No mames, ya hay “Gatorade”
Hoy decepcionaré a muchos que se dicen mis lectores. No segregaré para ellos la infaltable adrenalina que luego vierto. Toda la culpa la tiene el día de ayer, domingo, al que dediqué muchas horas de lectura.
Quisiera presumir también que reflexioné, pero eso me pondría en las pérfidas garras (ay mojo, gata) de Rosario Canabal, que con toda razón me hablaría para decirme, "¡Ay, no mames que ya hay 'Gatorade' !" (En mis tiempos de secundaria se aludía a los “Jarritos”, refresco embotellado que era la moda entre la chamacada).
Bien, quizá lo más destacado de la información que asimilé, fue un video sobre el cautiverio al que fue sometida la senadora y aspirante a la presidencia de la República de Colombia en las postrimerías del pasado siglo, Ingrid Betancourt. Todo ser humano, le aseguro que reflexionaría, con el ejemplo de la señora, sobre lo frágil que es la existencia.
Entresaqué algunos conceptos que de manera muy austera comentaré hoy en este espacio sobre lo que es la selva. No digo que la tabasqueña porque esa selva fue arrasada por el primer –y quizá único- depredador que tuvo el estado, don Policarpo Valenzuela, quien se echó encima de la jungla choca, campechana y chiapaneca hasta acabar con ella.
Una vez comentando sobre el efecto maligno que ésta (la selva) tenía en mis emociones personales, mi amiga en lo personal, la pintora Berta Ferrer, me apostrofaba, palabras más, palabras menos: “La selva no destruye, nutre tu interior, te hace ser más creativo”.
Ayer domingo, las palabras de Ingrid Betancourt me hacen ripostarle a Berta: “Te equivocaste, amiga, a Ingrid la selva le dio lecciones muy crueles de sobrevivencia”…
“La piel humana, reza Betancourt, tu piel, deja de ser la defensa más eficiente que tienes y conoces en toda su terrible majestad lo peor del ser humano, ese al que la selva transforma hasta hacerlo implacable perseguidor de su propio hermano, el hombre (...) Ahí entiendes que la sed de poder y la ganancia rebasan salvajemente al servicio y la donación”…
Usted –buscador de emociones fuertes y comentarios léperos sobre los políticos tabasqueños- entenderá por qué hoy esta columneja no comenta ningún boletín de prensa.
Usted dispense y… Abur…
»NOTA BENE: En próximos días, si antes alguien no compra mi conciencia, trataré de escribir algunas líneas sobre una cofradía innombrable: la que integran los llamados asesores, secretarios privados, secretarios particulares y los aviadores. Consumen mucho del efectivo que esta tierra necesita para su desarrollo… SI USTED lo suma a la lista de ratas que se dan gusto disponiendo irresponsablemente del erario, observará por qué en Tabasco necesitamos que acuda Dios para hacernos un milagro. No es fácil el tema, sin embargo lo intentaré…NOTA BENE DOS: La conciencia se puede comprar fácil. Los soldados rusos fueron entrenados para soportar los peores rigores en los lodazales helados de Siberia comiendo caca. Sobrevivieron a todo y en medio de todo hasta que los gringos los compraron con una Coca-Cola y un chocolate…
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