La Columna: Luis García / Jun 07

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(Publicado en el Diario Avance Tabasco)

SI TENEMOS ALGO QUE CELEBRAR

Hoy en nuestro país se celebra el Día de la Libertad de Expresión instaurada en 1951 por instrucciones del entonces presidente de México, Miguel Alemán Valdés, luego de que un grupo de dueños de medios de comunicación decidieron organizar un evento para agradecer al mandatario por todo el apoyo dado en ese momento a la industria.

Pese a que existen muchos que están en contra de esta celebración y que otros prefieren que se celebra el tres de mayo, entre ellos el que esto escribe, tengo que decir que no es el día realmente lo que importa, sino el hecho mismo de poder tener un día especial para que todos los miembros del gremio periodístico se puedan reunir o celebrar.

Como también tienen su día, los médicos, los odontólogos, los ingenieros, los maestros, los marinos o los militares. La pregunta sería por qué no entonces los periodistas pueden tener su propia celebración. Bueno y si por costumbre tenemos el siete de junio para celebrarlo, pues continuar haciéndolo no es ningún delito, sino por el contrario debe ser una forma para poder estar juntos y convivir.

Que nunca podrán estar juntos en su totalidad, porque hay muchas diferencias y existen las vedettes del periodismo, los sencillitos al estilo argentino, los oficialistas o los perredistas. Los que sienten que son reporteros honestos y no se pueden juntar con los otros, los que se dicen periodistas al cien por ciento.

Eso no es motivo para no celebrarlo, cada quien con quienes tienen algo en común, por ello este días existen varias celebraciones, algunos de manera ostentosa, otros de forma sencilla, pero al final, se vale que el hecho mismo sea recordar que existe un libertad de expresión en Tabasco y que se celebra de manera distinta.

¿Qué hay periódicos, estaciones de radio o televisión que están en bandos contrarios?, eso no importa, lo importante es que el fin sea el mismo, informar. Por ello vale la pena recordar una de las frases del periodista Manuel Buendía, cuando señala que: “ En realidad, nada nos acerca más al ridículo que pavonearnos con la idea de que ya lo sabemos todo y que nada ni nadie nos puede enseñar algo nuevo, interesante y útil para hacernos mejores practicantes de un oficio. Ni siquiera en el último día de su vida, un verdadero periodista puede considerar que llegó a la cumbre de la sabiduría y la destreza. Por ello hoy que podemos discutir y platicar sobre el sentido de nuestra profesión, aunque muchos sigan calificándolo como un oficio, es necesario coincidir en el hecho de que para lograr ser mejores tenemos que aprender a escuchar, observar, analizar y luego escribir. Escribir de acuerdo a nuestra ideología y forma de pensar, pero siempre pensando que existen personas que nos quieren leer, escuchar y ver. Decir que sólo hay lectores para un solo periódico o radioescuchas para tal programa es demasiado arriesgado, pues existen diversos tipos de públicos y es ahí donde se encuentra el sentido mismo de la pluralidad a la que hoy nos enfrentamos.

Por ello en este días es bueno recordar a los grandes pensadores del periodismo nacional, y anoto del libro “Libertad y demagogia” del tabasqueño Félix Fulgencio Palavicini encontrado por nuestro amigo Kristian Cerino en uno de esas librerías de ocasión del DF, y el cual me obsequió, el siguiente párrafo: “En un espiritual discurso pronunciado hace pocos días en París, por el Ministro de Colombia, dijo que en su país se consideraba verídico el refrán, de que con la pluma, solamente se enriquece el dueño de gallineros. La verdad es que con la pluma puede conquistarse más fácilmente algo, que el dinero logra rara vez, la inmortalidad”.

El documento es de 1938 publicado por Ediciones Botas… Por hoy es todo, nos leemos el miércoles. Por cierto la presentación del libro “Mi vida son mis amigos: Una historia de los noticiarios en México” de Teodoro Rentería Arróyave será presentado el próximo nueve en el espacio abierto del Palacio Municipal de Centro. A las seis de la tarde. No falte…