miércoles, 8 de septiembre de 2010

Ojo Visor: Jacinto López Cruz / Sep 08

Vio, pero no oyó
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Para el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, en Tabasco no pasa nada, pues para él todas las obras hidráulicas que supuestamente se construyeron para contener las inundaciones están funcionando a la perfección, al grado que desoyó la petición del Gobernador del Estado, Andrés Rafael Granier Melo, en el sentido de que declarara a todo Tabasco, zona de desastre.

jaclop62@hotmail.com

A pesar de que vio, oyó, y leyó los reclamos de la ciudadanía en su Twitter, a pesar de que sobrevoló las zonas afectadas, cuando el Estado Mayor Presidencial debió bajarlo a que caminara entre el agua a como lo hizo en Veracruz para que sintiera el reclamó de los ciudadanos que nuevamente están dentro del agua, la forma fría en que el presidente de la República respondió al propio mandatario estatal, más allá del protocolo de respeto institucional, de “ayuda mutua” de “muchas gracias señor gobernador por seguir firme ayudando a su pueblo”, lo que dijo el presidente Calderón lejos de amaizar la zozobra entre la población, las incrementó porque es irremediable que una buena parte de Tabasco se volverá a inundar y no hay para donde hacerse.

En el pasado quedó aquella arenga publicitaria luego de las inundaciones de 2007, de reconstruir a Tabasco “cueste lo que cueste”. En el pasado quedó el compromiso presidencial de que nunca más Tabasco se volvería a inundar, pero que para desgracia de nosotros los tabasqueños fue una falsedad presidencial, porque estamos condenados a una nueva inundación y mucho más fuerte que la de 2007, pese a que nos vayan dando muerte lenta con el anuncio de ir incrementando paulatinamente la turbinación de la presa de Peñitas que ya está en 2000m3/s con lo que prácticamente zonas habitacionales que no se han ido al agua seguramente sus moradores hoy amanecerán con el agua hasta el cu….ello, porque mientras Comisión Federal de Electricidad se embolsa millones de pesos por la venta de energía eléctrica a Centroamérica, aunque lo niegue el director general de la paraestatal, los chiapanecos y tabasqueños sufren las consecuencias de la turbinacion de las presas.

Tabasco sigue siendo el patio trasero del presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, quien como en abril de 2008 cuando vino a firmar el Plan Hídrico Integral de Tabasco con el que supuestamente Tabasco y en especial la capital del estado (Villahermosa) ya no se inundaría, quedando todo en una mentira presidencial, ahora regresó a engañarnos otra vez, porque las obras hidráulicas de gran envergadura brillan por su ausencia, porque la corrupción que prevalece en Conagua, donde el principal constructor es el propio director general de la Conagua, José Luís Luege Tamargo, a quien relacionan con una empresa veracruzana que se adjudicó los mejores contratos de la Conagua local, pudo más que salvaguardar el patrimonio de miles de tabasqueños que de nueva cuenta, sin haberse repuesto del todo de la inundación de 2007, ahora ya están inundados o se volverán a inundar, y eso aquí y en cualquier parte del mundo se llama negligencia criminal.

Allá a lo lejos quedó el discurso de 2008 de Felipe Calderón cuando se comprometió a que Tabasco no se inundaría, a que en ese mismo año se optimizaría la operación del manejo del sistema hidroeléctrico de toda la Cuenca del Río Grijalva, para mantener en las presas volúmenes de agua que permitan un flujo óptimo para la generación de energía eléctrica, para evitar nuevas inundaciones; allá a lo lejos quedó el compromiso de realizar obras de infraestructura que permitieran la regulación del agua, como la compuerta de El Macayo, que se concluyó una parte, pero falta otra, como jamás se iniciaron las estructuras de control de los ríos Carrizal, Samaria y de La Sierra, mucho menos se ha reforestado parte de la Sierra Chiapaneca, como parte del compromiso del presidente Calderon que ahí está plasmado en su discurso del viernes 18 de abril de 2008.

¿Dónde quedaron los nueve mil millones de pesos que el presidente Calderón anunciara con bombo y platillo después de la inundación de 2007 que se invertirían para el Plan Hídrico Integral de Tabasco?; porque a tres años de distancia ahora resulta que solo se ha invertido 3 mil 500 millones de pesos, ¿y lo demás, que ya debió haberse ejercido?. No cabe duda que el presidente de la República es un buen mago, aparece y desaparece cifras, lo que trastoca con la terrible realidad que se vive en la entidad.

No cabe duda que el presidente de la República considera a nuestra entidad como su patio trasero, por eso calló, por eso guardó un completo silencio respecto a la solicitud del Gobernador del Estado, Andrés Granier Melo de declarar a todo Tabasco zona de desastre, de reconsiderar realizar una reingeniería total más avanzado que el Plan Hídrico que solo ha servido para que nazcan nuevos millonarios, como el ex-delegado de la Conagua, Omar Komukai, protegido de Luege Tamargo, de delinear un plan de inversión y de reconsiderar la política de manejo del sistema de presas del Alto Grijalva, porque a costa de generar energía eléctrica para el país y Centroamérica, los tabasqueños tienen que pagar a un alto costo esa generación, porque año con año son inundados, y lo más inverosímil, es que a diferencia del norte del país donde la energía eléctrica es más barata, los tabasqueños aparte de ser inundados tienen que pagar un servicio de energía súper elevado, cuando debería de tener la tarifa más baja.

Calderón se pronunció por realizar más obras para Tabasco, que solo quedará en saliva, porque los recursos económicos manejados por la Conagua para la construcción de muchas obras solo se han realizado a medias en su mayoría, y solo ha servido para que prolifere una camada de nuevos ricos, que deberían ser investigados y consignados ante las autoridades penales junto con los funcionarios federales corruptos, que han atentado contra la seguridad del pueblo tabasqueño, pero dado el contubernio nada pasará.

Tabasco necesita de obras reales, no virtuales, de obras que se concluyan al cien por ciento y no que a la hora de las contingencias se andan parchando o tratando de solucionar cuando tuvieron el tiempo de seca para hacerlo y no lo hicieron, alguien le miente al presidente de que en Tabasco estamos en miel sobre hojuela, sobrevolar buena parte de las zonas inundadas, o realizar un mini recorrido por la zona desocupada de Casa Blanca, no es suficiente para darse cuenta de la magnitud del daño, porque si hay alguien que conoce a fondo lo que está pasando, es el mismo Gobernador del Estado, Andrés Granier que pidió que todo Tabasco sea considerado zona de desastre, ante lo cual guardo silencio el presidente Calderón, con lo que demuestra que seguimos siendo su patio trasero.

Más allá de los discursos oficiales se requiere apoyo, más allá del protocolo oficial la población que está en el agua requiere de mayor seguridad, más allá de que el presidente Calderón diga, de que comparte el propósito de que Tabasco presente menos vulnerabilidad, que los tabasqueños son su prioridad, y más allá de la necesidad de generar energía eléctrica, la prioridad es la seguridad de la gente, en los hechos está brillando el apoyo federal, quizás por una relación mal entendida con el gobierno estatal que está solo luchando, porque la burda burocracia federal y las trabas convertidas en paripassus para acceder a los recursos del Fonden pronto causará estragos. Presidente, solo honre su palabra, los tabasqueños no entienden de protocolos institucionales, quieren hechos, porque están en el agua.

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