ooo
(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Sucesión con civilidad
En estos momentos resulta imposible parar la sucesión gubernamental: ni hay poder local que la pare y, por su parte, ningún aspirante a la candidatura de su partido --sea el PRI o el PRD-- habría de pararla.
La sucesión gubernamental, lo mismo dentro del PRI que del PRD, nadie ni nada la para, y menos aún los aspirantes a una nominación, que desde hace ya varios meses (o años) andan caminando por el estado y tratando de posicionarse ante el electorado tabasqueño.
El dirigente estatal del PRI no la ha podido parar hasta el día de hoy; ni siquiera ha logrado disminuir su creciente intensidad. Aún contra las declaraciones que él ha hecho, sus exhortaciones y excitativas a "respetar" los tiempos electorales, los aspirantes priístas no dejan de caminar ni de promoverse (aunque esto sea entre bajo el agua y el medio perfil). Ahí siguen haciendo su lucha, cada quien a su manera, y claro, sin "disciplinarse".
El hecho de que el gobernador Granier Melo haya conminado a sus funcionarios y a los legisladores priístas, a aquellos de manera expresa y a éstos implícitamente --o a través de quienes en actos oficiales hablaron a nombre de los tres poderes-- a dedicarse a trabajar y a mantener (o construir) la unidad, tampoco ha provocado el efecto deseado por el mandatario. Todos siguen caminando y algunos desde las oficinas gubernamentales.
A los aspirantes perredistas su partido no les ha puesto el alto. A esos el PRD los ha dejado caminar, y desde luego todos éstos están inmersos en la sucesión interna y también en la constitucional.
De que la sucesión está abierta --lo mismo en el estado que en los municipios-- no hay duda; que no habrá nada ni nadie que la cierre o detenga, tampoco podría creerse que lo hubiera. Se abrió con mucha anticipación, cierto, ¿pero qué o quién habría de obligar a los aspirantes, a los partidos políticos, al gobierno mismo, a dejar correr el tiempo y a esperar que llegue el 2012? Habrá que entender que la sucesión en Tabasco ya llegó y que llegó para quedarse, que no hay manera ni de detenerla ni menos atrasarla. Ahora lo que sigue es hacer lo que en casos y circunstancias semejantes deber hacerse, y más todavía en un estado polarizado políticamente como el nuestro, en donde el proceso electoral alcanza visos de guerra civil.
Tendrá que evitarse que esta sucesión llegue a ser como las últimas dos o tres que hemos tenido en Tabasco, que tanto han dividido y conflictuado a los tabasqueños y a los actores políticos; no podemos permitirnos el lujo de profundizar más en nuestras divisiones internas y en nuestras desavenencias.
Tabasco no se merece un escenario de conflicto político y de enfrentamiento ciudadano. Hace falta trabajar en la celebración de un pacto de civilidad política y de unidad estatal y municipal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.