Deberá sancionarse a los funcionarios electorales tabasqueños
José Martínez
José Martínez
Publicado en el Diario AVANCE Tabasco
Hay una explicable molestia entre diversos sectores ajenos a la política partidista por la anulación de las elecciones en Centro, Tabasco. Realmente al empresario, al comerciante, al profesionista, al ciudadano, común poco les importa quién ganó y quién perdió entre los candidatos y sus partidos con la cancelación de los resultados del 7 de junio, porque los verdaderos perjudicados son quienes no viven del enorme presupuesto para las votaciones. Habrá una nueva etapa de inestabilidad, de dimes y diretes entre los contendientes por el poder, se paralizarán algunas actividades y se pospondrán proyectos y planes.
Si observamos los resultados de las elecciones, sólo acudieron a las urnas unos 205 mil ciudadanos. Son los que de alguna manera estuvieron interesados en la competencia por el poder, pero quedan uno 400 mil habitantes de Villahermosa, sus villas y rancherías, que son ajenos a los partidos y sus candidatos. Aunque todos son afectados por la contienda por los votos.
Según los seis magistrados del tribunal electoral federal, el también llamado Trife, no hubo legalidad y certeza en las elecciones de Centro, porque los responsables de organizar las votaciones y el conteo incurrieron en una serie de “conductas antijurídicas”. En especial los funcionarios el consejo municipal del Instituto Electoral (IEPCT). Habría que preguntarse en qué momento las “conductas anti jurídicas” se pueden calificar simple y llanamente como delitos.
Entre las irregularidades de los funcionarios del IEPCT se cuentan la falta de certeza en el manejo de los paquetes electorales, actas inexistentes, como se acostumbra a decir: un verdadero cochinero. Los magistrados constataron que de 792 casillas sólo se recibieron 242 paquetes. ¿Qué sucedió?, ¿quién tuvo la capacidad y el interés por enlodar a tal grado la elección?
El gobernador Arturo Núñez fue muy enfático al desmentir las acusaciones de que su administración “metió la mano” para obstaculizar unos resultados limpios y transparentes. Tanto el candidato del PRI, Evaristo Hernández, como la del Partido Verde, Rosalinda López, afirmaron que Núñez había “operado” para que ganara Gerardo Gaudiano; mientras, que tanto el candidato de Morena, Octavio Romero, como el dirigente nacional de ese partido, Andrés Manuel López Obrador, aseguran que el gobernador tabasqueño “pactó” con el PRI, con Peña Nieto y con el Verde, para…que no ganara Morena.
Un verdadero galimatías, o un curioso ejercicio de la fantasía. No se entiende cómo un gobernante pudiera buscar al mismo tiempo el triunfo y la derrota de un candidato de su partido. ¿Por qué no revisar la actuación de los funcionarios electorales que ahora ya no dependen del gobierno estatal sino federal?, ¿por qué no analizar lo que los partidos y sus candidatos hicieron o dejaron de hacer?
Los magistrados del tribunal electoral (TEPJF) ordenaron que el fallo se hiciera del conocimiento del Instituto Nacional Electoral (INE), que encabeza Lorenzo Córdova, y del IEPCT, que preside Maday Merino, para que estudien y sancionen el comportamiento del órgano municipal tabasqueño.
HABERES
EL GOBERNADOR Núñez afirmó que le concede el beneficio de la duda a las autoridades electorales que surgieron en Tabasco de la última reforma electoral que dio paso a la creación del INE, esto es a los integrantes del IEPCT, pero dijo que “sí tengo certeza de su ineficacia que llevó a la anulación de una elección ganada por 12 mil votos”.
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