lunes, 21 de junio de 2010

Opinión: Francisco Peralta Burelo / Jun 21

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(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

4 de julio: fraude y elección de estado

Fcoperalta42@hotmail.com

En la medida en que se acerca más la fecha de las elecciones que se celebrarán en doce estados del país más se incrementa el número de denuncias y de acusaciones de fraude electoral.

Lo mismo en Veracruz que en Oaxaca, en Puebla o Sinaloa, en Zacatecas o Durango, o cualquier otro estado con elecciones el próximo cuatro de julio, se habla más de fraude electoral, de compra de votos, de guerra sucia, de intervención de gobernadores, etcétera.

Salen a la luz pública grabaciones telefónicas (en donde un gobernador instruye a algún subalterno sobre la forma de operar las elección en su estado, de ataques directos en redes sociales de denostaciones en contra de candidatos de uno u otro partido; se sabe de agresiones físicas, etcétera.

Desde luego que se habla de elecciones de estado; de la intervención directa de gobernadores en los procesos locales; del caciquismo estatal que impide que se celebren comicios democráticos y limpios; de votantes que viven en otros lugares y que anticipadamente fueron incluidos dentro del listado nominal de esas entidades; etcétera.

Ese es el ambiente preelectoral que campea en esos doce estados y en el país. El mismo de siempre, aunque quizá ahora un poco más agravado por la intervención directa (y aún abierta) de muchos gobernadores, todos ellos con candidatos a la gubernatura y dispuestos a hacerlos ganar a costa de lo que sea.

Es la consolidación de los caciquismos regionales que han surgido durante el presidencialismo panista, cuando los gobernadores le ponen candidato a su partido y le imponen gobernador a su pueblo, y unos con otros se ayudan --organizando verdaderas elecciones transestatales-- partiendo colectivamente en los procesos internos de los estados (haciendo presencia física y política, metiéndole dinero en efectivo y contribuyendo con el envió de operadores electorales).

En cada entidad --a como pintan las cosas-- solamente habrá elecciones de estado este cuatro de julio (las que desde luego ya se están preparando debidamente --o más bien, indebidamente-- por los gobernadores, y su gobierno y sus operadores electorales con cargo al erario público). La guerra sucia, la compra de votos, la trampa y media, y todo lo que suele estilarse desde hace algún tiempo, presidirá estos comicios locales.

Y es triste que así sea, porque el país en vez de caminar hacia su democratización cada vez se aleja, más de ella, porque elección con elección nuestras entidades solamente se ven elecciones de estado, en donde el pueblo sigue votando pero sin conseguir elegir a sus autoridades, y ni siquiera a los candidatos de su partido, porque a éstos los escoge un grupo de poder y no su militancia.

Este cuatro de julio no podremos esperar elecciones limpias y democráticas en esos doce estados: habría que ser muy ilusos para esperarlo. Preparémonos otra vez para más de los mismos: el fraude y la elección de estado.

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