Armagedón
“Despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos...”
Efesios 4:22
Buenos deseos presidenciales...
Alfredo A. Calderón Cámara
Publicado en el Diario Novedades de Tabasco
Enrique Peña Nieto cumplió 49 años el pasado 20 de julio, se tomó la foto con mujeres y lanzó su mejor deseo de cumpleaños: “que México sea un país mejor”. El cumplimiento y la responsabilidad de su deseo ésta en sus manos. Pero el mayor problema de México es que Peña Nieto no sabe ni conoce al pueblo de México que se encuentra en las peores condiciones de pobreza, sus deseos de dan entre sábanas blancas de seda y perfumes caros lo cual le impide mirar cara a cara la realidad que más de 60 millones de mexicanos enfrentan día a día con hambre, con un hambre perra que les hace ver visiones no buenos deseos presidenciales. Los buenos deseos en nada ayudan a esos pobres, tan pobres que el hambre les afila las orejas; por eso, va estar difícil que Enrique Peña pueda cumplir su deseo, por lo que, deberá olvidarse de parte de los pobres de un pastel con velitas, de jugo de naranja con champaña y de ese relojote modelo Mickey Mouse.
En pocos años Peña Nieto a puesto de cabeza al país, todo es más caro y las miles de mentiras de la clase política se estrellan contra la más cruenta y espantosa realidad que la sociedad mexicana hay visto o imaginado alguna vez. La Reforma Energética hasta el momento ha sido una grotesca falacia en la que se mintió a todo el pueblo, la gente todos los días paga la gasolina más cara y la luz horriblemente sube todos los días oprimiendo al pueblo de México y eso va contra los buenos deseos presidenciales de un Peña Nieto que ni siquiera logró sostener el pastel de cumpleaños, sino que la rebanada que se iba comer se le cayó. Imagine lector, Peña Nieto desea un mejor país, cuando emprendió un golpeteo sistemático contra la clase obrera, muy sutil e incorpórea pero persistente e inmutable, las víctimas: miles y miles de obreros en funciones y jubilados de CFE y PEMEX, sin hacer alardes Peña Nieto ha doblado los líderes sindicales nacionales, reformando las cláusulas claves de sus contratos colectivos de trabajo, estrangulando a los obreros sin hacer el menor gesto de compasión aunque de antemano sabe que dañará a cientos de miles que apenas tienen para sobrevivir.
Los buenos deseos de Enrique Peña de “que México sea un país mejor” se estrellan contra sus políticas económicas de llevar al peso mexicano a caer y pagar 16 a uno frente al dólar. “La fe sin obras es muerta”, a los buenos deseos habría que añadirle un poco de beneficios, no a las decenas de empresas multimillonarias a las que todos los días les condonan millonarios impuestos, sino a millonarios ciudadanos de a pie que le dieron el voto y a quienes debería de cumplir su palabra y dejar de realizar la persecución hacendaria que tan rígida, insensible e inclemente ha sido desatada y persecutoria contra la gente. El mexicano de a pie al que apenas cobra y ya se le acabó la quincena –ese- no cree en los buenos deseos presidenciales. Ese que no tiene esperanza de vacacionar ya no digamos en Inglaterra visitando a la monarquía inglesa o de pérdida en Francia; bueno, no tan alto, más abajo, quizás en los balnearios de Oaxtepec, ese mexicano, tampoco cree en los buenos deseos de Peña Nieto. Y por último, Tabasco que sigue esperando los proyectos y recursos para sus seis distribuidores viales que ni siquiera están en las neuronas del presupuesto; por lo tanto, Tabasco tampoco cree en los buenos deseos presidenciales…
EL SEPTIMO SELLO
Dudar de una persona que tiene buenos deseos cuando su accionar dice todo lo contrario, resulta natural. Quizás Enrique Peña lo haya dicho de corazón o quizás sea una forma de salir en la foto; de una u otra forma, a pocos importa los buenos deseos presidenciales…
LA SEPTIMA TROMPETA
Bueno, Tabasco lo único que entiende en esta realidad tan bienaventurada para México, a esta tierra no le han cumplido la palabra empeñada. Ni la cumplirán. También puede revisar esta columna en el portal http://www.elimparcialdetabasco.com/. A sus órdenes al teléfono 99 33 18 21 65…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.