martes, 4 de octubre de 2011

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / Oct 04

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)

PRI: obligados a pactar

Georgina Trujillo, Jesús Alí, Luis Felipe Graham o Humberto Mayans. Cualquiera de los cuatro. Sí, pero que se pongan de acuerdo ya. Y en cuanto a los otros aspirantes -Francisco Herrera, Florizel Medina y Evaristo Hernández- no les queda más que sentarse a platicar, no sin antes meditar qué quieren; dónde se ven dentro de un año, tres, seis años.

Para ninguno de los siete existe realmente futuro en el PRD. Los seis priístas que no alcancen la nominación para gobernador, sin duda alguna tienen en el tricolor más posibilidades que otros, de ser candidatos para senador, diputado federal o incluso una curul local con la expectativa de pastorear el próximo rebaño tricolor.

Si se lograse la meta de la unidad, podría decirse que tendrán ya la mitad del triunfo electoral en la bolsa.

La explicación es simple: aun si se considera la incomprensión ciudadana que pueda existir en ciertos ámbitos por el desempeño y esfuerzo de las actuales autoridades, todos los estudios de opinión difieren en diversos aspectos pero coinciden en uno solo: la inmensa mayoría ciudadana cuestiona al PRD y muchos están, simplemente, indecisos.

De allí entonces que la potencial fuerza electoral del oposicionismo, hoy como ayer, aquí al igual que en otras partes del país, dependerá de que se dé o no la fractura en el PRI.

¿Para qué podría querer romper Evaristo si en el PRD a lo mucho volverán a ofrecerle ser por tercera ocasión diputado local, y en enero de 2016 estará de nuevo desocupado y decepcionado, porque el PRD se ha confirmado como un devorador de resentidos que niega oportunidades de participación política a sus más fieles cuadros?

¿Qué le pueden ofrecer a Herrera desde la oposición, que valga la pena luego de haber sido alcalde, diputado federal y senador? ¿Valdrá la pena que queme sus naves? Es un hombre inteligente. Sabe que ahora no existen las condiciones objetivas para que alcance la candidatura para gobernador, de manera que lo apoyen los demás aspirantes.

En cuanto a Pechel no hay duda de que continuará siendo priísta. Sus detractores podrán acusarlo de lo que quieran, menos de ser saltimbanqui. Hace seis años estuvo cerca de ser candidato a la gubernatura: demostró de qué está hecho. Hoy la gama de posibilidades políticas para él es sumamente amplia: desde legislador hasta, de nuevo, secretario de Gobierno. E irá por el 2018.

Por lo que respecta a los cuatro prospectos más encaminados hacia la gran decisión, es muy importante que en todos y cada uno de ellos prevalezca la actitud de cabeza fría, que no impide tener el corazón caliente. Cada quien tiene sus propios merecimientos. Quien quede necesitará, obligadamente, del respaldo de los otros tres.

La trayectoria de estos cuatro permite afirmar que ninguno se atreverá al intento de chantajear a su partido. ¿Por qué? Porque sería indigno para ellos. Y porque la dignidad es un don preciado que tiene qué ver con la congruencia, con el capital político adquirido; es cualidad que se traduce en respeto y reconocimiento.

Muy pronto, antes de que se pudiesen suscitar situaciones que demeriten el clima político, tendrán que darse los acuerdos que permitan a los priístas avanzar hacia lo que sigue: una dura competencia electoral, en la cual por razones obvias contará mucho el sentimiento social por la larga serie de problemas de todo tipo que hemos padecido en los últimos años, pero también el hecho de que todos queremos un Tabasco gobernado por los más aptos y no por los más gritones.

A su vez, como se ha comentado en este espacio en los últimos días, la principal fuerza oposicionista definirá pronto qué le conviene, con la diferencia de que allá existe un Gran Elector que toma las grandes decisiones sin dar margen a objeciones, tal como sucedía hasta hace algunos años entre el priísmo.

Cambios no incluyen a Alanís

Humberto Moreira, dirigente nacional del PRI, se reunió ayer con presidentes de comités directivos y delegados estatales, y confirmó que se realizará una elección abierta para la nominación de candidato presidencial.

A la par, anunció la designación de siete ex gobernadores como secretarios regionales de la dirigencia nacional. Eugenio Hernández Flores, ex gobernador de Tamaulipas, quedó a cargo de la región 7 que considera a Tabasco, Campeche, Yucatán y Chiapas.

Los otros secretarios son también ex gobernadores: Enrique Martínez, de Coahuila, para Baja California y Baja California Sur, Sonora, Chihuahua y Sinaloa; el veracruzano Fidel Herrera, para Tamaulipas, Nuevo León, Durango y Coahuila; el duranguense Ismael Hernández para San Luis Potosí, Aguascalientes, Zacatecas y Guanajuato.

José Reyes Baeza, de Chihuahua, quedó en Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero; René Juárez, de Guerrero, en Estado de México, Tlaxcala, Morelos y Querétaro; Jesús Aguilar, de Sinaloa, en Puebla, Oaxaca y Veracruz.

Hubo nombramiento de delegados del CEN y no se mencionó a Tabasco. Jesús Murillo Karam fue ratificado en el DF. Los cambios anunciados son para Hidalgo, Estado de México, Guanajuato, Michoacán, Yucatán, Morelos y Jalisco.

Moreira -por cierto que según el chismorreo también dizque iba a ser cambiado- detalló que el próximo sábado sesionará en dos ocasiones consecutivas el Consejo Político Nacional, con dos objetivos:

Primero se tomará protesta a los nuevos consejeros, luego se declarará un receso y posteriormente se celebrará otra reunión de trabajo en la que se definirán, en los términos previstos por el código electoral federal, los métodos de elección del candidato presidencial, de senadores y diputados federales.

Juan_ochoa45@hotmail.com

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