(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Declinar ¿por qué no?
Enrique Peña Nieto es ya, de hecho, el candidato del PRI a la Presidencia de la República. Lo es no de ahora --o a partir de que se "destapó" tras dejar de ser gobernador del Estado de México-- sino de hace varios años. El es el candidato del PRI (o, si se prefiere usar un vocabulario más conservador, él lo será llegado los tiempos electorales). Ni quien le quite la candidatura, ni tampoco manera de que se le caiga. La candidatura priista es suya; de nadie más. Eso es por demás evidente. El proceso interno de su partido ya concluyó, y aunque no se haya proclamado a un candidato hasta el día de hoy (por cuestión de tiempos y formas) resultaría ocioso tratar de establecer un procedimiento para la nominación de quien representará al PRI en la elección presidencial, por qué éste carecería de todo caso. Sin embargo Manlio Fabio Beltrones --el otro "aspirante" a la nominación tricolor-- todavía mantiene su disputa por la candidatura; pide reglas claras, equidad, no cargada; propone un proyecto de gobierno (y da a entender que Peña Nieto carece de él). Manlio Fabio está disputando una candidatura que ya tiene "dueño", pidiendo reglas claras para un proceso interno que ya concluyó de facto y reviviendo aquello de "primero el proyecto, luego el hombre". El senador, pues, está fuera de tiempo y de lugar. Va por una candidatura que no está en juego, y por un proceso interno que se dará nada más de forma, por una consulta a las bases que no se dará y por reglas que no vienen al caso. ¿Cuál es el por qué de todo esto?, ¿por qué persistir en una contienda que ya está dirimida y en la que de darse no tendría la menor oportunidad de triunfo?. ¿Qué sentido tiene la tozudez del líder de la bancada priista en el senado?. Alejandro Moreno Cárdenas, senador priista, pide al coordinador de su bancada "declinar a sus aspiraciones presidenciales para contribuir a la unidad", "no prolongar su participación en la contienda interna si sólo pretende negociar cargos y espacios de último momento". Moreno Cárdenas responde, en buena medida, las preguntas antes planteadas: Manlio Fabio Beltrones se mantiene en la contienda (que no existe) no para ganar la candidatura (que ya tiene dueño) en parte --digámoslo así-- por protagonismo, pero también para sacar el mayor provecho a su adhesión a favor de Peña Nieto, que tarde o temprano tendrá que darse. Por la unidad del PRI, y porque su aspiración es casi imposible, Manlio Fabio Beltrones debía de declinar ya a favor de Enrique Peña Nieto. Además, ¿Qué sentido tiene mantener esa postura?. Aquí en Tabasco, aprovechando la conexión de un tema con otro, ¿no sería lo mismo que una buena parte de los aspirantes a la candidatura priista al gobierno de Tabasco --claro, de los que carecen de oportunidades de concretar su afán-- comenzarán ya a hacerse a un lado, para que la contienda priista se desarrolle en un piso más o menos parejo?.
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