(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
El diputado local Miguel Ángel Moheno
Piñera, indicó que el hijo mayor del
senador Arturo Núñez Jiménez fue
quien le entregó al senador del PT,
Ricardo Monreal Ávila el discurso
para que desestabilizara la reunión
con la Comisión de Protección Civil
en el Senado. Boletín de la oficina del
propio legislador Moheno Piñera.
erwinmacario@hotmail.com
Bien dicen que no es bueno el que, sin ser inteligente, tiene iniciativa.
En el Congreso de Tabasco se resiente, en estas horas. Los defensores de Arturo Núñez argumentan que en boletines oficiales se le ha agredido con el asunto de la sesión extraordinaria de la Comisión de Protección Civil de la Cámara de Senadores.
Ningún, ningún, diría una amiga. La acusación contra el senador Núñez la hizo, a destiempo, el diputado Miguel Ángel Moheno Piñera, que nada tenía que hacer en esa sesión en la que se abordó como tema las acciones y retos que enfrenta la protección civil en el estado de Tabasco. No fue por boletín oficial, del Congreso, como acusan los que defienden a Núñez.
Y es que otra vez chamaquearon al diputado huimanguillense, lo empinaron. Salió con la versión de que él vio cuando el hijo mayor del perredista Arturo Núñez entregó el discurso que leyó el senador.
No tenía nada que hacer Moheno en esa reunión en la que el gobernador Granier y líderes parlamentarios del Congreso estuvieron en la Torre Caballito el pasado jueves, pues no forma parte, siquiera, de alguna de las comisiones de la LX Legislatura a las que compete el asunto de las inundaciones: ni de la Comisión Especial de Recursos Hidráulicos, que preside Alfonso Izquierdo Bustamante; ni de Seguridad Pública, Protección Civil y Procuración de Justicia, que encabeza José Dolores Espinoza May.
Fue de pegoste, de zalamero. Buscó los reflectores con un discurso en el que nada dijo y que desaprovechó para al menos pedirle a Monreal Ávila que no tomara el papel de vocero de los que están contra Tabasco y su gente damnificada o con problemas por las inundaciones.
El zalamero pudo aprovechar la tribuna en forma respetuosa y decir, allí en la reunión del Senado, que no se vale actuar así contra Tabasco. No se hubiera visto mal si lo hubiese hecho bien. No que después rompe la tolerancia que los legisladores tabasqueños y el gobernador mantuvieron después que, también cobarde. Monreal Ävila habló y huyó.
En nada ayuda a Tabasco, a su Gobierno y al Congreso que en un documento personal el diputado chamaco haya dicho: “Esto desde luego, fue claramente un complot que realizaron Adán López, Rosalinda López, Andrés Manuel López Obrador, y Arturo Núñez Jiménez quien no estuvo en la reunión, pero que mandó a su hijo mayor para que fuera el mandadero del discurso que leyó Monreal Ávila y del cual se retiro al término de el. Esto, es un claro ejemplo que Monreal no tiene conocimiento alguno de la problemática que se vive en Tabasco y que solo recibió órdenes de AMLO para boicotear la reunión”.
Insisto, otra cosa hubiera sido que en su discurso, ahí en la sesión extraordinaria, lo hubiera denunciado.
¿Con qué calidad habla Miguel Ángel Moheno Piñera que es el presidente de la Comisión de Justicia y Gran Jurado y miembro solamente de las de Infancia, Jóvenes, Recreación y Deportes y de la de Instructora de la Cámara?
Está claro, son malos los que no son inteligentes, pero tienen iniciativa. Para decir el dicho en forma de eufemismo.
En verdad, nada dicen sus palabras en esa sesión: “Mi intervención va como diputado, pero principalmente como tabasqueño.
“Por eso un exhorto a todos los legisladores presentes, tabasqueños, para que en ese sentido de responsabilidad para con nuestros conciudadanos, seamos objetivos con lo que venimos a hacer a este lugar.
“Gracias a la gran oportunidad que se nos brinda, de ser escuchados y traer la voz de los miles y miles de tabasqueños que están en este momento, pidiendo oportunidad.
“Si bien, Tabasco es un estado muy participativo, debería el primero, de los más participativos políticamente hablando, se ha dado a notar en este espacio, donde tenemos algunas diferencias, pero estamos solidarios con nuestro pueblo y estamos conscientes del gran daño que está sufriendo nuevamente nuestro estado”.
Le faltó valor para la denuncia que, a destiempo, mandó después a los medios.
Lado oscuro
Antonio Ocampo Ramírez, fue un garridista distinguido. Pero igual o más lo fueron Carlos Madrazo y Agapito Domínguez. Y sólo el primero está en el Muro de la Corregidora.
*Periodista. Premios: Radio Chapultepec, Club Primera Plana (35 y 40 años), Premio México de Periodismo, el Premio Estatal 1991 y el Rumbo Nuevo 2010. Ha publicado Periodismo y utopía, Vocabulario tabasqueño (en colectivo) y el prólogo de La última ruta de Cuauhtémoc, de Humberto Muñoz Ortiz www.erwinmacario.blogspot.com
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