadores.

Por cierto, bien merecida la designación como premio estatal de periodismo, de un viejo colega de oficio como lo es, Bartolo Jiménez Méndez, que dignifica la profesión y es un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones de periodistas. Felicidades a todos los colegas periodistas en este día, y ojalá siguen dignificando la noble profesión del periodismo.

P.D. ¿Qué si voy al evento de la libertad de expresión?, preguntaron varios colegas ayer, y fui claro, “no voy, nadie me invitó”. El Ojo Visor, que en todo está, tiene por norma no ir a donde no lo invitan.