(Publicado en el Diario Tabasco Hoy)
Los borricos de Criollolandia
Los sindicatos del magisterio en Tabasco han convertido nuestra educación en una divertida pachanga. En la sección 29 del SNTE, que presuntamente debiera ser una institución reguladora, conjuntamente con la Secretaría de Educación, hay una desvergonzada "hueva existencial". Usted puede comprobarlo con solo asistir al viejo edificio que alberga al sindicato. Es una vergüenza que los maestros, que sedicentemente educan a nuestros niños y jóvenes, puedan resolver sus broncas gremio-personales en medio de un nauseabundo muladar. Es el edificio más puerco y descuidado que usted haya visto. Las paredes, créamelo, recibieron la última mano de pintura quizá hace dos décadas; los pisos necesitan mantenimiento urgente o cuando menos que alguien se apiade de ellos y les de una barrida y una trapeada. ¿Dinero? Sobra. Pedro Estrada, su sedicente líder, uno de los hombres acaudalados de Tabasco. Las cuotas de los maestros son usadas prácticamente en su beneficio y –además- desde el gobierno le obsequian, hasta donde sé, porque ya deben haberle aumentado la mesada, cien mil pesos por colaborar. Y en el otro sindicato, el de Roger Arias García, ¡tiznó a su madre la lógica! Por eso los que lo impusieron -Jorge Luis Carrillo, Jorge Ordóñez, José Luis Amézquita y Moisés Valenzuela- le pidan que se vaya. Los avergüenza con su facha de ropavejero, de payaso público que se gasta indiscriminadamente los dineros de las cuotas de sus pendejitos compañeros. ¿Usted cree –lector lectora- que un tipo como Roger está pensando cómo educar a sus hijos en edad escolar? ¡Ingenuo que es usted! En cuanto a Diego Ánimas Delgado, recientemente nombrado por su organización (SITEM), delegado en Tabasco, pues habría que ver qué tiene pensado para resolver el problema coyuntural de la educación. Obviamente, esto no se queda aquí. Recientemente, mi periódico –el Tabasco HOY- publicó las últimas cifras del INEGI sobre nuestra educación en el renglón de adultos (El IEAT). Según estas, siguen habiendo en Tabasco ¡120 mil burros!, perdón, analfabestias. Estas cifras revelan que desde Roberto Madrazo para acá, se ha gastado una barbaridad para abatirlas pero estas (¡tercas y cabronas como una mula!), siguen ahí presentes para nuestro desdoro. ¿Qué quiere decir esto? Que Gerardo Bravata Pintado (primo precisamente de Roberto Madrazo), traído expresamente para mejorar el trabajo que dejó pendiente su antecesora, la maestra Jacqueline Villaverde, ha hecho en tres años y fracción un trabajo totalmente mediocre e ineficiente. Preocupa lo anterior y por eso pregunto: ¿en qué ha gastado el IEAT todo el dinero que le dan? ¿Se fue a alimentar alguna campaña política? Preocupa esto porque el señor anduvo promocionándose ¡como sustituto de Rosa Beatriz Luque Green!, actual secretaria de la SE. Entonces, dígame: ¿en dónde está la presunta capacidad de Bravata?...Porque los burros en Tabasco siguen rebuznando con singular alegría…
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