(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
La nueva mafia
Si lo que buscaba la nueva mafia de la construcción era desterrar a la vieja mafia de la delegación de la Comisión Nacional del Agua, para quedarse con los contratos millonarios que se están otorgando a raíz de las inundaciones que se viven en el estado, vaya que lo lograron, pues aprovechándose de la ¿ingenuidad?, del delegado Jorge Octavio Mijangos Borja, son juez y parte en el proceso de adjudicación contando con la complicidad de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, delegación Tabasco a cargo de José Luis Yáñez Burelo.
jacintolopez@rumbonuevo.com.mx
El nuevo cartel o nueva mafia de la construcción están compuestos por Humberto Bermudez Requena y su hijo Raúl Bermudez, el charro constructor Manuel Ordóñez Galán, quien así ha traicionado a su socio de aventuras el también constructor de la Fuente Godínez, y el presidente de la academia militarizada y enlace de la CMIC delegación Tabasco con la delegación de la Comisión Nacional del Agua, Saúl Vera Ochoa, quien además es compadre de Ordóñez.
La nueva mafia que durante la administración de Omar Cellin Komukai se dedicó a golpear en algunos medios a los constructores afines al ex-delegado, incurrió en las mismas prácticas, en los mismos vicios de corrupción que tanto cuestionaron, pues finalmente lo que les interesaba era tener los contratos millonarios que la Conagua había otorgado a otros constructores, de allí que aprovechando ¿la buena fe?, del actual delegado Jorge Octavio Mijangos, quien quiso lavarse las manos en la adjudicación de las obras y por eso puso como garante de transparencia a la CMIC delegación Tabasco, creyendo que así estaba de probables actos de corrupción, finalmente entregó en manos de la otra mafia constructora todas las licitaciones públicas que se vendieron al mejor postor, por lo que existe pruebas de los negocios sucios que José Luis Yáñez Burelo y Saúl Vera Ochoa están realizando, lo cual es reprobable, porque corrieron a una mafia para constituir ellos su nueva mafia constructora.
El delegado de la Conagua en Tabasco, Jorge Octavio Mijangos pidió pruebas de la corrupción que prevale en la dependencia federal con la complicidad de la CMIC y aquí se la presentamos: el 12 de agosto del presente año la delegación estatal de la Conagua realizó la licitación por invitación número SGIH-OCFS-TAB-10-TT-115-RF-13, para los trabajos de obra pública consistentes en: formación de bordo de protección a base de costales de arpilla rellenos con arena, en la margen izquierda del río Carrizal, tramo; entre puentes Carrizal VI y puente Tierra Colorada 1, colonia José María Pino Suárez, sector porterías, del municipio de Centro, Tabasco, corriendo la invitación a Emir Castellanos Camacho, administrador de la empresa “Andhy Ingeniería y Construcciones, S.A. de C. V.; Gabriel Juárez Popoca, representante de la empresa, Ingeniería Mexicana del Sureste, S.A. de C. V., y a María Teresa Pérez de la Cruz, administradora única de la empresa, “VOS GRUPO CONSTRUCTOR”, S. A. de C. V. con domicilio en Paseo de las Flores Número 267, colonia Jardines de Villahermosa.
Al parecer ésta licitación pública por invitación tenía todos los visos de legalidad, pero resulta, que este es un acto más de corrupción, porque la empresa “VOS GRUPO CONSTRUCTOR, donde ahora aparece María Teresa Pérez, como administradora única, en realidad el propietario o dueño es nada menos que el ingeniero Saúl Vera Ochoa, ya que de acuerdo al padrón de contratistas de la CMIC delegación Tabasco, con el número de socio 331, aparece registrado como propietario de la empresa “VOS GRUPO CONSTRUCTOR”, con el mismo domicilio y el mismo registro federal de causantes, solamente cambiando el nombre del apoderado, lo que indica que Vera Ochoa, utiliza una presta-nombre para adjudicarse los contratos que por ley le deberían de ser negados ya que acuerdo a la misma licitación están impedidos para participar “Aquéllas en que el servidor público que intervenga en cualquier etapa del procedimiento de contratación tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquellas de las que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o sus parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, por afinidad o civiles, o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte durante los dos años previos a la fecha de celebración de este procedimiento de contratación”.
La empresa de Saúl Vera se ha dedicado a proyectos, supervisión, desazolve y colocación de costalera, aun cuando no tienen la mínima experiencia, y cuando además por ser el enlace de la CMIC-Tabasco con la delegación de la Conagua, no debería de intervenir, pero además, Saúl subcontrato la obra a otras empresas más pequeñas entregándoles tramos de cien mil costales colocados, obviamente bajo el riguroso diezmo que es a la mano para no dejar huellas de la corrupción, por lo que ahora que está al descubierto ya se verá si en realidad a Jorge Octavio Mijangos, a quien por cierto le cubren su vida bohemia, y con eso lo engañan, no le temblará las corvas para exigir su remoción por actos de corrupción.
Otro acto de corrupción; tanto la delegación de la Conagua como la CMIC-Tabasco, se jactan que en la laguna Covadonga, solamente están trabajando en el desazolve, constructoras locales lo cual es una gran farsa, porque en todo caso no tendría razón de ser ni de trabajar ahí la empresa “Construcciones Hidráulicas Esquipulas, S. A. de C.V”., representada por José Luis Romero, que vino del estado de Guerrero, directamente a trabajar en dicha laguna. Con esto tanto la CMIC como el delegado de la Conagua rompen sus propios acuerdos para que solamente a empresas tabasqueñas les fueran adjudicadas las obras contempladas dentro del Plan Hídrico, porque embarraron al propio Jorge Octavio para permitirle que dichas empresas vinieran a trabajar y luego ellos mismos filtraron la información para golpearlo y tenerlo controlado.
Lo grave de este asunto es que dichas empresas no tienen maquinaria, ni personal, y como les resultaría muy caro traerlos desde su estado optaron por subcontratar a otras pequeñas empresas, a las que les están pagando una ínfima cantidad por sus maquinarias y por utilizar su personal, lo cual constituye otro grave acto de corrupción.
Pero el precio de la corrupción para que se dejara a un lado el “golpeteo” que estaba saliendo a la luz pública contra la nueva mafia (Humberto Bermúdez, Manuel Ordóñez, Raúl Bermúdez, José Luis Yáñez Burelo), pero especialmente contra Saúl Vera Ochoa, quien está haciendo en negocio de su vida con las costaleras para reponer el pago por el plagio de su hija ocurrida en meses pasados, lo representa el contrato millonario entregado a Gildardo Paniagua, ahí mismo en la laguna Covadonga; así como en el juego de la Pirinola, “todos ganan”.
La urgencia de dragar el río en la zona de Habanero, llevó a la Conagua a entregar de manera directa el contrato a Manuel Ordóñez Galán y Humberto Bermúdez Requena, por lo que entre las dos empresas que desazolvarán dos millones de metros cúbicos se llevarán cien millones de pesos, cuando en tiempos normales ese desazolve hubiera costado 50 millones de pesos. Ahora se entiende porque el charro Ordóñez, quien es compadre de Saúl Vera, dejó abandonado a su socio Alejandro de la Fuente Godínez, quien impugnó las licitaciones que hizo la Conagua y que motivó que en forma “inocente” saliera Jorge Octavio a pedir pruebas de la corrupción que ahí sigue galopante a sus espaldas.
Y como la nueva mafia lo que quería eran contratos millonarios a Raúl Bermúdez propietario de la constructora “Alta Mar” que quedó en séptimo lugar de la licitación, le asignaron el bordo de protección de Casa Blanca. La nueva mafia desplazó a la vieja mafia de la construcción de la Conagua, pero siguen operando de la misma manera, los actos de corrupción no cesan.
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