(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Los ataques a Candita
No debo atacar a un enemigo bien
aprovisionado y protegido cuyo solo
objeto sea detener mi avance. Tu Mu/
comentario a El arte de la guerra, de Sun Tzu
erwinmacario@hotmail.com
Unas preguntas valen la pena en este texto, en este tema: ¿Son legítimas las aspiraciones políticas de Candita Gil Jiménez, rectora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco? ¿A quienes les interesa enfrentarla, incluso a gente del gobernador Andrés Granier? ¿Por qué hasta ahora se le cuestiona en su desempeño al frente de la UJAT?
Gente de capacidad, de trabajo, de resultados, Candita Gil tiene, eso sí, una falla en su carrera política: no ha tenido cargo de elección popular. Por ello se dice de ella —en las más altas esferas políticas— que es una aspirante natural a cualquier puesto de elección popular, menos a la gubernatura.
A la rectora que termina su segundo periodo al frente de la Universidad en enero entrante, se le ve en las boletas electorales para presidenta municipal de Centro, para diputada local o legisladora federal, ya diputada, ya senadora.
Ella misma ha dicho que está dispuesta a participar en política electoral. Se considera, asimismo, como “un activo femenino importante para Tabasco que ha demostrado disciplina… me van a encontrar en el camino de la vida. No me quita el sueño el futuro”, según declaró el 22 de febrero de este año.
Una cosa debe puntualizarse, Las agresiones a Candita Gil no son cuestiones personales, ni es el objeto final de los ataques. En ella se agrede a lo mejor que tienen los políticos tabasqueños, su capacidad de servicio.
La guerra sucia no es solamente contra la rectora. Ni en los ataques a la vista, ni en las inducciones perversas a presuntos autores de eso que hasta, por ello, podría considerarse fuego amigo.
Esto me recuerda una lectura que no recuerdo en qué novela sobre dictadores latinoamericanos tuve. No he podido localizar todavía las frases en El recurso del método, de Alejo Carpentier, donde casi estoy seguro las leí. En esa novela incursiono. Forma parte de mis favoritas del tema: El otoño del patriarca, El Señor Presidente y Yo, el Supremo, escritas por Gabriel García Márquez, Miguel Ángel Asturias y Augusto Roa Bastos, respectivamente.
Al dictador le dice alguien que tal enemigo político le causa problemas y que si lo quiere podrían eliminarlo. Éste responde, quizás sin que se note su enojo: “¿Para que me lo preguntas si sabes que tengo que prohibírtelo?
Así pasa con la guerra sucia en esta sucesión. La tropa de los aspirantes actúa sin pedir permiso. Desde los cuartos de guerra se desatan campañas de desprestigio. Pero lo que avientan al ventilador a todos mancha.
Debe entenderse que, como en este reciente caso, en el que por las redes se han atrevido a difundir una supuesta carta de la rectora de la UJAT en donde se defiende al doctor Jesús Antonio Piña Gutiérrez, destacado miembro de esa alma Mater, al que dolosamente se le involucra en acciones delictivas del crimen organizado. Y con la falsa misiva se quiere enfrentar a Candita Gil con el asesor externo del gobernador Granier, Gustavo Rosario Torres.
“Ante ello quiero externar mi total apoyo y de toda la familia Juchimán al doctor Jesús Antonio Gutiérrez, pues quien tiene que dar la cara ante la sociedad por estas acusaciones es el licenciado Gustavo Rosario Torres, asesor externo del gobernador de Tabasco”, dice la carta apócrifa circulada en relación con las declaraciones de una secuestra aparecida en mundonarco.com
La misma falsa carta a la comunidad universitaria lleva la intención no de dañar solamente a la rectora, a Piña Gutiérrez sino a otros personajes de la política y dejar ver como presuntos autores a los que trabajan en cuartos de guerra de otros aspirantes a la gubernatura.
El tema deja para mucho. Perp debe meditarse en El arte de la guerra, de Sun Tzu: Si las tropas arrasan al oponente es porque actúan fuera de sí.
O mejor en el comentario que le hace Ho Yen Si: “Cuando Yen rodeo con su ejército a Chi Mo en el Ch´i, ordenó cortar la nariz a todos sus enemigos, quienes se defendieron con todo sin dar cuartel. Ver a los hombres de Yen violar las tumbas y quemar los cadáveres hizo a los defensores de Chi Mo lazarse con odio al ataque, infligiendo a Yen una humillante derrota”.
Y, como escribo en domingo, día de lecturas: “Combatir por la victoria con la espada desnuda no significa ser un buen general”, Chia Lin.
Y unos consejos de Sun Tzu: El experto en el arte de la guerra vence al enemigo sin combatir… el arte de dirigir las tropas en el combate consiste en rodear al enemigo si tus fuerzas son diez veces superiores a éste; Cuando la proporción sea de cinco a uno, atácalo; si lo duplicas en fuerzas, divídelo; si las fuerzas son iguales, puedes presentar combate; si tus fuerzas son menores, retírate. Si eres inferior en todos los puntos, huye.
LADO CLARO
La guerra sucia desde los cuartos de guerra de los aspirantes, a todos perjudica. Crear perversamente presuntos autores de ésta, no funciona. Todos conocen ese “trabajo” y quienes lo hacen.
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