Publicado en Grupo Fórmula / 15 de Diciembre, 2012
Jesús Galindo Trejo, arquiastrónomo, del Instituto de
Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirma
de manera categórica que el 21 de diciembre de este año será un día como
cualquier otro, por lo que no hay motivos para alarmas, ni pánicos.
México.- El próximo 21 de diciembre no se acaba
el mundo las supuestas profecías mayas del fin del mundo son totalmente falsas,
aseguran investigadores y estudiosos de los calendarios de la civilización
Maya.
Jesús Galindo Trejo, arquiastrónomo, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirma de manera categórica que el 21 de diciembre de este año será un día como cualquier otro, por lo que no hay motivos para alarmas, ni pánicos.
"Esto de las predicciones mayas es el resultado de aseveraciones que no están basadas ni en la cultura Maya propiamente ni en la ciencia, en particular de la astronomía. Los especialistas de la cultura Maya no han localizado ningún documento, ningún testimonio que hable que los mayas hubieran hecho ese tipo de predicciones para que en algún momento sucediera una hecatombe planetaria que afectara a la humanidad", puntualizó el investigador.
En plática con Notimex, Galindo Trejo comenta que en su sistema calendárico, los Mayas sólo anuncian el fin de su calendario de "Cuenta Larga", el cual comenzó el 13 de agosto de 3114 a.C. y terminará entre el 21 y 23 de diciembre de 2012 para comenzar un nuevo ciclo de cinco mil 126 días que iniciaría el 24 de diciembre de este año.
"En realidad no va a pasar nada peculiar. El día del solsticio de invierno, en diciembre, cuando supuestamente llegaría la fecha, pues no sucede nada peculiar, sino lo que sucede todos los años: que el Sol alcanza su posición más hacia al sur, visto desde el hemisferio norte, el día es más corto que la noche, algunas pirámides se alinean, como la pirámide de Cholula, en la mañana y otras más. Fuera de eso no pasará mayor cosa", reitera el arquiastrónomo.
En sus oficinas de Ciudad Universitaria, el doctor Galindo señala que la astronomía sí establece un fin del mundo, pero será en millones de años, si es que el hombre no acaba antes con el planeta.
Así lo sintetiza el científico: "La astronomía sí establece un fin del mundo. El mundo sí se va acabar, y la gente diría ¿cómo? Pues sí, de acuerdo a la teoría de la evolución de las estrellas, porque el Sol es nuestra estrella.
"Dentro de cuatro mil 500 millones de años el Sol va a entrar a una fase de evolución, de tal forma que el Sol va a crecer en tamaño, ya no va a ser amarillento, sino rojizo; la temperatura de la superficie va a bajar un poco, pero la distancia entre la Tierra y la superficie del Sol se va a reducir de tal manera que la temperatura en la Tierra haría que todos los líquidos se evaporaran y en un momento la Tierra podría ser absorbida.
Agrega: "Regresamos en términos casi poéticos a nuestro origen. La tierra proviene del sol, y en cuatro mil 500 millones de años vamos a regresar al Sol, pero cuatro mil 500 millones de años es suficiente tiempo para destruir el planeta nosotros mismos".
Hacer caso omiso de estas profecías falsamente atribuidas a los mayas, es lo más recomendable, dice el especialista.
"No tiene ninguna base, ni cultural, ni científica, yo diría es cosa de los tiempos. En esta época de globalización, de comunicación inmediata, la gente se aferra a cualquier cosa con tal de evadirse de su realidad; y el fin del mundo, podría significar para mucha gente el fin de sus problemas. Pero no hagan caso de alarmas sin sustento: la vida continuará como la hemos vivido hasta hoy", concluye el especialista.
Notimex
Jesús Galindo Trejo, arquiastrónomo, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, afirma de manera categórica que el 21 de diciembre de este año será un día como cualquier otro, por lo que no hay motivos para alarmas, ni pánicos.
"Esto de las predicciones mayas es el resultado de aseveraciones que no están basadas ni en la cultura Maya propiamente ni en la ciencia, en particular de la astronomía. Los especialistas de la cultura Maya no han localizado ningún documento, ningún testimonio que hable que los mayas hubieran hecho ese tipo de predicciones para que en algún momento sucediera una hecatombe planetaria que afectara a la humanidad", puntualizó el investigador.
En plática con Notimex, Galindo Trejo comenta que en su sistema calendárico, los Mayas sólo anuncian el fin de su calendario de "Cuenta Larga", el cual comenzó el 13 de agosto de 3114 a.C. y terminará entre el 21 y 23 de diciembre de 2012 para comenzar un nuevo ciclo de cinco mil 126 días que iniciaría el 24 de diciembre de este año.
"En realidad no va a pasar nada peculiar. El día del solsticio de invierno, en diciembre, cuando supuestamente llegaría la fecha, pues no sucede nada peculiar, sino lo que sucede todos los años: que el Sol alcanza su posición más hacia al sur, visto desde el hemisferio norte, el día es más corto que la noche, algunas pirámides se alinean, como la pirámide de Cholula, en la mañana y otras más. Fuera de eso no pasará mayor cosa", reitera el arquiastrónomo.
En sus oficinas de Ciudad Universitaria, el doctor Galindo señala que la astronomía sí establece un fin del mundo, pero será en millones de años, si es que el hombre no acaba antes con el planeta.
Así lo sintetiza el científico: "La astronomía sí establece un fin del mundo. El mundo sí se va acabar, y la gente diría ¿cómo? Pues sí, de acuerdo a la teoría de la evolución de las estrellas, porque el Sol es nuestra estrella.
"Dentro de cuatro mil 500 millones de años el Sol va a entrar a una fase de evolución, de tal forma que el Sol va a crecer en tamaño, ya no va a ser amarillento, sino rojizo; la temperatura de la superficie va a bajar un poco, pero la distancia entre la Tierra y la superficie del Sol se va a reducir de tal manera que la temperatura en la Tierra haría que todos los líquidos se evaporaran y en un momento la Tierra podría ser absorbida.
Agrega: "Regresamos en términos casi poéticos a nuestro origen. La tierra proviene del sol, y en cuatro mil 500 millones de años vamos a regresar al Sol, pero cuatro mil 500 millones de años es suficiente tiempo para destruir el planeta nosotros mismos".
Hacer caso omiso de estas profecías falsamente atribuidas a los mayas, es lo más recomendable, dice el especialista.
"No tiene ninguna base, ni cultural, ni científica, yo diría es cosa de los tiempos. En esta época de globalización, de comunicación inmediata, la gente se aferra a cualquier cosa con tal de evadirse de su realidad; y el fin del mundo, podría significar para mucha gente el fin de sus problemas. Pero no hagan caso de alarmas sin sustento: la vida continuará como la hemos vivido hasta hoy", concluye el especialista.
Notimex
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