viernes, 9 de septiembre de 2011

LA POSTA: Juan José Sánchez Gálvez / Columna / Sep 09

(Publicado en el Diario Olmeca)
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• PRESUPUESTO AL LICOR

VIERNES SOCIAL.- Si la depresión consiste en reducir al mínimo las posibilidades de ganancias y la recesión es la disminución de la actividad económica de un país, interesa que ambas provocan un desempleo brutal que empobrece a la población y pueden ser varios años de estancamiento. La gran depresión de Estados Unidos inició los primeros días de septiembre de 1929 cuando el mercado de valores alcanzó el tope y luego comenzó a descender hasta que el 24 de octubre se vino abajo dando origen al llamado "jueves negro". El edificio Empire State símbolo de la ciudad de Nueva York se inauguró en 1931 durante la gran depresión y mucho tiempo pasó desocupado por falta de inquilinos. La depresión provocó el desempleo de más de 10 millones de norteamericanos. El 11 de septiembre de 2001, el ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York nuevamente estremeció Wall Stret y los estragos económicos se dejaron sentir en México. Este domingo se ajustan 10 años de ese terrible acontecimiento que pudimos observar incrédulos los periodistas de la mesa de los martes a través de una pantalla de plasma de 40 pulgadas en el restaurante del hotel Cencalli. Pordiositosanto.

ME PEGÓ EL AIGRE.- ¿Recesión o depresión en puerta? Ese boleto se lo dejo a los economistas nacionales que conocen de esas artes, para mi provecho personal lo que me interesa es saber que rumbo va a tomar la inversión y el empleo, si el desempleo se va a disparar o el subempleo seguirá siendo la única forma de vida por estos valles y campamentos de Tabasco. Para tratar de dilucidar en estos aspectos tengo que ser realista, evitar jaladas optimistas polacas que no nos llevan a nada. En los hechos las empresas petroleras que se establecen en Tabasco no le dan empleo a los tabasqueños, por la razón de que es una actividad muy especializada, por eso traen su propio personal que cuando se quedan muchos años, se convierten en tabasqueños y para los censos del INEGI estamos en jauja, no hay casi desempleo y ganamos muy bien. No es culpa del gobierno local, es un problema, como dicen los conocedores, estructural.

NO CARGAN EL VENADO, PERO… Para los profanos, basta con revisar el presupuesto de egresos del próximo año para considerar lo que pasará con la economía nacional y local. Quizá las cifras no nos digan mucho pues todo lo que toca el gobierno lo convierte en agua más si se trata de dinero. El aspirante a la presidencia, Ernesto Cordero, quien camella como secretario de hacienda, presentó ayer el presupuesto de gastos de la federación para 2012: tres billones 647 mil 907.1 millones de pesos, 2.5 por ciento más que este año, que puede parecer mucho pero lo repito, en manos de la burocracia mexicana, se convierte en polvo y beneficia sólo a unos cuantos, oiga usted, el 76.8 por ciento de esta pachocha va a gasto programable; 13.8 a participaciones a estados y municipios; 0.6 a adeudos de ejercicios fiscales anteriores y el 8.8 por ciento para el pago de la deuda pública. Falta que lo apruebe el congreso de la unión, donde hay cada personaje que sabe hacer buenos negocios con su firma, por eso al pueblo no le toca nada, pues bien dice el dicho que “el que parte y reparte, se queda con la mejor parte”.

LA CAMINERA.- Pocas reformas o adiciones legales habían generado tanta polémica entre los tabasqueños como la mentada Ley de Alarma Social. Las discusiones sobre este tema en las cantinas suelen ir acompañadas de ricas botanas pues al calor de las copas se llega a confundir esta ley con la libertad de expresión y entonces para desenredar el asunto hay que pedir tanda tras tanda hasta que salga el sol. Sea por Dios.

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