(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
* erwinmacario@hotmail.com
Lecturas previas a la guerra
Muchas veces las órdenes del general,
mal entendidas o mal interpretadas han
causado la derrota de su ejército, y es
preciso que durante la acción sean claras
y precisas. Nicolás Maquiavelo /El arte
de la guerra.
El impasse en que se encuentra la sucesión tabasqueña —al menos en el PRI—, con dos de los principales aspirantes de vacaciones (Gina Trujillo y Humberto Mayans) y atorada la reforma electoral para igualar las fechas de las votaciones federal y estatal, da lugar a la lectura, literalmente hablando.
Así, el gran estadista y escritor italiano Niccollò Machiavelli es lectura obligada, no sólo en El Príncipe, sino en otra de sus obras —Dell´ arte della guerra— que escribió entre 1516 y 1520 y se publicó en 1521.
Más obligada para los políticos cuando un pronunciamiento de Humberto Mayans ha creado confusión, malos entendidos, interpretaciones interesadas y ha desatado los demonios del pasado.
Si bien el florentino autor, también, de Discorsi sopra la prima deca de Tito Livio
—que son reflexiones a favor de un gobierno republicano y democrático— advierte que las órdenes de un general deben ser claras y precisas para no ser mal entendidas o mal interpretadas, debe comprenderse que las circunstancias de Tabasco requieren de una mayor comprensión por parte de los seguidores de los actores políticos.
También es una verdad lo que dice Maquiavelo acerca de que las órdenes “si se dan con la trompeta los toques, deben ser tan distintos unos de otros , que no se puedan confundir; y si de viva voz, se evitará emplear frases de sentido general que se presten a erróneas interpretaciones, expresando con las palabras más propias ideas concretas”.
Para el también autor de Cómo hay que tratar a los pueblos del valle de Chiana sublevados, “muchas veces decir: atrás, atrás, ha sido bastante para desorganizar un ejército. No se debe, por tanto, emplear esta palabra, sino la de retírense”.
Y agrega: “si quieres cambiar el frente por el flanco o la retaguardia, no decir vuélvanse, sino a la izquierda, a la derecha, por retaguardia, por el frente. De igual modo las demás órdenes han de ser sencillas y precisas, como: estrechen filas, quietos, firmes, adelante, vuelta a la derecha, vuelta a la izquierda, mandando de viva voz cuanto sea posible, y lo demás con la trompeta”.
Sucede que los mensajes, las señales, las voces políticas en Tabasco han confundido. Hay quienes piensan que hay abandono del campo en algún caso, retiro de un aspirante, en donde lo que sucede es cambio de estrategia. Tal vez, así es la política como la guerra, las palabras no fueron tan precisas.
Lo cierto es que, como alguien dijera, el asunto se pone bien porque está mal.
Que para algunos es fácil pescar en río revuelto y no desaprovecharán la oportunidad de llevar votos a su molino electoral, a sus deseos de salir avante en esta sucesión.
En fin, queda por ahí Maquiavelo para recordar otra lectura, la del Diario de Bucaramanga, vida pública y privada de Simón Bolívar, que me ha recordado, al referirse a su biografía y su final de vida, el comentarista político de moda, Pedro Reséndez:
"Dígame usted, continuó el Libertador, creo que Napoleón se quejaba mucho de no haber sido ayudado por los de su familia a quienes había colocado sobre varios tronos de Europa".
—Sí, señor, particularmente de su hermano Luis, rey de Holanda, y de Murat, rey de Napoles— "Yo no he colocado, dijo, casi ningún pariente en los altos destinos de la República; pero vea usted cómo he sido ayudado también por los que los han desempeñado. Vea usted la conducta de Santander en Bogotá, durante mi ausencia; la de Paez en Venezuela; la de Bermúdez en Maturín; la de Arismendi en Caracas; la de Mariño entonces y en todos los tiempos; la de Padilla en Cartagena, y se convencer usted que todos ellos ocupando los primeros destinos de Colombia, han contrariado mi marcha, han impedido la organización del país, han sembrado la discordia, fomentado partidos, perdido la moral pública e insubordinado el ejército.
“Ellos, pues, con grados de diferencia, son los únicos autores de los males de la patria, de la disolución de que esta la República y de la desastrosa anarquía que se está preparando. Si por lo contrario, todos ellos, y los movidos por sus influencias, hubieran caminado en unión conmigo, de acuerdo y de buena fe, la República, su gobierno y sus instituciones, estarían sentados sobre una roca, y, nada podría, no digo derribarlos. ni siquiera hacerlos bambolear. Los pueblos serían libres y felices, porque con la tranquilidad interior y la confianza, todo habría progresado, hasta la ilustración, y con ella el liberalismo y la verdadera libertad. Napoleón, pues, mi amigo, no es el solo que haya tenido que quejarse de aquellos a quienes había dado su confianza”.
Este texto dedicado a mi Lupita Anahí, en su cumpleaños.
LADO CLARO
Yo, así como él, no he podido hacerlo todo solo, lo que organizaba lo desbarataban otros; lo que componía, otros volvían a descomponerlo. Si acaso pensaba en hacer un cambio, al momento se me presentaba la certidumbre de que el remedio sería peor que el mal. Tal ha sido y es mi situación: Diario de Bucaramanga
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.