Opinión. Francisco Peralta Burelo / Jun 24

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(Publicado en el Diaro Tabasco Hoy)

¿Combate a la pobreza o compra de votos?

Los fondos contra la pobreza se han desvirtuado; ahora y siempre. Y esto porque se han utilizado, lo mismo por el gobierno federal que por los gobiernos estatales y municipales, para fines diferentes a los que le dieron origen.

Y eso es bien sabido por todos los mexicanos (y desde luego por los propios tabasqueños). El recurso asignado a combatir la pobreza se ha utilizado, lo mismo por la federación que por los gobiernos locales, no para ayudar a los pobres y marginados sino para lucrar con la necesidad humana.

Eso está suficientemente comprobado. Este recurso llega a los pobres, sí, pero no para paliar su pobreza, para ayudarlos a sobrellevar a su difícil sobrevivencia, para que dispongan de lo más indispensable, no, sino para fines totalmente distintos, amorales en el menor de los casos y delincuenciales en la mayoría de ellos.

Se usa para comprar votos, para hacerse de una clientela electoral, para someter al ciudadano (privándolo de su libertad de decidir), para legitimar a los gobernantes en turno, para generar gratitud hacia ellos de parte de los ciudadanos pobres, y para tantas cosas más, ninguna de las cuales teniendo nada que ver con el combate a la pobreza.

Combatir la pobreza es lo que menos importa a quienes operan esos programas federales, por lo que de ninguna manera la combaten. Lo que sí hacen es aprovecharse de la condición de millones de mexicanos --y de miles de tabasqueños, oaxaqueños, chiapanecos, etcétera-- que carecen de lo más necesario para satisfacer sus necesidades, a los que se atiende a condición de que se conviertan en mero artículo electoral.

El “regalo” de vales para entrega de materiales (principalmente de construcción: varillas, arena, grava, tejas de asbesto, etcétera), de pollitos, de cerditos, de vacas, etcétera, bien en tiempos electorales o en cualquier otro momento, no tiene por objeto combatir la pobreza sino aprovecharse de los pobres.

Y eso lo hemos visto aquí en Tabasco durante no una sino varias elecciones, y hoy nos enteramos que tanto los gobiernos estatales como la federación lo están haciendo en cada uno de los estados en donde el próximo cuatro de julio habrán comicios constitucionales. No es nada nuevo, pues.

Ciertamente, como ha hecho notar alguna organización nacional recientemente, hace falta que estos supuestos programas de combate a la pobreza se reglamenten para que no puedan dárseles mal uso lo mismo por la federación que por los estados. No obstante nadie se ha preocupado de ello, quizá porque tanto favorece a unos como a otros en eso de la compra de voto y del clientelismo electoral.

Hay que combatir la pobreza en México. Esa es una prioridad nacional. El recurso Federal que se destine para ese fin para ello únicamente debe de servir y a quien le dé uso diferente debería de aplicársele una severa sanción. Dinero para elecciones no, si para atención de pobres. No obstante no ocurre así en nuestro país y en nuestros estados.

Fcoperalta42@hotmail.com