jueves, 30 de septiembre de 2010

Para Usted: Mario Gómez y González / Columna / Sep 30

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)

FCH y CFE inundan a Tabasco

El pasado 7 de septiembre, durante la evaluación de zonas afectadas que encabezo Calderón en Tabasco, Alfredo Elías Ayub, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), presentó un intento de justificación de la tremenda inundación que están provocando a miles de indefensas familias tabasqueñas.

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Inicialmente explicó la situación de las presas en Tabasco. Dijo que las lluvias en los meses de julio y agosto habían sido extraordinarias. Que este último mes tuvo el más alto registro en la historia, más del doble del promedio que se tenía. Dijo que desde que vieron venir esa situación convocaron a un grupo de consulta de alto nivel, integrado por el Instituto de Ingeniería de la UNAM, el Instituto de Tecnología del Agua, la Secretaría de Marina, La Comisión Nacional del Agua, la CFE y un grupo de ingenieros independientes, para darle seguimiento a la evolución de la situación de El Grijalva. Dijo que todos coincidían que septiembre sería un mes más lluvioso que el promedio histórico.

Dijo Elías Ayub, que Calderón le había dado instrucciones y lo había comentado con el gobernador del estado, de planear y tomar las medidas conducentes, por si esta situación se llegara a presentar. Para ver cómo íbamos se hizo una cuenta estadística de los escurrimientos de los primeros días de septiembre, y vimos que seguíamos por arriba del máximo histórico.

Para tener precauciones adicionales, veníamos operando, dijo, la presa de Malpaso con mucho margen adicional al margen que recomendaba el Comité de operación hidráulica. Hacia el mes de mayo traíamos cerca de cinco mil millones de metros cúbicos adicionales a los nueve mil que debemos de traer para estas fechas, es decir 14 mil millones de metros cúbicos en capacidad de almacenamiento. Y hacia el mes de julio, que fue cuando empezó a llover fuerte, traíamos más de dos mil 200 millones de metros cúbicos adicionales a los 12 mil que exigía la curva guía.

O sea que entramos -siguió diciendo-, con mucha capacidad de almacenamiento a la temporada de lluvias. Aún así, en el momento en que empezamos a ver que aumentaban las lluvias, empezamos a maximizar la generación de electricidad, o sea, a desalojar las presas generando electricidad. Podemos ver que en julio de 2010, la generación en el Grijalva fue 52 por ciento, superior al promedio de los últimos 10 años, mientras que en agosto fue 54 por ciento superior. Es decir, en el momento que vimos que empezaba a entrar agua, maximizamos la salida de agua sobre este espacio adicional que teníamos.

Dijo que veían que ya se había rebasado el nivel máximo ordinario y se acercaban al nivel máximo extraordinario, situación que se tenía que evitar a como diera lugar. Esta es la mayor justificación técnica que mostró el funcionario para instrumentar la estrategia que tiene inundados a miles de familias tabasqueñas.

Siguió diciendo Elías Ayub, que veían que la presa La Angostura seguía subiendo de niveles, y que la presa de Malpaso, en donde venían con un espacio muy importante de almacenamiento, la curva había tomado una inflexión en el mes de julio y empezaba a subir muy rápidamente, cruzando la curva guía. Aunque en Malpaso todavía tenían espacio por abajo del nivel máximo de operación. Lo que permitirá a partir de esa semana, empezar a pasar agua de Angostura a Malpaso, para que Angostura tenga espacio para resistir un evento extraordinario. La presa de Peñitas, dijo, que es la salida del sistema, se está operando al nivel mínimo para poder tener toda la capacidad adicional.

Estamos iniciando a comentar en el comité de expertos, -siguió diciendo-, una manera diferente de operar Peñitas. En donde sin generar electricidad, podamos bajarla aún más, sacando agua por los vertedores. Esto nos daría un espacio adicional, que nos permitiría aguantar una avenida extraordinaria en la propia cuenca de Peñitas. Dijo que tenían la preocupación de que del 30 de agosto al 6 de septiembre, de la capacidad disponible que nos quedaba en todo el sistema, se ocuparon mil 300 millones de metros cúbicos, es decir, casi el 20 por ciento de la capacidad disponible se ocupó en una semana.

Comentó que el Comité de Expertos realizaba cuentas muy cuidadosas de cómo podían o cómo debían manejar el Sistema de Presas de El Grijalva. En ese momento, se tenían almacenados 22 mil 500 millones de metros cúbicos. Agua que las presas habían retenido evitando que llegaran a la Ciudad de Villahermosa. Quedaban disponibles cinco mil 800 millones de metros cúbicos, más el agua que saquemos de aquí al final de octubre.

Finalmente comentó: Si nosotros continuamos a un ritmo de extracción de dos mil metros por segundo, podemos ver que tenemos una capacidad de almacenamiento de los cinco mil 800, más nueve mil 600 que saquemos, o sea, 15 mil 400 que, prácticamente, nos permitiría acomodar los escurrimientos máximos.

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