Un panorama de la Educación mexicana.
Lo que pueda afirmarse o controvertir acerca de la educación, será signo de lo vital que sus procesos significan en la conformación del ser humano como líder en su entorno vital. Única forma de incursionar, con herramientas adecuadas, en la vida de relación e interacción social. Para ello requiere de la apropiación y manejo de competencias, por lo general adquiridas de manera escolarizada. De allí la escuela como eje del proceso.
En ella, receptáculo y núcleo de la acción educativa, confluyen energías de su entorno –a través de padres de familia- junto a la tarea primordial llevada a cabo por docentes. Sin su concurso comprometido, poco se puede hacer con los alumnos para hacerles líderes y empoderarles de su realidad y evolución.
Es bien conocido que toda actividad humana –más aún la educación- requiere evaluaciones que certifiquen el nivel de preparación de quienes en ellas participan. Así ocurre con gremios de profesionistas en su mayoría y ahora con quienes nos dedicamos a la enseñanza como ruta de existencia.
Pero mientras en otras profesiones, análisis y comparación entre unos y otros se hace en base a niveles de formación y exámenes de condición y conocimientos; en el magisterio del Planeta, la calificación se determina, además de la cuantificación y calificación de estudios especializados, en función de resultados en el manejo de conocimientos, habilidades y competencias, por los grupos de alumnos que son atendidos en el aula.
A ello se refiere la prueba Enlace, que alguna vez se revisará por los países latinoamericanos que interactúan en el Programa Regional para América Latina (PREAL) de UNESCO, para definir visiones y enfoques de política educativa, acordes con la idiosincrasia del subcontinente. Entretanto, el liderazgo de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y sus referencias teóricas y políticas, analizarán la educación.
Con dicha salvedad, conozcamos el Panorama de la Educación 2011, que la OCDE presenta, con apreciaciones de valor importantes, afirmando que “se han duplicado los logros en educación media y superior en las últimas cinco décadas”, así, en el nivel superior: 9.8% de quienes ahora tienen entre 55-64 años alcanzaron educación superior, en comparación con el 20.2% de entre 25 y 34 años de edad. Los niveles de logro en media y superior, son más bajos que Chile, y menores que Brasil para media superior. “Si bien la brecha en los niveles… entre México y la OCDE se ha reducido, aún es grande” .
Por otro lado, “prácticamente todos…en edad de 5-14 años están matriculados en escuelas”, igual en que OCDE. Pero la población de esta edad se reduce a partir de 2007, dejando el a México el desafío de proporcionar educación a los jóvenes, que habrá en algunas décadas, y aumentar inversión por estudiante. Complejo problema cuando nuestras tasas de graduación, en media superior (45%) son las segundas más bajas, después de Turquía, y sólo 52% de sus estudiantes concluyen, frente a 68%, promedio, en OCDE.
Sólo el 52% en edad de 15-19 años están matriculados; cifra baja frente a Brasil (75%), Chile (73%) y la media de la OCDE (82%). El 11% de los mexicanos 20-29 años, en Chile (23%), Brasil (21%), y en OCDE (26%). Esto se agrava cuando 18.4% de jóvenes entre 15-19 años sigue inactiva y 25% entre 25-29 años no reciben educación y están desempleados, o no forman parte de la fuerza laboral, solamente detrás de Turquía e Israel.
Los niveles de inactividad dependen, en buena parte, de diferencias de género: mujeres (15 a 29 años) que no reciben educación y están desempleadas o no integran la fuerza laboral es 3.6 veces superior a la de los hombres. Contraste que aumenta con la edad: mujeres inactivas (15a9 años) es 2.3 mayor que la de los hombres; (20a24) aumenta a 3.9 y a 5.1 veces, de 25 a 29 años, situación que casi duplica la de Brasil y es la más alta entre países analizados en Panorama de la Educación 2011. Preocupa que la brecha de género en empleo sea grande para mujeres con educación superior (programas teóricos) o diplomas de doctorado o maestría (16% más baja que la de los hombres con nivel educativo similar). 4° brecha más grande en OCDE, detrás de Corea, Japón y Turquía.
El presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, advirtió que se han producido las “primeras señales” de contagio de la crisis de la eurozona y Estados Unidos a los países emergentes y en desarrollo, y alertó sobre los riesgos que esta situación podría tener para la economía global. El BM afirma, que mejorar las políticas de género puede impactar en forma favorable la productividad en las naciones, en particular las en desarrollo.
En México conviene apreciar que el logro educativo y el desempleo no están tan vinculados como en otros países, donde adultos con título universitario tienen menos probabilidad de desempleo y fueron menos afectados por el desempleo entre 2008 y 2009. La diferencia en tasas de desempleo entre población con nivel superior y por debajo del medio superior, están entre las más bajas en la OCDE. La proporción de población empleada con educación superior es 20% mayor que la que no ha alcanzado educación media superior.
El aumento del desempleo (2008-2009) dependió en menor medida del nivel educativo, en México que en otros: para personas con nivel inferior al de educación media superior fue 1.6% y para trabajadores con educación superior, el aumento fue de 1%. Ello contrasta con la media en la OCDE de 2.8% para trabajadores con nivel educativo menor y 1.1% más para aquellos con nivel educativo superior. En ello cuenta la reserva de población inactiva.
Un asunto a considerarse es la escasez de programas de orientación profesional para el mercado laboral. Solo 1% en orientación profesional para la educación superior, 8% abajo de la media de OCDE y de las más bajas entre países integrantes. Razones: baja inversión en formación profesional por parte de empresas y en estudios de orientación profesional. La participación en formación profesional es elevada en educación media, pero por debajo de OCDE en media superior (9% en México, 43% en OCDE).
Resalta el desempeño de estudiantes. México estableció meta de desempeño para un promedio-país, combinado, de 435 puntos en lectura y matemáticas para 2012. También está entre países con mejoras continuas en resultados de la prueba PISA. Entre 2003 y 2009 los resultados de lectura aumentaron de 400 a 425 puntos y están asociados con altos tiempos de enseñanza dedicado a lectura, escritura, y literatura –el 30% en comparación con la media de OCDE del 23%- el segundo más alto después de Países Bajos.
En matemáticas, el desempeño de México continúa mejorando -385 puntos en 2003, a 419 en 2009-. Si bien está menos afectado por el entorno socioeconómico. La diferencia en estatus socioeconómico, de acuerdo al índice de Estatus social, cultural y económico de PISA, aparece entre escuelas, y no dentro. Muestra nivel de integración bajo, entre estratos sociales dentro de escuelas y segregación entre establecimientos escolares; a diferencia de los otros países de OCDE y del G20 (excepción de Indonesia).
Una de las razones que llevan a los padres a elegir escuela es el nivel de la institución. Existe la percepción, que las privadas dan mejor educación. En OCDE, en promedio el desempeño entre públicas y privadas, favorece a las segundas. Sin embargo, tras considerar el entorno socioeconómico, tanto de escuelas como de estudiantes, la diferencia se invierte a favor de las públicas. Cuenta que el gasto por estudiante es cada vez mayor, generando oportunidades para mejorar desempeños. México aumentó su gasto en 17% (2000-2008), debajo de la media de OCDE del 34%.
Como proporción del PIB, la inversión en educación aumenta hasta la media de OCDE (3.7%). En educación media, la diferencia se debe principalmente al tamaño de las clases, mayor que la media (28 estudiantes frente a 24) ocupando 8º lugar entre 31 países. El gasto por estudiante en educación superior es 3.3 veces mayor que el de primarias, 2ª proporción más grande después de Brasil, que gasta 5.4 veces más en un estudiante de educación superior que en uno de primaria. En términos absolutos, la inversión anual por estudiante para todos los niveles es de USD 2,284, cuarta parte de la media de OCDE y similar a otros países de América Latina: Argentina, Brasil y Chile.
La educación se afecta por razones fiscales. En cuanto a porcentaje del PIB estamos cerca de la media de OCDE del 5.9%. Pero México tiene el gasto público total más bajo, como porcentaje del PIB (24%) en tanto en la OCDE dicho gasto representa, en promedio, 43%. Teniendo en cuenta el gasto público bajo, la inversión en educación representa 20.6% del gasto público, la mayor proporción de la OCDE y un esfuerzo presupuestal considerable.
Ojala la revisión del Presupuesto para el 2012 sea pauta para los ajustes que requiere la política fiscal, abriendo nuevas perspectivas a la inversión en educación, factor universalmente reconocido por sus resultados sólidos y perennes en la búsqueda del bienestar colectivo y personal.
Correo electrónico: v_barceló@hotmail.com Puebla, Pue. 25-Sep-2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.