(Publicado en Telerreportaje)
“PUNTO DE QUIEBRA”
Tabasco permanece a la fecha bajo la influencia de un gobierno oligárquico. Su historia política ha sido marcada por un esquema gubernamental, ejercido por unas cuantas familias que constituyen una degenerada aristocracia, perpetuada en el poder por transferencia sanguínea o mítica. Por supuesto que las cualidades éticas no tienen cabida en dicho esquema.
Los oligarcas de Tabasco, poseen poder político, económico, grandes extensiones territoriales y acumulación de riqueza desmedida. Asimismo han creado diversos medios de legitimación, aunque no convenzan a la sociedad. Eso es lo de menos, porque la clase gobernante mantiene el control de la colectividad, a través de las sucesiones cíclicas del poder.
La entidad registra desde siempre, una serie de hechos violentos, motivados por la lucha salvaje del poder. La política antidemocrática ha regido la economía y el devenir social; transformando la realidad, convirtiéndola en un estado de cosas inamovible, en una burbuja de mentira y simulación; donde solo unos cuantos se benefician.
Arrebatos, traiciones, enfrentamientos sangrientos, derrocamientos y agitación constante, son las características de la entidad que alguna vez fuè declarada “república independiente” en 1841.
Ahora que la sucesión está adelantada y resuelta desde el poder gubernamental, ((gobiernos por transferencia sanguínea, según los cánones de la oligarquía choca). El cambio de gobierno es ya cosa de familias, aunque aparentemente estén divididas en partidos adversos.
Como vemos, la situación de los gobernantes actuales, transita en medio de la normalidad. Sin embargo para el pueblo, la situación es agobiante, lo que resulta paradójico, para un estado que cuenta con una gran riqueza petrolera y los elementos suficientes para alcanzar la bonanza económica, el desarrollo turístico y proporcionar a sus habitantes una calidad de vida acorde a su riqueza.
Resulta triste, reconocer el rezago educativo, social y económico. La pobreza duele en cada colonia, en cada ranchería, en cada rincón del estado y ese dolor se puede evitar.
En los resultados electorales. Los votos opositores son más que los del PRI; el problema es que están divididos y ello es motivo de alegría de los oligarcas, que constantemente promueven esa división utilizando la fuerza del poder.
Por ello, hoy más que siempre, el destino de Tabasco depende de la participación político-electoral libre de los ciudadanos, para conformar las fuerzas aliancistas, que van a permitir, la emancipación de la voluntad ciudadana, vislumbrando un mejor destino para el edén del trópico. Es hora de que Tabasco camine hacia la transición democrática, para aspirar a la subsistencia digna que como pueblo, es su derecho.
El sistema y el estado de cosas creadas para el beneficio de unos cuantos, experimenta un tope máximo, se asfixia, se haya en un “punto de quiebra”. Es necesario que la sociedad se salve y solo caigan los que tengan que pagar las cuentas pendientes con la historia, consecuencia de su perversidad.
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