sábado, 16 de julio de 2011

Doble Filo: Homero T. Calderón / Columna / Jul 16

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Facundo y Chucho de Dios

Ambos murieron casi a la misma edad. Facundo a los 74 y Chucho a los 73. Cabral cayó abatido por las balas de un sicario y Chucho de Dios, aunque en los hechos siempre fue considerado como Chucho del diablo, murió de un infarto. Cabral murió en Guatemala y De Dios en ciudad de México.

La única vez que escuché en vivo a Facundo fue a principios de 1977 en el Club de Artesanos de Coatzacoalcos. Acompañado de un guitarrista zurdo, ante unos doscientos seguidores entre los cuales se encontraba el que esto escribe, Facundo rompió el silencio de esa noche porteña con su clásico "Ni soy de aquí ni soy de allá".

"Me gusta el vino tanto como las flores Y los amantes pero no los señores, Me encanta ser amigo de los ladrones Y las canciones en francés"… En el Coatzacoalcos de aquella época convivimos miles de seres sedientos de fortuna.

Era la época de la ampliación del complejo Pajaritos y la creación del complejo Cangrejera, donde había un equipo de futbol –los famosos "Brujas"- que albergaba a veteranos ex futbolistas profesionales, entre los que destacaba un durísimo defensa central, Víctor Alí Ross, que no dejaba pasar ni el aire.

Escuchamos cantar a Facundo Cabral durante unas dos horas con un pequeño intermedio donde se repartió a la concurrencia unas deliciosas cubas con Bacardí, que nos supieron a gloria y contrarrestaron el perrísimo bochorno de esa noche. Ah, cuantos recuerdos de esa noche en el antiguo Puerto México.

"Me gusta estar tirado siempre en la arena Y en bicicleta perseguir a Manuela, Con todo el tiempo para ver las estrellas Con la María en el trigal"… ¿A que nos invitaba Cabral? A disfrutar la vida, a vivirla. "Con todo el tiempo para ver las estrellas y echar la hueva en la arena de Playa Norte en aquel legendario Coatzacoalcos.

Un tango argentino que entonaba el "Zorzal criollo", Carlitos Gardel, dice en su letra: "Silencio en la noche/ ya todo está en calma;/ el músculo duerme/ la ambición trabaja".

Es cierto. Mientras se despedía de su público para irse a Quezaltenango, la ambció trabajaba y lo acechcaba para abatirlo a tiros. Los que amamos su música, su actitud franca y hermosa ante la vida, lo llevaremos presente en cada verso suyo que compuso durante toda una vida rica y profunda, donde el sentimiento humano fue su principal vaso comunicante… JESÚS EZEQUIEL DE DIOS Ayer viernes 15, cuatro iconoclastas cronistas de la cultura criolla de Tabasco, conmemoraron los primeros veinte años de que se fue a regiones desconocidas el queridísimo "brodie", Jesús Ezequiel de Dios: Jorge Priego Martínez, Geney Torruco Sarabia, Vicente Gómez Montero y su hija Citlallin de Dios Calles.

No estoy muy de acuerdo con los calificativos que se le impusieron a Chucho (escritor y periodista) porque no le hacen justicia. Chucho fue mucho más que eso. Fue un cronista universal y exacto. Sus recuerdos del Tabasco garridista los transmitía con memoria fotográfica. Su prosa es tan atractiva que en mucho se parece a las crónicas que sobre la conquista de México hizo Bernal Díaz del Castillo.

Gran parte de la historia de Tabasco la aprendí de él –en mi calidad de "extranjero del norte"- gracias a sus libros sabrosamente escritos. "José de los Santos", por ejemplo, nos narraba callejuela por callejuela, piedra por piedra y teja por teja de la Villahermosa de ese tiempo. Pero más sabrosas fueron sus anécdotas personales. Aún recuerdo aquella cuando la UJAT pretendía darle un doctorado Honoris Causa a don Leandro Rovirosa.

Si ustedes lo recuerdan, Chucho Ezequiel de Dios apenas llegaba a determinado recinto, empezaba a roncar. Pero dejaba guardado en el evento su magnífico oído. A la hora que el maestro de ceremonias empezó a tratar de convencer a su público de la necesidad de otorgarle tan honrosa distinción a uno de nuestros mejores hombres de gobierno, Chucho despertó de su más profundo sueño para aclararle al que proponía: "¿Pero como se te ocurre darle un doctorado al ingeniero si la UJAT ni siquiera tiene maestrías?" La carcajada fue general. Así lo conocimos y disfrutamos de su vida generosa. En esta hora que Tabasco anda en la "pendeja", cómo hubiéramos querido que estuviera Chucho para exhibir a nuestros "bandejitos". De todos modos, Tabasco aún le debe muchos homenajes a este hombre profundamente humano e inteligente…

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