Municipio de Centro, en la agenda estratégica de PRI, Morena y PRD
José Martínez
Publicado en el Diario AVANCE Tabasco
En la agenda nacional del año próximo se vuelve a incluir la lucha por el poder en Tabasco. Cuando se pensó que este era un capítulo concluido, por lo menos en términos de confrontación electoral y partidista, la anulación de las elecciones de Centro volvió a colocar a todos los actores en la arena de la contienda. Dos son los protagonistas principales, por lo que la carrera por la alcaldía de la capital tabasqueña significa y así lo han consignado quienes conocen del ajedrez nacional: Manlio Fabio Beltrones y Andrés Manuel López Obrador, los dos como dirigentes nacionales de sus respectivos partidos y los dos como aspirantes presidenciales.
También para el nuevo líder del PRD, Agustín Basave, será una prueba importante, pero no tanto como lo es para Beltrones y Obrador. Buscará Basave que su partido refrende la victoria en las urnas que –denuncian- les fue arrebatada en los tribunales; también es importante porque los solaztequistas encabezaron la coalición que ganó la gubernatura con Arturo Núñez a la cabeza, pero los observadores en la capital del país tienen sus reflectores puestos en los dirigentes nacionales del PRI y Morena. Los motivos son obvios.
Se pensaba que aun cuando en Colima habrá elecciones extraordinarias para gobernador a mediados de enero del 2016, en realidad el primer choque de importancia entre las tropas partidistas comandadas por Beltrones y López Obrador sería la batalla por las doce gubernaturas estatales que se diputarán en junio próximo. En especial dos plazas que para el líder de Morena son importantes por su significado histórico: Oaxaca y Veracruz.
Pero la anulación de las elecciones de Centro, Tabasco, cambió la agenda de estos políticos. Así lo admitió López Obrador quien en su reciente visita a Tabasco el domingo pasado dijo que ya tenía su calendario hecho para el 2016, pero ante la decisión de los tribunales en el caso tabasqueño apartó unos días porque hará campaña personal junto al candidato de Morena. Se sabe que también Beltrones Rivera analiza con sus operadores políticos las posibilidades que le ofrece esta entidad del sureste.
Aunque hay quienes insisten en que a nivel nacional el total de la votación de los tabasqueños “no pinta”, porque apenas representaría en una elección presidencial el dos por ciento del potencial de electores, las cosas no son tan simples. Más todavía porque López Obrador dijo en su mitin dominical: “son elecciones muy importantes, son elecciones estratégicas”. Recordemos que los resultados del 2006 se decidieron por apenas medio punto porcentual.
Y tienen que ser elecciones estratégicas porque para el aspirante a una tercera candidatura presidencial existen dos plazas estratégicas en las cuales se supone que los operadores de Morena habían recibido instrucciones para ganarlas sin excusa ni pretexto en junio pasado: el Distrito Federal y Tabasco. Curiosamente en estos dos frentes el lopezobradorismo no iba contra el PRI, sino contra el PRD que era el partido en el poder. Aunque hay evidencia de que en general fallaron las estructuras de Morena y se entiende porque fue su primera participación –en la mitad de la República a decir verdad lograron la hazaña de colocar al partido lopezobradorista en los primeros lugares-, la dirigencia de ese partido prefirió echarle la culpa a los gobernantes de aquella entidades en donde perdieron.
En el 2016 las cosas cambian. En Tabasco habrá una competencia de alianzas, de estrategias, de recursos.
Haberes
El Concejo Municipal de Centro y la fecha de elecciones sujetos al interés de los partidos, no de la población.
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