domingo, 19 de septiembre de 2010

Opinión: Víctor Manuel Barceló R. / Sep 19

Quince de septiembre: aurora libertaria II

El proceso por la independencia nacional duró once años. Vimos como Miguel Hidalgo lo inicia -15 de septiembre de 1810- le da contenido social, agrario, obrero, cultural. Pero el tiempo de su lucha armada y su desarrollo como estadista, es breve. Pronto la traición, el juicio y su fusilamiento, en Chihuahua, el 30 de julio de 1811 lo terminan. Le suceden varios caudillos, guiados por López Rayón y Morelos y Pavón.

Morelos estudia en La Universidad Nicolaíta, cuando Hidalgo era Rector. Urge profundizar en la figura de este clérigo -producto genuino del esfuerzo- que dejó lecciones, aún válidas, acerca del desarrollo nacional. José María Morelos y Pavón, nace en Valladolid (Morelia) 1765, fusilado en San Cristóbal Ecatepec en 1815). Hijo de Manuel Morelos, carpintero de ascendencia indo-negra y Juana María P. Pavón, criolla, cuyo padre era maestro de escuela. Durante catorce años -las primeras letras se las enseñó su madre- ayudó al sustento familiar. Muerto su padre en 1779, se traslada a Apatzingán (Michoacán). Allí labra la tierra y como arriero, conduce una recua de mulas y transporta mercancías, entre Acapulco -galeones de Manila- y la Ciudad de México.

En 1790, ante insistencia materna, en Valladolid ingresa al Colegio de San Nicolás. Allí conoce al rector –Don Miguel Hidalgo- con quien coincide dos años. Estudia gramática y latín; más tarde retórica y filosofía. El 28 de abril de 1795 –a los 30 años- se titula de bachiller de artes. En abril de 1796 va a Uruapan, para enseñar gramática y retórica a niños. El 20 de diciembre de 1797, a los 32 años, es promovido al sacerdocio. Inicia larga carrera de cura como párroco en Churumuco -etapa en que fallece su madre-. En marzo de 1799 se le transfiere a Carácuaro, curato pobre pero más poblado.

El 20 octubre de 1810, se ofrece a Hidalgo como capellán, quien le convence de marchar a la costa, reunir tropas y tomar Acapulco. El 25 de octubre, con veinte voluntarios mal armados, sale de Carácuaro, como lugarteniente de Hidalgo. Asume el liderazgo militar de la revolución, tras la ejecución -1811- del cura Hidalgo, junto a Ignacio López Rayón en la dirección política. Pronto el genio de Morelos, como estadista, superaría a este último. Su tarea militar, exitosa, no impidió darle forma política a sus ideales de justicia e igualdad.

La actividad insurgente de Morelos duró cinco años. Desarrolló cuatro campañas militares, doblegando a ejércitos realistas superiores, con lugartenientes excepcionales: Mariano Matamoros, Hermenegildo Galeana y sus hermanos; Leonardo Bravo y su hijo Nicolás, junto a sus hermanos; Miguel, Víctor, Máximo y Casimiro y Vicente Guerrero.

Su obra política, doctrinal y administrativa, muestra pensamiento avanzado, innovador, cargado de sentido popular y social. En agosto de 1811, Rayón funda la Suprema Junta Nacional de América, a la cual Morelos le objeta su declarado acatamiento a Fernando VII. Pidió "que se le quitara la máscara a la independencia, porque ya todos sabían la suerte de Fernando VII". Este fue, el primer gobierno insurgente, que atrajo simpatías de intelectuales y hacendados criollos.

En agosto de 1811 Morelos contaba, según el mismo: "con cuatro batallones en pie de guerra: uno para proteger puertos de la costa; otro en El Veladero, fuera de Acapulco; un tercero en Tixtla y el último en Chilpancingo, para encargarse del abasto de pólvora". Morelos proclamó algunos principios revolucionarios, producto de sus conversaciones con Hidalgo. En Aguacatillo -17 de noviembre de 1810- había anunciado el establecimiento de un nuevo gobierno, incluyendo la abolición de la esclavitud (confirmada con solemnidad en 1813) y de tributos y tesorerías de las comunidades. Decreto considerado de los más importantes en la historia social de América Latina. Convendría su análisis para llegar a conclusiones actuales.

De febrero a mayo de 1812, Cuautla fue sitiada. Inicialmente Morelos derrotó a Calleja, pero éste se refuerza con tropas. Los insurgentes no pudieron organizar fuerza exterior, que atacase al realista por la espalda. El agotamiento de víveres, de agua y epidemias, diezmaron los efectivos de Morelos. Organiza una salida arriesgada, que culminó con notable éxito. El sitio de Cuautla es un modelo de resistencia límite.

De Junio de 1812 a agosto de 1813, se da la mayor actividad y más éxitos de Morelos. En noviembre toma Oaxaca -de las acciones militares más brillantes- con apoyo de Mariano Matamoros y Miguel Bravo, derrotando a tropas del español González Saravia. Oaxaca fue cuartel general de Morelos, extendiendo su dominio de la zona. Allí intensificó su labor administrativa y el ordenamiento de la insurgencia. Estudiar la obra de gobierno de Morelos en Oaxaca, es aleccionador y ejemplar.

Desde Oaxaca, el 9 de enero de 1813 atravesó la cordillera en marchas increíbles. A partir de abril asedió Acapulco, por meses, capitulando éste el 20 de agosto. Con Acapulco, Morelos controlaba, de Guatemala hasta Colima, incluida la mayor parte de los actuales estados de Oaxaca y Guerrero; el sur de Veracruz, Puebla, México y Michoacán. En Oaxaca, durante 1813, publicó el “Correo Americano del Sur”.

En mayo -mientras sitiaba Acapulco- Morelos crea un congreso nacional de representantes provinciales en respuesta a iniciativas de Rayón. Solicita a éste reunir al Consejo en Chilpancingo, donde "serían reelegidos o depuestos". Dirige un decreto a las provincias para que nombren electores. Estos se reúnen el 8 de septiembre y eligen nuevo Congreso. Para ello, redacta los “Sentimientos de la Nación”, base para las deliberaciones. Su contenido es excepcional: “Que la América era libre e independiente de España y de toda otra nación, gobierno o monarquía. La religión católica, única, sin tolerancia de otra. La soberanía dimana del pueblo, el que sólo quiere depositarla en sus representantes; divide los poderes en Legislativo, Ejecutivo y Judicial, integrados por “sujetos sabios y de probidad”. Los empleos los deben obtener sólo los americanos.

La buena Ley es superior a todo hombre -prosigue- las que dicte el Congreso deben ser tales, que obliguen a constancia y patriotismo, moderen opulencia y la indigencia; se aumente el jornal del pobre, mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, rapiña y hurto. Para dictar una ley, se discuta en el Congreso, y se decida por pluralidad de votos. La esclavitud se proscriba para siempre; lo mismo las castas, quedando todos iguales. Distinguirá a un americano de otro, el vicio y la virtud. Establece celebrar el 12 de diciembre en todos los pueblos.

Su última campaña -más política que militar- fue a partir de septiembre de 1813 hasta su ocaso en Texmalaca, en noviembre de 1815. En Chilpancingo, Morelos formuló un plan de gobierno de 59 artículos, prácticamente un proyecto de Constitución. En el: -Reconocía el principio de la separación de poderes, proponiendo que el ejecutivo lo ejerciese un generalísimo, elegido a perpetuidad y con derecho a proponer la legislación que considerase necesaria. -El legislativo quedaría en manos de un Congreso de diputados, cuyas personas serían declaradas sagradas e inviolables; manteniendo de momento el poder judicial existente. -El artículo 17 declaraba la independencia de España, sin hacer referencia a ningún monarca. El 14 de septiembre, instalado el Congreso, Morelos leyó un discurso y los diputados iniciaron examen de propuestas contenidas en “Sentimientos de la Nación”. Al día siguiente fue elegido generalísimo por aclamación –el prefiere el título de “Siervo de la Nación”.

Renuncia al poder ejecutivo y sin mando militar -salvo el de las tropas de su escolta- Morelos fue obligado a obedecer órdenes del Congreso durante casi dos años. Calleja, ya virrey, aprovecha tal situación para presionar, avanzando sobre Chilpancingo, lo que obligó al Congreso a emprender una marcha incesante hasta Apatzingán, donde acabó de discutirse y se proclamó la Constitución -22 de octubre de 1814-.

Participando con fidelidad admirable en los trabajos del Congreso, Morelos mantuvo principios y discutió medidas que pretendían tomar los dirigentes de la insurgencia. Electo un nuevo poder ejecutivo tripartito, integrado por Morelos, Cos y Liceaga, avanzan buscando acercarse a un puerto de mar, esperando recibir la ansiada ayuda exterior. Por disensiones y enfrentamientos de sus líderes, se trasladan a Tehuacán, encargándose Morelos de escoltar y defender al legislativo. Con Nicolás Bravo, el contingente militar era de un millar de soldados, la mitad de ellos armados. Llegados a Texmalaca (cerca de Iguala), el coronel de la Concha cayó sobre el convoy y aprehendió a Morelos. Bravo escapa, protegiendo al convoy hasta Tehuacán.

Conducido a Ciudad de México -22 de noviembre de 1815- se inició el primero de los juicios a que fue sometido; las autoridades militar, eclesiástica y civil se disputaron el derecho a condenarlo. El primer juicio terminó el 23; enseguida el Tribunal de la Inquisición, lo incriminó por abandono de las doctrinas de la Iglesia y la adopción de herejías de “autores malignos”. El juicio estatal se celebró el 28. La declaración, registrada y anotada por Morelos, constituye una fuente de información muy valiosa acerca del movimiento que él encabezó.

Morelos es fusilado -22 de diciembre de 1815- en San Cristóbal Ecatepec. El movimiento sufre un grave golpe. Había mostrado gran sentido militar y genio para la administración pública y el desarrollo de una legislación liberal. Los años siguientes –hasta 1821- son de un gran empeño por mantener viva la llama de la Independencia.

Correo electrónico: v_barcelo@hotmail.com Villah. Tab. 19-Sep-2010

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