(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Seamos optimistas
Seamos optimistas: dejemos el 2010 creyendo que en el 2011 nos irá bien.
¿No será eso lo mejor?. ¿O qué ganamos con pensar –o creer—que en el 2011 nos irá como en el 2010 o peor aún?. Seamos optimistas, pues.
¡Qué otras nos queda!. ¿O a poco queremos amargarnos la vida desde ahora en vez de darnos algo de esperanza de que las cosas no solamente no seguirán tan peor sino que mejorarán?.
2011 no puede –¡no debe!— ser tan malo como 2010. Ni lo merecemos ni lo aguantaremos los tabasqueños. ¿O acaso sí?. Así que pensemos en positivo (¿qué ganamos con darnos por derrotados o con pensar que no nos irá bien?).
Démosle cabida al optimismo: en 2011 será otra historia (aún habiendo la inundación de rigor); no nos irá ni igual ni peor que en el 2010, sino ¡mejor!.
Soñemos con un Tabasco mejor en el 2011. Pensemos optimistamente. Creamos que en verdad no sólo nos puede ir bien en ese año –esto es, a partir de la semana próxima ya—sino que nos irá bien.
Es cierto que llevamos varios años –no tres o cuatro, ni cinco o diez, sino casi veinte— en que a la generalidad de tabasqueños no le ha ido bien en nuestro estado. Muy cierto.
Al cabo de esos años los tabasqueños han sufrido un permanente proceso de empobrecimiento -¿no acaso, según datos del INEGI en Tabasco viven más de seiscientos mil pobres?--, de inseguridad, de falta de empleo, con niveles de vida cada día de menor calidad, etcétera, como es bien sabido por todos.
¿Cómo pensar que en 2011 nos irá bien si en 2010 y todos los años anteriores a éste nos fue mal?, ¿cómo recuperar el optimismo y la confianza en que ahora sí no nos va a ir mal, y menos aún peor?, ¿cómo hacernos a la idea de que de pronto estaremos de regreso al “edén”?.
Pues es difícil decir cómo. No obstante debemos pensar que podrán haber maneras de que en 2011 no nos vaya como en el 2010, ni como en años anteriores, sino todo lo contrario, muy bien, o cuando menos moderadamente bien (para no abusar del optimismo).
Vamos a pensar que en 2011 nos irá bien a los tabasqueños. ¿Qué perdemos con hacerlo? (total, si nos va mal pues ni modo). Lo importante es no perder la fe, la esperanza, la ilusión, de que al fin nos llegue la época de las vacas gordas (o cuando menos que ya éstas no sean tan flacas).
Vamos a creer que en 2011 no nos irá tan mal. ¿Sale y vale?.
fcoperalta@hotmail.com
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