jueves, 13 de octubre de 2011

Secreto a Voces: Alberto Banuet / Columna / Oct 13

(Publicado en el Diario Milenio Tabasco)

SI YO FUERA CANDIDATO

Buen título para una película de Cantinflas, me parece que hay una similar…si yo fuera diputado o algo así.

Como sea este es un asunto al que le he dado mucha vuelta y he llegado a la conclusión siguiente:

El próximo sexenio será convulsionado por varias razones, la primera porque los Mayas amenazan con el fin del mundo, asunto que daría por terminado con los problemas que pudieran estar en fila para hacer su aparición, de manera que si en diciembre del 2012 el mundo se acaba aun estando en Mérida, ya no haría de que preocuparse como no ser de disfrutar de un sexenio muy corto.

Ahora, suponiendo que no se acabe nuestra tierra, el cambio de gobierno, la crisis alimentaria, social, ambiental y política que se cierne sobre nosotros y que no augura nada bueno, pronostica que los gobernantes parirán triates para hacer un gobierno regular y hablo del nivel federal y de los estatales, luego entonces ser gobernante en esas condiciones como que no es una buena idea.

Los próximos seis años deberán ser de reconstrucción, siempre y cuando la naturaleza y las condiciones económicas y sociales lo permitan, serán seis años muy difíciles para quien esté en los Pinos y en la Quinta, sin embargo hay una parte buena.

Si yo fuera candidato que tuviera oportunidad de escoger o cuando menos incidir en lo que el destino me tiene preparado, le pediría a ese destino o al presidente de mi partido que mejor me mandara como senador plurinominal para no sudar calenturas fuertes. Este escenario me daría oportunidad de dos cosas.

La primera que, en el caso de Tabasco, los suspirantes al gobierno pudieran quedar en el camino, se avejenten, les caiga azúcar o alguna otra enfermedad discapacitante para que me quedara la vía un poco más libre, mientras, sigo engrosando cachetonamente mi hoja de servicios y como dicen los políticos de hoy, me dedico a “caminar” durante seis años, tomando pozol con todo mundo, asistiendo a bautizos remojándole el chiquito a todo el mundo, en el buen sentido de la palabra , bailando en los quince años y bodas, haciendo favores y recomendando a cuanto lo pida para que le den chamba en PEMEX o en el gobierno.

La segunda, que me cuelo en México, me hago indispensable y a veces hasta trabajaría en alguna comisión no muy complicada como la de la frontera sur o en la de agricultura, en las que se la pasan de primera, pido ser delegado del partido en Cancún y llevarla como lo hace aquí el Sr. Alanís, rascándose las verijas y comiendo en los mejores restaurantes.

Mientras, transcurre el sexenio, los candidatos de hoy ya rindieron, estarán quemados y surgiría yo como ave fénix, con menos competencia o si se quiere con competencia más verde e impreparada y según los pronósticos y las estadísticas, tendría mejor oportunidad der ser mandamás en un ambiente fresco, con finanzas en teoría saneadas y entonces sí, agárrate Catalina que vamos a galopear.

Lo bueno de todo esto es que afortunadamente no soy candidato más que a seguir trabajando en mi parcela, escribir mi columna, corretear a mis nietos y joder al prójimo. Qué alivio.

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