domingo, 5 de septiembre de 2010

Visión Citadina: Andrés Llanos Córdova / Sep 05

Andrés Llanos
(Publicado en Telerreportaje)

“SHOW MEDIÀTICO”

La inundación de Tabasco puede definirse como “la crónica del desastre anunciado”. Aunque es verdad que en el pasado ha habido fuertes e históricas inundaciones, también es cierto que desde el 2007 las cosas están complicadas.

Son muchas las razones que buscan explicar el colapso hídrico, hay quienes dicen que las presas ubicadas en el vecino estado de Chiapas, inundan a Tabasco. Se dice además que el relleno de los vasos reguladores, los asentamientos irregulares en zonas bajas, la falta de dragado de los ríos, las lluvias atípicas, el cambio climático, la basura en las calles, etc. Muchos elementos que no terminan de justificar, el problema del agua que inunda la entidad.

En medio de este complicado escenario surge la política. Tanto el gobierno federal como el estatal, están obligados a generar una dinámica de colaboración que beneficie a la sociedad y alivie el dolor de perder cosas materiales, en ocasiones a familiares y sobre todo la tranquilidad de permanecer en sus hogares; ya que vivir en los albergues jamás será igual, por más colchonetas y cobertores que se repartan.

En el entendido de que Tabasco es un estado petrolero, las condiciones de vida deberían ser otras en este siglo 21. El PRI ha gobernado la riqueza, sin procurar el progreso de los ciudadanos, esa es la verdad, lo que se diga como justificación, no es más que verborrea política, para justificar la ineficacia, la corrupción, el saqueo y la impunidad, herencia interminable de gobiernos priistas. Es una realidad indigna, la situación de rezago y pobreza en la que vive Tabasco.

En 2007 se armó la polémica por la responsabilidad de la inundación, en aquel entonces, el delegado de la CONAGUA, Armando Padilla fuè destituido, era su palabra contra la del gobernador. El anterior delegado, Omar Kamukai, también fuè destituido, siendo blanco de una campaña mediática en su contra y acusado de actos de corrupción; donde además se sabe que también están involucrados empresarios constructores locales. Mismos que mediante presión gubernamental y practicando los cánones de corrupción vigentes en el medio; se hicieron de contratos que a la fecha no han cumplido.

En Nuevo León por ejemplo, el gobierno estatal, los empresarios y diversos sectores se han comprometido seriamente a reconstruir lo que el agua destruyó y a seguir generando más progreso de la mano del gobierno calderonista. Por ello se ha dicho que con todas las aportaciones acumuladas, bastarán siete meses para reconstruir y generar las condiciones de prevención, para evitar que suceda una nueva inundación. ¿Por qué en Tabasco esto no ha sido posible? Por el contrario cada vez se complican más las cosas, como si fuéramos especialistas en conflictos.

Por el contrario en Tabasco, no importan las innumerables reuniones con el presidente Calderón y los funcionarios federales; tampoco la enorme cantidad de recursos que se destinen una y otra vez para la reconstrucción del estado, no importa la buena fè de donadores nacionales e internacionales que se solidarizaron con la reconstrucción. Después de tres años, aquí solo hay discursos huecos, quejas, lloriqueos, justificaciones, agravios, despilfarro, mucha corrupción e impunidad, porque algunos políticos-empresarios ven en la desgracia del pueblo, la oportunidad para el negocio.

Claro que nuestros problemas sociales son importantes y se deben atender; la federación ha demostrado solidaridad y decisión con Tabasco, pero es un error pensar que somos el ombligo del país y que tengamos al presidente disponible todo el tiempo; ante tantos problemas igual de importantes que requieren atención.

Lo que Tabasco necesita es tener con la federación, un interlocutor que sea claro, apartado del rollo y del verbo populista; pues no necesitamos victimas, ni dobles discursos. Es absurdo hacer acuerdos con el gobierno federal y aquí en la entidad, pervertir la verdad, evitar el trabajo, torcer las cosas; eso daña mucho a la sociedad. Las cosas empeoran cuando se distribuyen diversas revistas y periódicos oficialistas, donde descarga de culpas a los funcionarios del gobierno local, al tiempo en que se desata una serie de vituperios, asestados primeramente al Presidente de la República, a los funcionarios federales y a todo el que se atreva a señalar las tropelías. ¿Acaso a Tabasco le sirve de algo este esquema, donde por si fuera poco, se derrocha dinero de los contribuyentes?

Para empezar a resolver los problemas y reconstruir de verdad para el progreso; es necesario que cesen las infamias de las campañas y shows mediáticos; basta ya de las guerras sucias contra los funcionarios de las dependencias federales; hay que empezar por aceptar que durante el gobierno andradista, nadie viò y nadie supo, pero se perdieron los recursos del Plan Integral Contra Inundaciones (PICI). Y en el actual sexenio ha habido mucha mezquindad. No es sano buscar culpables de un solo lado, no puede ser que ningún delegado de CONAGUA esté a la altura del gobierno estatal. No quisiéramos pensar que las autoridades del estado, lo que buscan es manejar los dineros federales de la inundación y por eso tanto ruido.

Por piedad, háganlo por Tabasco, por los ciudadanos que no tendremos la posibilidad de irnos del estado, como si lo harán funcionarios que después del 2012 serán los nuevos ricos del sexenio, que disfrutarán sus ganancias en algún lugar paradisiaco o se convertirán en empresarios en otros estados, con sus ahorros de servidores públicos.

Tabasco merece un poco de bondad, de parte de sus gobernantes; en buena lid, Tabasco merece un mejor destino.

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