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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
La doncella, previamente vendida
Pemex, el negociante que vende como los "chulos" todo lo vendible, trae entre manos dos proyectos, el Delta Grijalva y el Guadalupe-Puerto Ceiba. Obviamente, para hacerlos, necesita violar a nuestra doncella más hermosa: la Reserva de la Biósfera en Centla.
Imagine al padrote ya entrado en años y la núbil muchachita que --aterrada-- sólo espera a que le caiga la mazacúa del desconsiderado violador. Claro, PEMEX tiene la ventaja que es un violador muy rico. Con solo decidirse, "aquellito" será suyo. Pero quiere hacerse pasar por decente. Y para ello ha comprado cómplices.
Tiene de su lado a la madrastra Silvia Whizar, una especie de "Pancha Limongi" regenteando a la Sernapam, a quien los recursos de Tabasco le son intramuscular porque, pequeño-burguesa como es, ni siente ni quiere al estado. Por lo que a ella respecta, Pemex puede despedazar el himen de la reserva de la Biósfera a la hora que se le antoje.
La doncella; sin embargo, tiene defensores de oficio: uno, su novio, Carlos Bautista Jiménez, director de la zona aparentemente protegida, quien con poco peso político, aunque grita y chilla, nadie lo pela. Y el otro, Hugo Ireta, una especie de tío lejano de la chavita, cuyo trabajo --por amor al arte-- es cuidar que su sobrinita siga conservando intacto el himen.
Un poco más allá, PEMEX tendría otros dos defensores de oficio: la diputada Lorena Beaurregard de los Santos y el diputado del PVEM, Paco Bellizzia Rosique. Estos tíos --más lejanos aún que Ireta-- son más o menos el obstáculo. Juran y perjuran que la honra de la chica está a buen recaudo, pero pudieran venir órdenes de arriba.
El reino, por si quiere seguir hablando de crisis, no está en la Quinta Grijalva, ¡está en la quinta chilla! La caja de caudales no tiene ni para comprar mejorales, así que --por necesidad pública-- la doncella de Centla podría venderse al insaciable padrote que es PEMEX.
Pudiera darse el caso que en Centla hubiera una manifestación pública para defender a su doncellita, pero ahí son igual que los de Jalapa: les vale madres que les pasen por encima si alguien les da a ganar para seguir comiendo panuchos con muy poco esfuerzo. En fin.
Los que todavía tenemos rubor; los que queremos que Tabasco sea, a cara de cabrón, el mejor estado de la República, nos resistimos a seguir viendo cómo los propios hijos de esta tierra entregan al conquistador (¿No pasó así con Hernán Cortés a quien regalaron la Malinche?) su riqueza, su petróleo, su gas, su agua.
Así se escribe la historia aquí. Con tal de tener un coche nuevo, muchos venden hasta su madre… Entre ambos, la superficie a explotar sería de unas 270 mil hectáreas. Gran parte de estos planes comerciales sería darle en toda la madre a lo que se conoce como la Reserva de la Biósfera de Centla.
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