jueves, 13 de octubre de 2011

Secreto a Voces: Alberto Banuet / Columna / Oct 12

(Publicado en el Diario Milenio tabasco)

LA ESTUPIDEZ DE INICIATIVA MÉXICO

Iniciativa México es, desde mi perspectiva, una buena idea, con más cosas positivas que negativas, no deja de ser negocio, premisa número uno de cualquier tema que tocan los medios electrónicos de comunicación.

Queda claro que hay mucha gente que vive en condiciones precarias que se benefician de este programa, es obvio también, que se premia al ingenio y a las buenas ideas que teóricamente ayudarán a muchos miles de mexicanos a vivir mejor.

Hay desde luego ideas descabelladas como en cualquier concurso, pero la mayoría plantea novedades de gran utilidad y sencillez, factibles de desarrollarse con poco dinero, es decir, el costo beneficio de estas ideas es realmente estupendo. En suma aprobamos iniciativa México.

Siempre hay un pelo en la sopa y en el caso de iniciativa México apareció ayer y hasta hoy, no entiendo el razonamiento que aplicaron para establecer lo que ellos llaman el reto.

Me explico:

Los ganadores de cada porción de este concurso que se desarrolla por etapas, son mandados a diversas partes de la república a probar sus inventos o iniciativas y hasta aquí vamos bien, sin embargo, ayer alguien decidió que a los equipos que hasta hoy han ganado su etapa, se les mandó a los 5 lugares más peligrosos del país, ¿porqué? No lo entiendo.

Hay jóvenes que se mandaron a Monterrey, otros a Tampico, unos más a Guerrero, otros a Veracruz y a otros sitios que hoy son los más conflictivos, para que desarrollaran sus ideas, de una vez los hubieran mandado a Libia a Yemen o a Irak, o si de verdad querían emociones fuertes para pasarlas por la tele, los hubieran mandado a Cunduacán o a Huimanguillo.

Loret les pregunta si aceptan el reto, todos dicen que si, cosa que me asombra, porque si alguien hubiese tenido los pantalones para decir frente a 20 millones de espectadores que no estaba de acuerdo, hoy sería el ídolo de las multitudes, porque resulta que algunos están temerosos y no muy contentos con la idea de trabajar bajo fuego.

¿Qué ganan las televisoras arriesgando a estos muchachos y a los otros no tan jóvenes? No lo sé, como tampoco sé si algo les pasa quien será el responsable.

Ojalá no pase nada o mejor aún, que bueno sería que les asignaran comunidades en estados menos peligrosos, hasta donde sé, estos jóvenes no tienen nada que probar, son promotores de bienestar comunitario, no mártires.

Ni los genios de la tele se escapan de cometer actos carentes de sentido común.

Que Dios los agarre confesados.

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