PODREDUMBRE
Alertado por la ola de corrupción que su antecesor Omar Komakai Cellin, había dejado en la Comisión Nacional del Agua, y por el consecuente “golpeteo” en algunos medios de comunicación previo y posterior a su llegada, recibimiento que no le fue nada agradable, Jorge Octavio Mijangos Borja, decidió cortar por lo sano, realizando una depuración a medias en la delegación de la Conagua que de nueva cuenta deja entrever actos de corrupción, aunque más sofisticados.
Ante los señalamientos de corrupción por parte del ex-delegado komukai Puga, de Sergio Soto Priante, subdirector de Infraestructura de la Conagua, de Isidro Gaytán, gerente de protección a centros de población, señalados como prestanombres de la empresa veracruzana Submahreler que realizó obras para la Conagua y del empresario constructor favorito de esa dependencia, José Rubén Ferrer del Río “golpeado” en forma inmisericordemente por otro grupos de constructores que no recibían la tajada del pastel, Jorge Octavio Mijangos Borja, optó por solicitar el cambio de algunos funcionarios de la delegación presuntamente confabulados en toda la trama de corrupción de su antecesor, y procedió a traer a algunas de sus gentes de confianza que trabajaron a su lado en la delegación de Conagua en Guerrero, optando por transparentar las licitaciones de las obras públicas para entregárselas a empresas constructoras tabasqueñas como un fuerte reclamo por parte de la propia Cámara Méxicana de la Industria de la Construcción, delegación Tabasco a cargo de José Luis Yañez Burelo.
Es decir, en la práctica, Jorge Octavio Mijangos Borja hizo lo correcto, buscó desterrar todo acto de corrupción que le pegara de lleno, buscó validar la transparencia en la adjudicación de las obras apoyando en la CMIC, pues sin recibir el beneficio de la duda desde antes de su llegada ya se había iniciado el golpeteo, acusándolo de actos de corrupción en la delegación de Guerrero, que posteriormente desmintió, por eso cuando hace una semana fue acusado públicamente de favorecer algunas empresas que presuntamente fueron rechazadas en la licitación pública que se dio a conocer el 20 de agosto pasado, para realizar el desazolve del cauce piloto del rio Samaria en cuatro tramos en los municipios de Jalpa de Méndez, Cunduacán y Nacajuca, inmediatamente salió a exigir que los denunciantes presentaran las pruebas para actuar en forma inmediata.
Jorge Octavio vino a reivindicarse a Tabasco, y como un hombre de buena fe creyó en los constructores tabasqueños, sin darse cuenta que estos están divididos y que como fieras sedientas de sangre se pelean palmo a palmo el botín económico; por eso, de primera intención creyó en su amigo el ingeniero Pavón, quién además de rentarle una casa de su propiedad, inmediatamente organizó una cena para presentarle al constructor Humberto Bermúdez Requena y otros, la parte contraria de los otros constructores que trabajaron con Omar Komukai, y por eso el “golpeteo” en su contra se intensificó, porque Bermudez ha resultado favorecido con algunas obras por parte de la Conagua, amén del error fundamental que el delegado cometió al dejar pasar una obra a favor de Manuel Ordóñez Galán, recalcitrante cuestionador del gobernador Andrés Granier Melo.
Actuando de buena fe, Jorge Octavio Mijangos dejó que la CMIC que dirige José Luís Yañez Burelo, fuera la gran electora de las empresas tabasqueñas que podrían trabajar para la Conagua, pretendiendo de ésta forma hacer más transparente las licitaciones públicas de la mayoría de las obras (porque otras han sido adjudicadas en forma directa) y con ello, participara el mayor número de empresas tabasqueñas, dejando fuera a la de otros estados que sí favoreció Komukai, pero eme aquí que dejó un gran boquete por donde las tranzas se están realizando en forma indiscriminada, y el mismo Mijangos ni siquiera ha reparado que ahora los verdaderos truhanes, los que están recogiendo dinero sucio pidiendo el diezmo a la mano está precisamente en las entrañas de la misma CMIC que debería ser garante de transparencia, honestidad y pulcritud, pero en realidad son más de lo mismo, porque están actuando en forma deshonesta, aunque quienes realizan las tranzas ya son chuchas cuereras en esto de los robos en despoblado y buscan no dejar huellas de su rapiña.
El delegado de la Conagua, Mijangos Borja, tiene al enemigo en casa, de buena fe dejó que el mismo dirigente de la CMIC, José Luis Yañez Burelo, ratificara en el cargo de coordinador de enlace entre la Cámara y la Conagua a Saúl Vera Ochoa, un pillo de siete suelas que ya estuvo con Omar Komukai Puga, y quien directamente es el encargando de asignar los tramos de costalería que se colocaron a lo largo de los ríos y que se siguen colocando en otros afluentes, y quien se está hinchando de dinero, cobrando a la manos para asignar tramos de cien mil costales, y los entrega a quienes se están cayendo con su lana.
El mismo Saúl Vera Ochoa, encabezó una campaña de desprestigio en contra del delegado de la Conagua, para evitar su remoción contando obviamente con la complicidad del dirigente de la CMIC, José Luis Yañez Burelo, filtrando datos claves de las adjudicaciones y los contratos directos asignados por la delegación de la Conagua para “ablandar” a Jorge Octavio Mijangos y éste se apoyara a un más en la Cámara de la Construcción, por lo que el control de las asignación de obras y la colocación de la costalera está en manos de Saúl Vera Ochoa, quien hizo lo mismo en el periodo de Omar komukai, y ahora sigue con las mismas prácticas corruptas.
Cuenta un empresario, cuyo nombre se reserva, que aún cuando ya había terminado de colocar los cien mil costales, que es el tramo que le fue asignado de tarea en uno de los afluentes de la ciudad, y aún teniendo la capacidad para seguir realizando ese trabajo pues la escasez de costales y arena es evidente, lo hicieron dar vueltas y vueltas, y hasta que finalmente se arregló con Vera Ochoa por varios miles de pesos que soltó a la mano y en forma inmediata, fue como le asignaron un nuevo tramo de cien mil costales que también ya concluyó en espera del visto bueno de éste gánster de la CMIC.
En realidad, ahora los negocios sucios de la contingencia, no lo está haciendo el delegado de la Conagua, sino que directamente Saúl Vera Ochoa en representación de su dirigente José Luis Yañez Burelo están haciendo el gran negocio de su vida, mientras que Jorge Octavio Mijangos Borja que quiere hacer las cosas bien, y que ha instruido a su personal a no recibir sobornos, en forma ingenua están siendo embarrados desde la misma CMIC Tabasco, porque Vera es mandadero de Yañez.
Mientras Mijangos se cuidó de no hacer lo mismo que su antecesor, de no cometer actos de corrupción, de no pedir dinero a la mano, de no pedir caballos, bienes inmuebles en pago a una probable licitación, de no entregar las obras a empresas fuereñas, sino que todas fueran tabasqueñas, una camarilla de la CMIC encabezado por su dirigente y llevando como cobrador de la mafia a Saúl Vera Ochoa, realizan grandes negocios con las obras, porque ahora ellos palomean y vetan a quien se les plazca la gana.
José Rubén Ferrer del Río, debe de estar arrepentido de haber patrocinado económicamente la campaña de José Luis Yañez Burelo para que llegara a la dirigencia de la CMIC, creyendo que su “amigo” iba a respetar los tratos, iba a sostener los acuerdos para nuevas obras, pero se equivocó y es que la mafia de la CMIC aprovechando la contingencia y la buena fe del delegado Mijangos, siguen prohijando la brutal corrupción en la Conagua, aunque ahora todos los diezmos se cobran afuera. Vera golpea periodísticamente al delegado de la Conagua y luego le va a vender los favores, de eso hay pruebas.
OJITOS
José Juan Cruz Cadena, dirigente de la CNC Tabasco, y “líderes” de los 17 municipios, amenazan con tomar la delegación de la Conagua hoy lunes so pretexto de las inundaciones. ¿A cambio de qué?, ¿quiere motivar un enfrentamiento con la Federación? Vaya, cabecita loca.
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