Opinión: Francisco Peralta Burelo / Oct 03

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Reelección, no

En México no hay reelección. No la hay, al menos, de manera inmediata, aunque transcurrido un periodo constitucional fuera del cargo ocupado cualquier ciudadano puede ser electo de nuevo (o reelegido) para una alcaldía, una diputación local o federal o una senaduría. Así lo establece el sistema-jurídico-político mexicano. A los alcaldes, diputados y senadores no les está permitida la reelección, aunque sólo sea la inmediata, no así la mediata, porque siempre con, un periodo vacante de por medio, cualquier persona puede ocupar, indefinidamente, sin limitación de veces, una alcaldía, una diputación o una senaduría. En México tenemos reelección de alcaldes, diputados y senadores, pero mediata. La única reelección que está prohibida es la inmediata, salvo para los cargos de gobernador y Presidente, en donde opera un principio de impedimento absoluto. Aquí, en Tabasco, han habido personas que han sido alcaldes dos veces --y alguno que no le habrá tenido una tercera vez por haber perdido la elección-- o que, desde luego periodo de por medio, han estado en las Cámara federales o en el Congreso local más de una vez. En esos cargos la reelección existe, y continuará existiendo, sin ninguna limitación pero también sin mayores prerrogativas, porque la iniciativa presentada al respecto en el Congreso de la Unión, aun habiendo sido aprobada por la Cámara de Senadores, fue rechaza en comisiones por su colegisladora. De esta manera seguirá habiendo la reelección mediata, pero la inmediata continuará pendiente en el país (y desde luego en nuestro estado): nadie que ocupe uno de esos puesto podrá reelegirse enseguida (una o dos veces), ni menos perpetuarse en el puesto. Y es bueno que esa reelección no se haya aprobado, primero, por tradición antirreleccionista; segundo, porque ello implicaría la perpetuación de algunos en alcaldías, diputaciones y senadurías; tercero, porque el someter a éstos a nueva votación para ver su nivel de aceptación o rechazo social, en una democracia manipulada, como la nuestra, no dará muestra de nada; y, cuatro porque si la reelección mediata no ha funcionado en la cultura política de México no tendría por qué funcionar la reelección inmediata. La Reforma Política se quedará sin reelección inmediata; qué bueno que así sea. Conservará, sin embargo, la reelección mediata, que se diga lo que se diga no ha funcionado en el país (porque los repetidores no son necesariamente más eficientes, dada la no siempre evaluada capacidad de quienes han sido y van a ser alcaldes o legisladores). Ellos además de que en nada contribuirá al desarro-llo democrático de la nación. Más que diputados, senadores y alcaldes repetidores que en vez de estar un periodo en el cargo lo estén dos o tres, o más, de manera consecutiva-- lo que el país necesita es que quienes lleguen a esos puestos den garantía de ser lo más preparados y los mejores, de modo que en su ejercicio den óptimos resultados.