Ojo Visor: Jacinto López Cruz / Columna / Jul 19

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Jaclop62@hotmail.com

LAS ALIANZAS

La encuesta realizada por la empresa Beltrán y Asociados que ayer fue publicada en un medio de comunicación estatal donde prácticamente existe un empate técnico entre los Partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, es un aviso a tiempo de que cualquiera de esos institutos políticos que se divida o fracture perderá las elecciones constitucionales para gobernador en 2012.

Y bajo esa circunstancia del empate técnico entre las dos principales fuerzas políticas, es aquí donde cobra relevancia la alianza con otros partidos políticos con menor presencia en la entidad, que sumados entre todos pueden desempatar, dándole el triunfo electoral a los tricolores o amarillos, pero también dependerá en gran medida de quien vaya a ser el candidato que postulen ambos institutos.

Si las elecciones constitucionales fueran hoy, a pesar de la encuesta dada a conocer, sería difícil predecir cuál de los dos partidos políticos se alzaría con el triunfo electoral, si tomamos en cuenta que están pasando por un momento difícil, de división interna, y mientras las cosas no se aclaren o se arreglen hacia la ciudadanía están mandando un mensaje de zozobra e intranquilidad que deberá ser solucionado a la brevedad, sobre todo por el PRI que en todo caso está obligado a retener la gubernatura, porque si la pierden es casi seguro que se inicie una persecución en contra de los actuales funcionarios, entonces tienen más que perder, mientras que el PRD llevaría todas las de ganar.

A los principales actores políticos de ambos partidos les queda muy claro que para ganar la gubernatura en el 2012, tiene que haber unidad, cohesión y acuerdos políticos, que en este momento no lo tienen. Por una parte, el PRI se cimbró en toda su estructura con el posicionamiento que el pasado lunes 11 de julio dio a conocer públicamente el ex-secretario de gobierno, Humberto Mayans Canabal, lo que mantiene la zozobra e intranquilidad entre la militancia porque no ven señales claras de recomposición, aunque saben que esto se tienen que solucionar a la brevedad posible, porque a los que menos les conviene una ruptura institucional en éste momento es al tricolor. Casi en idénticas circunstancias se encuentra el PRD, atravesando un grave momento de división interna como producto de la falta de acuerdos para que Javier May Rodríguez permaneciera hasta el mes de noviembre en el cargo.

El grupo de los duros que precisamente encabeza Javier May que creían que tenían como coto de poder a la propia dirigencia estatal, prácticamente ya les fue arrebatada de las manos por los grupos de Juan Manuel Fócil y de Auldárico Hernández Gerónimo, quienes en este momento tienen el poder de decisión para nombrar al nuevo dirigente estatal y con ello intentar una recomposición interna que está difícil de lograr, pero ellos sabrán si la beben o la derraman, porque la división los llevará al fracaso, aunque hay voces al interior de ese mismo partido que han advertido que precisamente hay militantes de adentro que perdiendo ese partido las elecciones constitucionales de 2012, ellos ganan.

En los próximos días el dirigente estatal del PRI, deberá iniciar una serie de reuniones con quienes aspiran a ser candidatos a la gubernatura de Tabasco, para buscar puntos de acuerdos que le permitan mantener la cohesión interior, porque ellos más que nadie saben, que es de vital importancia que todas las corrientes internas o grupos se reacomoden para llegar unidos a las elecciones constitucionales de 2012, ante un engallado, pero dividido PRD, que lanza mensajes a la sociedad tabasqueña de que ellos son mejores que los otros y que por lo tanto merecen una oportunidad para gobernar el estado.

En la lucha por la sucesión gubernamental, si nos atenemos a que prácticamente hay un empate técnico entre el PRI y el PRD, los partidos pequeños estarían jugando un papel crucial para decidir quién será el ganador, por lo tanto el PAN, PVEM, Panal y PT, que son los que tienen legisladores en el Congreso podrían comenzar a ofertar la alianza electoral como fiel de la balanza y allí es donde se verá quien es quien en el convencimiento electoral.

De entrada, a más de un año de que inicie el proceso electoral para elegir gobernador del estado, diputados locales y presidentes municipales, esto si la homologación no se realiza, aunque hay voces que dicen que está cocinado y que en los primeros días del mes de agosto se aprobará, es casi imposible que se realice una alianza electoral entre el Partido de la Revolución Democrática y el Partido Acción Nacional que es la tercera fuerza electoral en el estado, y digo que es casi imposible por la actitud terca, obcecada e intransigente del ex-candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, quien se ha opuesto de manera determinante a una alianza entre el PRD y PAN en Tabasco, porque aduce que solitos son capaces de ganar.

Mientras que el Senador de la República, Arturo Núñez Jiménez y el ex-diputado federal, Gerardo Priego Tapia (ambos aspirantes a la gubernatura por el PRD y PAN), abonan para una posible alianza electoral en el estado, eso no será posible mientras no convenzan a López Obrador, de tal suerte que los priistas, por ese lado, pueden respirar un poco más tranquilo, porque no habrá alianza entre esos partidos antagónicos en ideologías, que de llegar a concretarse si podría darse la alternancia en el poder que tanto añoran los perredistas porque están deseosos de cobrar viejas afrentas a quienes ahora detentan el poder.

Pero si en el PRD y PAN se ve casi como imposible que exista una alianza legal, aunque de facto si la puede haber, en ese aspecto al PRI se le abona el camino para que pueda llegar a acuerdos con el PVEM, Panal y hasta Convergencia para ir en una alianza electoral por la gubernatura, tal como lo han hecho en otros estados de la República.

En el pasado el Partido Revolucionario Institucional ha suscrito alianzas con el Panal y el PVEM, por lo que no es remoto que para las elecciones constitucionales de 2012, logren llegar a acuerdos concretos con los dirigentes d esos partidos políticos que actualmente tienen diputados en el Congreso local y por lo tanto también tienen su fuerza electoral.

De concretarse ese tipo de acuerdos (la alianza), también se abre la posibilidad de que el ex-secretario de gobierno, Humberto Mayans Canabal retorne por la puerta grande y se convierta en el candidato a la gubernatura por una alianza para así acabar de tajo con esas discrepancias que mantienen algunos militantes priistas en el sentido de que no puede ser candidato por el PRI a algún cargo de elección popular porque no reúne los cinco años de militancia que marcan los estatutos.

Los malquerientes de Humberto Mayans dieron por hecho, después de sus declaraciones de que ya no participaría en la elección interna del PRI, de que está muerto políticamente, y sacaron sus hachas de guerra para intentarlo exterminarlo, sin darse cuenta que se exhibieron solitos en su brutal deslealtad y en sus ansías acomodaticias, porque si hay alguien que en este momento se ha convertido en factor de unión o de división al interior del PRI es precisamente el ex-secretario de gobierno, y por lo tanto tiene trompo vivo en las elecciones constitucionales de 2012, porque es un hombre de lealtades que mantiene vigente e intacta su amistad con el gobernador Andrés Granier, por lo tanto quienes se han ido con la finta de que está aniquilado, pronto se llevarán una menuda sorpresa.

Tanto en el PRI como en el PRD les ha quedado bien claro que el factor de unidad más las alianzas que logren establecer rumbo a las elecciones constitucionales de 2012, será un factor decisivo para retener el poder o para que de plano llegue la alternancia. Cualquier error de apreciación que se cometa de aquí hasta que legalmente inicie el proceso electoral en el estado, incidirá de manera directa en las urnas y con ello se sabrá si hay continuidad priista o el estado se viste de amarillo.

Es claro que los priistas que tienen en sus manos el poder de decisión no son suicidas, que no están dispuestos a entregarle el poder a los amarillos en el 2012, porque conocen a la perfección que luego vendrían los ajustes de cuenta, de tal manera que es probable que en ésta misma semana los tricolores inicien el proceso de recomposición interna y comiencen a mandar señales de tranquilidad a la militancia priistas que se mantiene a la expectativa de lo que pasa en las altas esferas.

Es más seguro que los tricolores logren salvar las diferencias que viven al interior para cohesionarse, porque en los amarillos convertidos en caníbales es menos probable esa unión que les permita ganar, por eso hay perredistas de buen nivel que apuestan a que los priistas se despedacen para que pasen a engrosar sus filas y con ello tener el triunfo asegurado. La cuenta regresiva para la recomposición interna ha iniciado.