lunes, 27 de septiembre de 2010

Heraldo Político: Juan Ochoa Vidal / Columna / Sep 27

(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)




Granier: bailar con la más fea

Andrés Granier pasará a la historia como el gobernador al que le tocó dar la cara ante las más severas adversidades de diverso tipo registradas en más de medio siglo:

Desde lluvias e inundaciones que se repiten en intensidad cada cincuenta o sesenta años más allá de lo que se ha dado en llamar cambio climático, hasta la descomposición social que se traduce en una irrupción delictiva traducida en violencia sin precedentes, desde que a alguien se le ocurrió declararle la guerra al crimen organizado sin estar preparados para ello.

A la par, es el tiempo en que estalla el resentimiento colectivo al cabo de 28 años de políticas neoliberales que se han traducido en un deterioro imparable de la calidad de vida de la mayor parte de la población, no sólo de Tabasco, sino de todo el país.

Es la hora, asimismo, en que el régimen de instituciones parece quedarse sin respuestas eficaces ante las demandas sociales, por la crisis de presupuesto, por el efecto potencializador de los problemas desde una perspectiva colectiva mejor informada -y a la vez desinformada, ¡vaya paradoja!- como nunca.

Cuanto sucede por el impacto del desfogue de presas, es ilustrativo respecto de cómo las cosas se complicaron, tan sólo en ese aspecto, en poco más de treinta años:

A finales de los setentas e inicios de los ochentas, los habitantes de Centla, Nacajuca, Centro, Jalpa, Cunduacán, Cárdenas, Reforma y Huimanguillo se enteraban de que la presa de Malpaso tenía un desalojo extraordinario de 500 o más metros cúbicos de agua por segundo, sólo porque de repente crecían los ríos y se inundaban pantanos y potreros.

Empero, prácticamente no había población alguna afectada, porque las zonas bajas, los vasos reguladores, no estaban habitados. Tabasco 2000 comenzaba a poblarse y en Anacleto Canabal, por ejemplo, había pequeños ranchos o quintas cuyos moradores de antemano conocían y aceptaban su destino cíclico. Del otro lado de la ciudad, eran recurrentes los desbordamientos en las Gaviotas y lo que ahora se conoce como La Manga.

Curiosamente, fue el experto en el tema hidráulico, Leandro Rovirosa Wade, quien auspició, quien promovió muchos de esos asentamientos, tal como su antecesor Mario Trujillo García lo hizo en el caso de, por ejemplo, El Espejo.

¿Por qué debiera responsabilizarse ahora a Granier del hecho de que más de la mitad de la población de Villahermosa y la zona conurbada de Nacajuca resulten afectadas cuando el sistema de presas tiene que soltar altos volúmenes de agua? Ni siquiera tiene en sus manos el manejo de dichas presas. Y el Plan Hídrico es competencia federal.

Por otra parte, hay quienes cuestionan a la actual administración por no haber implementado desde enero de 2007 un riguroso esquema de austeridad por el cual no habrían existido los apoyos sociales que debieron desaparecer en abril de este año. Dicen los detractores de Granier que se incurrió en un grave derroche de recursos públicos que colocó al gobierno en situación de quiebra financiera.

Para comenzar, la idea inicial de esos apoyos sociales tiene sus orígenes en esos mismos detractores; específicamente, es aplicada por Andrés López Obrador como jefe de Gobierno de la ciudad de México. Aquí la ofreció en precampaña, a inicios de 2006, el abanderado del PRD para la gubernatura, César Raúl Ojeda.

Cuando Granier asume la candidatura priísta, se compromete a implementar como gobernador esas ayudas, porque tal era ya una demanda sentida por los potenciales electores. Al llegar al cargo en enero, el Químico no se puede echar para atrás: cumple y mantiene los apoyos, hasta el primer trimestre de este año cuando las finanzas estatales ya no lo permitieron.

¿Le vamos a echar la culpa a Granier no sólo por las inundaciones y por los problemas de dinero que tienen que ver con los fuertes recortes presupuestales aplicados por el gobierno federal, sino también por la violencia delictiva?

La guerra contra el crimen organizado la declara Felipe Calderón por los compromisos de su gobierno con el régimen de Washington. En el vecino país, que es el más alto consumidor de drogas en el mundo, no quieren asumir el costo de sangre, que en México ya se traduce en más de 28 mil ejecuciones. Tabasco no es una isla. Forma parte de un Pacto Federal y estamos dentro del pleito, querámoslo o no.

Sí. Como lo planteó el pasado jueves Humberto Mayans Canabal:

A pesar de las dificultades que ha tenido que enfrentar Tabasco durante cuatro años consecutivos, Granier ha sabido responder con trabajo y resultados a las expectativas que tenía la población sobre su mandato.

El arrojo y determinación del Químico han permitido que Tabasco siga de pie, incluso en contra de todos los pronósticos que se tenían por los graves daños que ha padecido la población, a causa de las afectaciones a su patrimonio y las pérdidas que los fenómenos naturales causan a las actividades productivas, entre otros problemas.

“Granier es un hombre de gran carácter, con un gran liderazgo social y está trabajando por Tabasco para sacarlo adelante a pesar de la tragedia”, precisó Mayans en declaraciones al término de una conferencia que con motivo del Bicentenario organizaron la Secretaría de Gobierno y la Universidad Olmeca.

En este punto, no debe pasar desapercibido otro hecho: el compromiso de Mayans con quien además de ser su jefe es su amigo, y con quien comparte desde hace muchos años el mismo proyecto, que es el de lograr que Tabasco supere las adversidades y se reencauce hacia mayores niveles de desarrollo, con mejores oportunidades para todos los habitantes de esta tierra.

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