(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
El Títere
Convertido en un títere por sus hijos, quienes son lo que los que dan órdenes a diestra y siniestra en el ayuntamiento de Cunduacán, el presidente municipal que fue electo por la mayoría de los ciudadanos de ese municipio, Juan Armando Gordillo de Dios, cuya edad fluctúa entre los 80 años, se ha dedicado a vegetar, amén de que es muy probable que padezca la enfermedad del Alzheimer, porque de repente olvidó los compromisos contraídos con muchas personas, pero sobre todo con quienes lo ayudaron en su campaña, al grado que se quedaron fuera de la administración municipal y no se avizora nada nuevo para los habitantes de la Atenas de la Chontalpa.
A un mes y días de haber iniciado su administración municipal, Juan Armando Gordillo de Dios ha caído en un desgaste social prematuro, pues es un secreto a voces en la Atenas de la Chontalpa, que una cosa dice él y otra la que ordena su hijo Ulises Gordillo Presenda, quien se ha convertido en el poder detrás del trono, al grado que la mayoría de los funcionarios municipales que por cierto impuso el vástago incómodo, prefieren obedecer al hijo y no al que realmente fue elegido por la voluntad popular de los cunduacanenses, y es que también ya se comenta que de aquel Juan Armando Gordillo de hace más de 25 ó 30 años en que gobernó por primera vez el municipio, no queda ni las cenizas, por su falta de carácter, por su falta de decisión, pero sobre todo porque ya se le olvidan las cosas al grado que ya se presume que padece la enfermedad del Alzheimer, aunque a ciencia cierta no se sabe si la padece o se hace, pero muchas personas que se han entrevistado con él y que han llegado a un acuerdo, en su siguiente reunión aseguran que ya no se acuerda de lo que dijo la vez anterior. Así, bajo esas inconsistencias mentales del alcalde, el ayuntamiento va directo al abismo, porque alguien que ni siquiera compitió por la presidencia municipal, como es Ulises Gordillo Presenda, es el que ordena, autoriza, que se debe hacer y que no se debe de hacer, al interior de ese ayuntamiento.
Incluso el efímero director de Seguridad Pública Municipal, Miguel Alonso García, que fue de los pocos funcionarios que logró colocar Juan Armando Gordillo de Dios en su gabinete-porque la mayoría de ellos fueron nombrados por su hijo Ulises-, lo tuvo que quitar, porque no reunía el perfil que exigía la Secretaría de Seguridad Pública Nacional, ya que dentro de su ocurrencia o caprichos personales, el alcalde trajo de la comunidad de Pechucalco a éste señor que se dedicaba a atender una tienda de abarrotes; pero no lo dejó desamparado ya que al también agricultor lo nombró asesor de Seguridad Pública.
Aunado a los problemas heredados de la administración anterior, el alcalde Gordillo de Dios tiene serios problemas con el sindicato de burócratas por el despido injustificado de más de 400 empleados, que ni siquiera él los despidió sino que la orden provino de su hijo, Ulises Gordillo Presenda, quien por conducto de Oscar de Dios Vinagre, director de Recursos Humanos del Ayuntamiento, que resulta que es primo de la mujer de Ulises, ha ejecutado los despidos injustificados que le traerán serios dolores de cabeza a Juan Armando. Además, Oscar de Dios ya ocupó la misma cartera durante la administración del químico Burelo, por lo que es entendible que llegó al desquite y ha puesto su dosis de rencor para correr a trabajadores que en el pasado los despreciaron y de ladrones no los bajaron.
La mayoría de los directores del ayuntamiento de Cunduacán fueron impuestos por Ulises Gordillo Presenda, quien desde el rancho de su padre en la ranchería Huapacal, primera sección les da órdenes, les dice que hacer y qué no hacer, si su padre da instrucciones y no creen que sean las correctas él ordena realizar otras cosas, le sigue de cerca los pasos de su padre porque ha comentado en cortito que el alcalde ya no puede tomar decisiones propias, que muchas veces chanflea, y esto puede traer serias repercusiones para el manejo de la administración municipal, porque finalmente, quien tenga que rendirle cuentas claras al Congreso del estado y a la misma población, ni será el poder detrás del trono (Ulises de Dios Presenda), sino el propio alcalde Juan Armando Gordillo de Dios. El director de Desarrollo, Hernán Pérez Soto; Obras Públicas, Homero Yañez Ruiz; Fomento Económico, Arturo Castillo Angles; Administración, Esequiel Montuy; Programación y Presupuesto, Alfredo Chablé Peralta; secretario del Ayuntamiento, Jesús Inocente Chablé Alejandro; directora de Atención a la Mujer, Aurora Campos de la Fuente, fueron entre otros funcionarios, impuestos por Ulises Gordillo, quien hasta se dio el lujo de traer de Guadajalara a Florentino Martínez Durán para que se hiciera cargo de la Dirección de Finanzas, lo que en otros tiempos ha representado un agravio para quienes participan en campaña y esperan una retribución al esfuerzo realizado.
Pero si Ulises es el poder detrás del trono su hermana Diana Gordillo Presenda, también ejerce el poder en el DIF municipal, ya que no teniendo ninguna cartera, pero ante la imposibilidad de su madre Rosa Aurora Presenda para atender el cargo, ordena, dispone y da el visto bueno sobre lo que se tiene que hacer, desplazando a la directora, Claudia Alonso Palma. Y como ante la falta de decisiones del alcalde Gordillo de Dios, la anarquía ha sentado sus reales en ese ayuntamiento, en el área de comunicación, quien desde afuera de la comuna opera es Lidia Hijonosa, porque estando su padre en la Contraloría, el empresario cervecero Ricardo Hinojosa Martínez, ella no podía estar en ese cargo, pero envió a su “chalán” y fotógrafo, Hipólito López Gómez, aunque después llegó el reportero Andrés Juárez, impulsado por un sector del PRD, y últimamente, Carlos Morales, quien se dice es el encargado de esa área, aunque entre todos no hacen más que meterse zancadillazos para que salgan corridos, importándoles poco la imagen del mismo alcalde. Así, a groso modo, no se augura un buen futuro para la Atenas de la Chontalpa, mucho menos para don Juan Armando Gordillo de Dios, que entre sus lagunas mentales permite que sus hijos gobiernen a sus anchas, propiciando una grave anarquía.
OJITOS
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, José Carlos Ocaña Becerra, hizo un enérgico llamado a los legisladores federales y locales a no distraer su atención en ambiciones personales o de grupo, asumiendo la petición que en días pasados pronunciará el gobernador del estado, Andrés Rafael Granier Melo, en el mismo sentido, durante la asamblea estatal del consejo político del Partido Revolucionario Institucional.
Al fungir como orador oficial en el evento donde se rememoró el 97 aniversario de la Marcha de la Lealtad, Ocaña Becerra dijo que los diputados integrantes de la 60 legislatura local están obligados a realizar un trabajo ético, transparente y responsable, de acuerdo con sus principios, de cara al pueblo, con plena disposición para dialogar para lograr consensos y llegar a acuerdos que permitan avanzar en el desarrollo del estado.
Dejó en claro que la división de poderes no les impide a los legisladores destacar el esfuerzo y el trabajo que ha venido desarrollando el gobernador Andrés Granier, ante momentos críticos y adversos que se han vivido en la entidad, por lo que hizo un público reconocimiento al gobernador por su liderazgo, que le ha permitido sortear enormes dificultades, aunque reconoció que quedan muchos retos por delante, y ya que la gobernabilidad de un estado no depende de un solo hombre o una sola institución, por lo que llamó a los legisladores federales y locales a sumarse en torno al mandatario estatal para sacar adelante a Tabasco, dejando de lado ambiciones personales o de grupos. Más claro, ni el agua.
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