viernes, 18 de noviembre de 2011

Transparencia Política: Erwin Macario Rodríguez / Columna / Nov 18

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Macario erwinmacario@hotmail.com

LA RENUNCIA DE GRAHAM

Por el amor de Dios, recompóngase
y no vea las cosas de forma tan pesimista
el primer paso para atrás causa mala
impresión en el ejército, el segundo es
peligroso y el tercero es fatal. Federico
el Grande / Carta a un general

El secretario de Salud de Tabasco, Luis Felipe Graham Zapata, salió ayer al frente de la sucesión gubernamental al declarar abiertamente que está dispuesto a presentar su renuncia al cargo para buscar la candidatura del PRI al Gobierno de Tabasco, lo que no sólo es reflejo de la presión política que sobre la elección del 2012 empieza a generar la candidatura presidencial perredista de Andrés Manuel López Obrador, sino la respuesta de este aspirante al golpeteo en su contra en los últimos días.

Graham Zapata, quien el sábado 3 de septiembre pasado, al término del Consejo Político Estatal de su partido se destapó prácticamente al manifestar su interés por obtener la nominación del PRI y declaró, contra algunas opiniones de esos días, que había “piso parejo” para todos los aspirantes, dijo ayer jueves que podría separarse del cargo después del mensaje del V informe del gobernador Andrés Granier, que será el martes 22, situación que además de considerarse lógica y en tiempo vendría a recomponer las cosas en el equipo que viene pujando por su candidatura.

Acontecimientos de los últimos días han colocado a Luis Felipe Graham en situación embarazosa. Aparte de que la campaña en su contra ha arreciado, principalmente en las redes sociales —donde es más fácil esconderse en el anonimato para agredir a los enemigos políticos, tratar de causarle daños—, se venía rumorando que pensaba declinar en sus aspiraciones a la candidatura priísta, por lo que sus declaraciones de ayer vuelven a dar parejura al piso político en el que integra, con Humberto Mayans Canabal y Jesús Alí de la Torre, la terna para abanderar al PRI en la contienda del 2012 en la que se da como un hecho enfrentarán al perredista Arturo Núñez Jiménez.

Si bien el gobernador Andrés Granier declaró ayer mismo no tener conocimiento de las intenciones de renuncia de Luis Felipe Graham, se considera que tanto el titular de la Secretaría de Salud como antes lo hizo el secretario de Gobierno, Humberto Mayans Canabal, han contado con el visto bueno gubernamental para dejar el cargo y buscar desde fuera la candidatura.

Mantenerse dentro de la administración pública por más tiempo sería perjudicial a las aspiraciones de Graham Zapata. Máxime cuando el PRI está pensando seriamente en recomponer la agenda ante el destape oficial del PRD a favor de nuestro paisano Andrés Manuel López Obrador.

En Tabasco no se puede olvidar —los tabasqueños lo saben bien— que el “efecto López Obrador” arrebató en el pasado reciente todas las posiciones de elección federal, la mayoría de los municipios y el Congreso del Estado.

Recomponer, en vez de mantener inactividad política, es una respuesta necesaria para preparar una campaña que tendrá que luchar contra el voto del paisanaje que Andrés Manuel López Obrador representa, que si bien para el posible candidato presidencial priísta no significa la debacle electoral, sí pone en riesgo para el PRI la elección de gobernador, presidentes municipales y diputados locales en Tabasco, amén de las curules y escaños federales.

Así, el anuncio de Graham Zapata viene a colocar al PRI en posición de acelerar la postulación de su candidato. Se da por hecho que ésta, por las actuales circunstancias, se dará entre el propio actual secretario de Salud y el ex secretario de Gobierno, aunque no se descarta a Jesús Alí, a pesar de que es un rumor creciente que la reunión de éste con Luis Felipe Graham ha sido uno de los factores para que éste saliera al frente de la batalla electoral.

Graham Zapata es considerado el más cauteloso de los aspirantes a la gubernatura. Incluso se llegó a pensar que la prudencia que ha demostrado era una especie de miedo a cometer errores. Su anunciada intención de separarse de la comodidad del cargo —que en mucho le ha ayudado a tener una amplia clientela electoral— es una prueba de que ha decidido manifestarse agresivo en esta lucha política, abandonar la cautela y la inercia que el propio cargo le obligaba e ir hasta el final.

Declarar que no tiene un plan “B”, que no va en busca de otras posiciones políticas revela, también, que está dispuesto a mantenerse a la cabeza del grupo político que le apoya en sus aspiraciones.

En realidad el PRI tiene, con esto, la oportunidad, también, de recomponer el proceso interno de selección que ha sido manoseado a tal grado que ha perdido seriedad, primero con la inclusión en la lista de los diez de gente que ninguna oportunidad tienen de ganar una elección, gente como Cuco Rovirosa o el doctor Mier y Terán, que más parecen una burla que una participación sería entre pares, entre iguales.

LADO CLARO

La inclusión, a última hora, de otros tres nombres de aspirantes priístas, muestra el grado de caricatura política al que se ha llevado la selección. Esto en vez de abonar por la unidad provoca mayores compromisos con los grupos políticos que buscan tajada en el reparto de cargos.

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