viernes, 14 de diciembre de 2012

TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / Columna / PARA QUÉ TANTOS BRINCOS, ESTANDO EL SUELO TAN PAREJO / Dic 14

Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
jlggutierrez@hotmail.com

PARA QUÉ TANTOS BRINCOS, ESTANDO EL SUELO TAN PAREJO

            Desde hace décadas el gobierno del Estado de Tabasco y los propios ayuntamientos acostumbraron a la burocracia estatal a cobrar sus aguinaldos, la mayoría de las veces antes, antes de que terminara la primera quincena del duodécimo mes del año, aunque legalmente podían pagarles unos días después, pues la Ley Federal del Trabajo en su artículo 87 señala: “…que deberá pagarse antes del 20 de diciembre…”.

            Lo cual se hizo una malísima costumbre que ahora está siendo políticamente aprovechada por unos vivales y revoltosos dizque luchadores sociales para generarle ruido a la salida del gobernador Andrés Rafael Granier Melo, ya que las protestas por el impago del aguinaldo no tiene ningún sustento jurídico, aunque sí político.

            Insisto, hasta ahora el gobierno no ha violado ninguna disposición legal de la Ley Federal del Trabajo, pues todavía tiene unos días más de márgenes de maniobras para liquidarles sus aguinaldos a la obesa y parasitaria burocracia -no todos, pero sí el  grueso de ella- que si ningún provecho  consume gran parte de  los recursos económicos de las administraciones gubernamentales.

            Por ello los trabajadores no deben de caer tan fácilmente en el juego perverso y ruin de quienes mezquinamente los están utilizando y manipulando para satisfacer intereses políticos oscuros y ajenos al bienestar de los servidores públicos.

            Precisamente el dirigente “tras bambalinas” del SITET, Roger Arias García, es el mejor ejemplo y exponente de que las protestas en contra de la presente administración son más por carácter político que por los derechos  laborales de sus agremiados, como falsamente argumenta en sus demagógicos e incendiarios discursos.

            Si pugnara por las conquistas laborales de sus incautos y cándidos agremiados, como se ufana en decir a los medios de comunicación, no sólo agotaría primero todas las instancias legales a su alcance, sino que no expondrían físicamente a sus compañeros a cualquier accidente o desgracia, tal y como lo está haciendo en estos momentos en que ellos se dirigen -según él- al Distrito Federal a entrevistarse con el titular de la secretaría de Hacienda, Luis Videgaray Caso, quien con toda seguridad no debe de poder conciliar el sueño.

            Pero regresando al tema central de la presente entrega, los trabajadores que todavía no han cobrado sus aguinaldos por X o Y razón, no tienen por qué preocuparse antes de tiempo, pues legalmente el plazo todavía no se ha cumplido. Además, quieran o no, tendrán sus aguinaldos -válgase la redundancia- y las demás prestaciones de  Ley.

            Ni  duda cabe.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

            Respecto a la columna de anteayer titulada: “Dejó  cola que le  pisen”, me escribe uno de mis apreciables lectores:

          “No puede el codicioso  ser agradecido”, Seneca.  “Frase que retrata fielmente a Armando Aurelio Chávez Rivera. Corría el año 1985, siendo presidente municipal del Centro el Lic. Gustavo Rosario Torres, en ese entonces Armando Aurelio Chávez era jefe del departamento de precios unitario de la dirección de Obras Públicas y mediante  argucias con otros sañudos provocaron la baja del subdirector de Obras Públicas, dando paso para que fuera designado en ese puesto.

            En esas fechas a nivel nacional se iniciaron los procesos licitatorios de obras, siendo el primer concurso de obra que se dio en el municipio de Centro, el que dirige ese concurso fue Armando, saliendo el ganador de la primera obra concursada en el municipio de Centro el negocio del papá (Carlos Chávez) de Armando. Sobre esa barbaridad conoció el Lic. Rosario, quien de inmediato lo cesó. ARMANDO TRAE LA CODICIA EN SUS TEJIDOS –NO TIENE CURA-, ¡sobre aviso no hay engaño!”, concluye el mensaje enviado por correo electrónico.

            Y tiene toda la razón el conspicuo lector: Armando Aurelio Chávez Rivera es codicioso, corrupto y felón por naturaleza. Así es y nada  lo va a cambiar. Es como los monos: ni aunque lo vistan de seda dejarán de ser changos.

            Así de sencillo y simple, para qué darle tantas vueltas.

            Si la mayoría de los alcaldes priistas, panistas y perredistas se hubieran dedicado en cuerpo y alma a trabajar con vergüenza en el trienio que está a punto de concluir, quizás tuvieran los mismos problemas, pues muchos se vienen arrastrando desde hace años, empero, por lo menos no habrían dejado ninguna deuda contraída durante su mandato a como lo está haciendo el edil sustituto de Centro, Cuauhtémoc Muñoz Caldera, quien en menos de un año cubrió lo que dejo pendiente el malogrado candidato a la gubernatura Jesús Alí de la Torre, y de paso liquidó los adeudos adquiridos durante su brevísimo mandato que comenzó tras la renuncia definitiva a la primera regiduría del ex candidato priista.

            Por si fuera poco, entregó todas las obras que se iniciaron durante la presente administración municipal, por lo menos es lo que públicamente ha asegurado. Si todo es así, pues el presidente electo Humberto de los Santos Bertruy tendrá que morderse la lengua.

            En fin, ya veremos quién dijo la verdad.

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