sábado, 10 de septiembre de 2011

Doble Filo: Homero T. Calderón / Columna / Sep 10

(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)

Septiembre, mes del charro

"Echar charras" es en México, un refrancillo muy popular. Se refiere a ese humor que entre faena y faena, entre suerte y suerte, los charros relatan sus proezas. Es un humor que pocos comprenden si no se está en el ambiente de estos hombres tan mexicanos. Esto lo aprendí un buen día de un charro de Palenque, Chiapas, Marcos Domínguez. En la final de uno de esos torneos pasados por agua que en Tabasco se dan de manera casi a diario cuando termina la canícula y empieza el mes de septiembre. Los hombres de campo del sureste lo saben. Usted puede hacer los planes más osados y temerarios pero a la hora de la verdad, los aguaceros llegan y aquello se suspende porque se suspende. Bien, contaba Marcos Domínguez, mientras se apaciguaba el cielo, que un buen día un charrillo que apenas despuntaba por los quince años, empezó a tener calenturas de primavera. Es decir, quería casarse. Tenía una noviecilla tan esmirriada como él, que le pidió que se casaran. Ipso facto, fue con su mamá a la que refirió sus planes. Pero lo estaba oyendo su padre, un charro muy bragado y "arrecho". --¿Cómo que m'hijo se quiere casar? ¿Y con la Gaudencia? ¿No es ésta chamaca la hija de Aquiles Reyes y la Petrona? Lo siento, m´hijo. Si es esta muchacha, usted no se puede casar, ¡porque es m´hija! Nomás que no le di mi apellido, pero es m´hija, es su hermana, cabrón"… El charrillo sintió que le daban un garrotazo en la cabeza. Agachando la cebeza se fue a disipar sus penas llorando, mientras su mamá trataba de confortarlo. Unos meses más tarde, el chamaquillo volvió con su madre a la que contó que estaba enamorado de Gervasia, una chorreada de unos catorce años y que quería, si su mamá se lo permitía, casarse con ella. Su padre, atento, lo escuchó por casualidad y de inmediato lo atajó: --¿Qué? ¿No me diga usted que está refiriéndose a Gervasita, la hija de Herlinda, la que vive por el arroyo? No puede ser, m´hijo, esa muchacha es su hermana, es m´hija, aunque nunca la reconocí en el Registro civil"… El charrillo, de nuevo, sintió que le echaban chile amashito en la entrenalga. Lloró desconsoladamente. Nunca como ese día sintió que su destino era mejor matarse porque todas resultaban ser hijas de su "arrecho" progenitor (Cualquier parecido con "Gelo" López, el de El Golpe, es mera coincidencia). Fulminando con la mirada a su padre, que guardaba una sonrisita de conquistador de rancho, se perdió entre el monte para dar rienda suelta a sus cuitas. Muchos meses después pasó lo mismo. El charrillo llegó de nuevo con su madre a contarle que ahora sí, pasara lo que pasara, se casaría con Petronila Contreras, hija de un líder petrolero de Paraíso, nacido en Cantarranas, Tamaulipas. Esta muchachilla –decía el charrito- aparte de bonita tenía un tata con mucha lana. Mientras su madre lo escuchaba y aconsejaba llegó su padre y lo mismo de las otras veces: --"No m'hijo, no se puede casar con Petronilita, porque esa niña, sépaselo, descastado, es m´hija. Nomás que fue producto de amores clandestinos que tuve con su madre, la Rogaciana, que le soltó a este su padre "aquellito" después de una charreada… El charrillo, desolado y a punto del infarto, empezaba a llorar su desventura como las otras veces, pero su madre, entre encabronada y amorosa, lo llamó y le dijo delante del maldecido charro "cogelón": "A chingar su madre, m´hijo. Usted puede casarse con la Gaudencia, con la Pancha, con la Petrona, con la Gregoria o con la hija de la Rogaciana o la chamaca que se le da la gana porque a fin de cuentas, usted tampoco es hijo de su ´apá´"… Bien, este largo exordio me sirve para decirle que mañana domingo 11 de septiembre, en punto de las doce horas, mi compadre Manuel F. Ordóñez Galán, volverá a la actividad charra reinaugurando el Lienzo charro, "Carlos A. Madrazo". Lo reinaugura techándolo, para que nunca más en Villahermosa, los charros que vengan a competir contra nuestros charros, lo hagan batiendo lodo. Y echará la casa por la ventana celebrando no sólo el mes de la patria sino incluso dos fechas muy representativas. La primera, el día 14, con tres motivos. Esa fecha es el Día Nacional del Charro, es el cumpleaños 60 de mi compadre Manuel F. Ordóñez y –de pilón- la Asociación de Charros de Villahermosa, A.C., cumple 47 años de haber sido fundada. No terminan los festejos charros ese día. A partir del día 20 y hasta el 25 de septiembre, se celebrará el Primer Torneo Conmemorativo por Equipos, con la presencia de verdaderos trabucos charros como la Asociación "Cuauhtémoc", de Monterrey; Rancho "El Olivo", del Distrito Federal; los"Potrillos", de Tuxtla Gutiérrez; Los Charros de Tepatepec, Hidalgo; "Rancho las Palomas", de Puebla y 45 equipos más. Y con un remate de filigrana, durante tres días, se encerrarán para demostrar quienes son las mujeres más bonitas y bragadas, en el Primer Torneo Conmemorativo de Escaramuzas" (del 30 de septiembre al 2 de octubre), entre ellas la nuestra, la "Ixquelotla", campeonas de Tabasco. ¡Ya viniera, sombrerudos de todo el país!…¡Bienvenidos a Tabasco, la tierra de Dios y María santísima!...

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