Ojo Visor: Jacinto López Cruz / Columna / Sep 24

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
Jaclop62@hotmail.com

NO AL COBRO DE LUZ

En lo que todos los tabasqueños están de acuerdo, es, en que la Federación está más que obligada a resarcir los daños que están ocasionando las terribles inundaciones inducidas, en gran parte por el almacenamiento de agua en las cuatro presas del Alto Grijalva que ha servido para generar altos volúmenes de energía eléctrica para el país y Centroamérica, pero que finalmente las consecuencias o repercusiones se están viendo y viviendo en la planicie tabasqueña, donde muchas personas están viviendo dentro del agua.

Mientras en su cuenta de Twitter, el director general de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, se jactó, se “pitorreo”, se regodeó, el mes pasado (agosto), de que por primera vez en muchos años tenían un incremento del 52 por ciento en la producción de energía eléctrica, el pueblo tabasqueño estaba (y sigue) pagando las consecuencias de las inundaciones que en parte se debe a las intensas lluvias que sigue cayendo en el Alto Grijalva y el vecino país de Guatemala, pero que por otra parte, es una inundación inducida, debido a la negligencia criminal de la propia CFE que por incrementar la producción de luz poco les interesó la vida humana de tabasqueños y chiapanecos, mostrando y demostrando a propios y extraños la brutal insensibilidad del gobierno federal panista, encabezado por el mismo Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, quien en los primeros días del mes de noviembre de 2007, cuando se dio la primera inundación que penetró al primer cuadro de la capital de Tabasco, nos vio la cara de tontos, al mofarse de que la conjunción de la luna había propiciado una marejada alta que no permitió el desalojo de las aguas de los ríos hacía el mar generando una represa, lo que motivó que gran parte del territorio tabasqueño permaneciera semanas dentro del agua.

Tiempo después se sabría la verdad, que hasta ahora sigue negando el gobierno federal, que hasta ahora se niega a reconocer, que no fue tanto las precipitaciones fluviales las que inundaron el territorio tabasqueño, sino que fue la falta de previsión del desalojo o desfogue de agua de las cuatro presas en tiempo de secas para hacer frente a las inclemencias meteorológicas que se registraron en el mes de octubre. En pocas palabras el desfogue de la presa Peñitas, inundó gran parte del estado de Tabasco en el 2007, y a pesar de ello la insensibilidad del gobierno federal afloró en toda su extensión, sobre todo cuando el gobierno federal es panista, y el local, es priista.

Ahora de nueva cuenta en el 2010, las presas del Alto Grijalva, Angostura, Chicoasen, Malpaso y Peñitas, están jugando un papel importante en las inundaciones que de nuevo se están registrando, y pese a que es evidente, el gobierno federal por conducto de la Conagua y de la misma CFE, pretenden evadir su responsabilidad, echando culpas ajenas, al sostener que las inundaciones es producto de que se les permitiera a muchas personas asentarse en zonas irregulares, pero decía mi abuelita que “cuando la partera es mala, le echa la culpa a la luna”, tal como Calderón se lo echó en el 2007.

Por eso es de vital importancia el punto de acuerdo que las fracciones parlamentarias representadas en el Congreso local aprobaron el pasado martes, para exigir, que no pedir, (porque no se debe pedir, sino exigir, por todo lo que Tabasco le ha aportado a la Federación en petróleo), a la Comisión Federal de Electricidad la condonación y suspensión del cobro del consumo de energía eléctrica en todas las zonas inundadas del estado de Tabasco, porque la paraestatal es corresponsable de lo que está pasando, ya que por incrementar la producción de la energía eléctrica mantuvieron a altos niveles los embalses de agua en las cuatro presas del alto Grijalva, sin prever que anticipadamente llovería intensamente y por esa razón ahora se esté desfogando en Peñitas más de 2300 metros cúbicos por segundo de agua hacia la planicie tabasqueña que poco a poco va incrementando el número de afectados, sobre todo en la zona de la Chontalpa, precisamente en los municipios de Cunduacán, Jalpa de Méndez y Nacajuca.

La postura del Congreso local para apoyar a la población damnificada es correcta, pero debe irse hasta las últimas consecuencias para lograr la condonación del consumo de luz, porque ante un gobierno federal insensible e intransigente, que no entiende del dolor humano, sino que solo busca arrodillar a un gobierno priista, para que implore ayuda, para que se note a nivel nacional que un solo hombre tiene el poder económico y político para doblar a gobiernos estatales, no se debe de bajar la guardia, sino que por el contrario se le debe de dar puntual seguimiento a éste punto de acuerdo, toda vez que en el 2007, también se hizo lo mismo y como respuesta la Comisión Federal de Electricidad pasó por encima de los acuerdos y no solo cobró el consumo de luz de muchas personas que estuvieron inundados, sino que incrementó el consumo y hasta realizó cortes para obligar a la gente a pagar, lo que fue considerado como un agravio.

Por eso, de igual manera, hace bien el presidente municipal de Macuspana, Alfonso Pérez Alvarez, al levantar la voz y sumarse al pedido del gobernador Andrés Granier al Gobierno Federal que encabeza Felipe Calderón Hinojosa, para que se condonen los paripassus, porque los pocos recursos con que cuentan están etiquetados para proyectos ya convenidos con la población y si toman ese dinero para dar el peso a peso que exige la normatividad del paripassus no se saldrá de ningún apuro.

Pocos alcaldes han alzado la voz de la forma como ayer lo hizo Pérez Alvarez, durante la reunión de la Comisión de Protección Civil de Macuspana, al cual fue invitado el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, José Carlos Ocaña Becerra y el diputado local, Fernando Morales Mateos, allí el alcalde sostuvo que la arrogancia centralista (llamada Federación) tiene que entender que los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) tienen que bajar sin condiciones y sin “paripassus” mientras no se aclare porqué Tabasco se ha inundado en cuatro años consecutivos.

El alcalde de Macuspana precisó que el Fonden no es una varita mágica para las contingencias, es un fondo perfectible que tiene que adecuarse a la nueva realidad nacional ante la vulnerabilidad de los fenómenos meteorológicos, pero que además no es un fondo del todo justo, porque da menos a quien menos tiene y da más a quien más tiene, y eso no de acuerdo a los daños ocasionados por las contingencias, reconociendo que sí es importante que ese fondo subsista, pero de acuerdo a la realidad, reconociendo que no puede estar un municipio en igualdad de circunstancias que el gobierno federal como para ir en la desgracia, peso a peso en el paripassus.

Es la primera vez que un alcalde le reclama, le exige al gobierno federal que quite las trabas burocráticas o candados para bajar los recursos económicos para ayudar a los damnificados y para rehacer caminos, carreteras e inmuebles dañados por las inundaciones, cuando ni siquiera ha aclarado hasta donde llega su responsabilidad en las inundaciones que desde 2007 se ha vivido en Tabasco.

Efectivamente el gobierno calderonista tiene que aclarar hasta donde es responsable de las inundaciones que han padecido los tabasqueños, porque es evidente que el mal manejo de las presas tiene una alta incidencia en el crecimiento y desbordamiento de los ríos que mantiene a muchas personas como damnificadas, pero aún así, el presidente de la República, “pichicatea” los recursos económicos a Tabasco.

OJITOS

El delegado de la Conagua, Jorge Octavio Mijangos, peca de ingenuo pues a su alrededor se realizan los negocios sucios, sobre todo con la costalería, y lo más cruel es que el organismo que debería ser garante de limpieza, transparencia y equidad en el reparto de las obras adjudicadas, como es la CMIC se ha llenado de mugre, de corrupción, de cuyo entramado forma parte José Luis Yanez Burelo, y el verdadero cerebro perverso, que le encanta el dinero fácil, Saúl Vera, el enlace entre la CMIC y la Conagua. Pronto la historia de los millones tirados al agua.