(Publicado en el Diario El Heralde de Tabasco)
¡Ayúdanos, Calderón!
Una buena y varias malas. ¿Qué prefiere usted primero? De cara a un panorama sumamente complicado, nos quedamos con lo primero: el gobernador dio el banderazo de salida a 89 unidades del Transbús para los nuevos corredores Universidad y Bicentenario. Anunció la modalidad de prepago para transbordo ilimitado, en beneficio de estudiantes, adultos mayores y discapacitados, servicio que en este continente se brinda sólo en Norteamérica, aunque no para apoyar a esos específicos sectores de población.
"Mientras otros se dedican a desorganizar, a inventar -enfatizó Aquiles Domínguez Cerino- aquí hay un trabajo organizado, de conciliación y acuerdo, porque ponemos en la mesa lo que nos une y beneficia a todos, lo que nos permite una convivencia honesta y pacífica; y lo hemos hecho, porque Andrés Granier convoca a la unidad, y con la unidad es como hemos logrado superar diferencias y ponernos de acuerdo. No se trata de unos contra otros, sino de unos y otros, para seguir impulsando la transformación de Tabasco".
Ahora, las malas:
1. El estado se declara insolvente para cubrir el porcentaje que le corresponde de aportaciones para tener acceso al Fonden y a otros programas federales, estableció el gobernador.
Podría recurrirse a endeudar más a Tabasco, pero Granier descartó esa posibilidad, porque eso no es viable en virtud de que ya demasiados sacrificios hemos hecho los tabasqueños luego de las caras desgracias que se han enfrentado.
Han sido cuatro inundaciones consecutivas. Tan sólo la de 2007 nos dejó daños por casi 32 mil millones de pesos. En 2008 el desbordamiento del Usumacinta dejó pérdidas por otros cinco mil millones. En 2009 los desbordamientos del Mezcalapa, Samaria y Carrizal causaron afectación valuada en dos mil millones adicionales.
Desde que inició el sexenio calderonista, Tabasco enfrenta recortes presupuestales, uno tras otro. Es un hecho por todos conocido, que a inicios de abril se implementó un severo ajuste en gastos del gobierno estatal que dejó sin empleo a varios miles de servidores públicos. Se esperaba que 2011 pudiera iniciarse en mejores condiciones financieras, pero de nuevo estalla una crisis, y puede decirse que nos llueve sobre mojado, tanto al gobierno como a los particulares.
2. Con muchísimos hermanos tabasqueños en el agua, se vive en estos días una especie de calma chicha que antecede a la tormenta: las previsiones que tienen CFE, Conagua y Protección Civil, basados en modelos matemáticos, son sumamente preocupantes.
José Luis Luege, director general de Conagua, lo dejó muy claro anteayer:
"Tomando en cuenta los escurrimientos de las fuertes lluvias de agosto y los pronósticos de lluvia para septiembre y los de lluvia fuerte a muy intensa para octubre, se corrieron modelos para calcular cuál es el desfogue en Peñitas que nos permite manejar todo el tren de avenidas del sistema de presas, afectando lo menos posible a las distintas comunidades de la planicie tabasqueña.
"Hemos coincidido en que el desfogue de la presa Peñitas debe mantenerse mínimo en 2 mil metros cúbicos por segundo durante todo el mes de septiembre y octubre. Calculamos que octubre -anticipó- podría incluso tener la necesidad de incrementarse a 2 mil 500 y, desde luego, prepararnos todos, para eventualmente, en caso necesario, poder tener un gasto mayor la presa Peñitas".
Concretamente, de lo que habló Luege, aunque no lo dijo exactamente así en dicha reunión, es de que ante una crisis mayor, en octubre, el desfogue de Peñitas podría alcanzar ¡cuatro mil metros cúbicos por segundo!
¿Nos entendemos?
Ante tan delicado panorama, es la hora en que por conveniencia propia y colectiva, los tabasqueños debemos hacer a un lado todo desacuerdo, cualquier divergencia, y apoyar con todas nuestras fuerzas al gobernador en la petición de que se declare a todo Tabasco como zona de desastre y se implemente, de inmediato, un programa de ayudas extraordinarias para una entidad federativa donde la naturaleza se ensañó con sus habitantes.
Ya no basta -está fehacientemente demostrado- sólo con realizar las obras de protección previamente planificadas, ni las emergentes que se dieron a conocer anteayer. Hará falta lo que ya se denomina reingeniería territorial. Al propio gobierno federal le conviene retomar la iniciativa: ¿cuánta afectación han dejado todos estos desastres naturales en el rubro de la actividad petrolera? ¿A cuánto ascienden las pérdidas por ese concepto, en estos momentos?
Estudios serios en poder de los responsables de la estrategia económica y productiva del país, dejan muy en claro que, al margen de lo que ahora a manera de lugar común, frase trillada o "rollo" recurrente se denomina cambio climático, estamos viviendo un ciclo de la naturaleza de esos que se repiten cada cincuenta o sesenta años. Y resulta ser que se cuenta con elementos de juicio para anticipar que en los próximos diez o quince años, las cosas empeorarán antes de mejorar.
Urge, asimismo, que el gobierno de Felipe Calderón apruebe la petición de Tabasco para que no se condicione la aplicación del Fonden a que haya aportaciones del estado y ayuntamientos.
"No debemos olvidar -señaló ayer el secretario de Gobierno, Humberto Mayans Canabal- que ya el estado durante tres años ha aportado cuantiosos recursos para completar los que ha dado la Federación en la tarea de reconstruir al estado, de reconstruir la infraestructura hospitalaria, educativa, así como carreteras y puentes, y hoy nuestra posición es distinta, difícil financieramente, por lo que esperamos una respuesta positiva del Presidente a través de Hacienda".
Juan_ochoa45@hotmail.com
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