miércoles, 7 de noviembre de 2012

TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / Columna / ¡“GABINETITIS”! / Nov 07

Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
jlggutierrez@hotmail.com

 ¡“GABINETITIS”!


            Fiel a la costumbre sexenal, los actores del quehacer político estatal, no podían fallar, de nueva cuenta están echando su imaginación a volar, tratando de adivinar los nombres de quienes a partir del primero de enero de 2013, acompañaran a gobernar a Tabasco a Arturo Núñez Jiménez.

            Basta pararse o sentarse en cualquiera de los desayunadores a los que frecuentemente asiste la clase política, para cerciorarse de que en los últimos días, el tema dominante por excelencia: es la integración del próximo gabinete gubernamental.

            De las 13 secretarías existentes, la de Administración y Finanzas y la de Gobierno, son por razones financieras y políticas, las que concentran las mayores apuestas de tirios y troyanos y las que encienden las pasiones. En las que los políticos de uno u otro partido político se devanan los sesos. Se desgarran las vestiduras.

            Para la cartera encargada de manejar los egresos e ingresos del Estado de Tabasco, entre otras de sus múltiples funciones,  el grueso de los analistas y políticos coinciden en que la responsabilidad va a caer en manos de Amet Ramos Troconis u Octavio Romero Oropeza.

            El primer de ellos, es un personaje mesurado, astuto y muy discreto o, como coloquialmente lo llamamos: de bajo perfil, pero eso sí, experto en administración y finanzas. Prueba de ello, es que durante muchísimos años,  ha sido el encargado de manejar los recursos económicos que ha tenido bajo su responsabilidad el ex director del IFE, INFONAVIT, en la Cámara de Diputados y en la propia campaña a la gubernatura. En pocas palabras es de todas las confianzas del gobernador electo, Arturo Núñez Jiménez.

            En contraste Octavio Romero Oropeza, es de todas las confianzas, pero no del ganador de la madre de todas las batallas electorales en la entidad, sino de Andrés Manuel López Obrador.  Y  curricularmente tiene menos experiencia financiera y administrativamente que Amet Ramos Troconis, empero, está en la pelea, pues políticamente la recomendación del dos veces malogrado candidato presidencial podría ser el fiel de la balanza, aunque el grueso de la sociedad política y civil no lo vería con buenos ojos, sino como una burda imposición del ex gobernador defeño.      

            Sin pasar por alto, claro está, que el ex oficial mayor del PRD y del gobierno del Distrito Federal no cumple al pie de la letra con el artículo 5 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo del Estado de Tabasco,  que en su inciso V dice: “Contar preferentemente, con estudios profesionales relativos al ejercicio de las atribuciones que le competen a la dependencia de que se trate”.  

            Si bien es cierto, que no es un impedimento legal insalvable, si reforzaría la tesis de que el ingeniero Agrónomo, Octavio Romero Oropeza fue impuesto por el malogrado candidato presidencial.

            Muy tenuemente, también se escucha en los restaurantes y pasillos políticos el nombre del economista y ex director de Tránsito del triste trienio de Manuel Gurría Ordónez, Wilbert Méndez Magaña, quien junto con Amet Ramos Troconis, son de la absoluta confianza del mandatario estatal electo y de su propia esposa, Martha Lilia López Aguilera.

            A diferencia de la mayoría de los que suenan para estar en el gabinete, los dos han sido políticamente leales. En las buenas y en las malas estuvieron a lado del ex subsecretario de Gobernación, hasta cuando nadie le dirigía una sola palabra.

            Si Arturo Núñez Jiménez finalmente decide, a como todos suponen por la relevancia y envergadura del cargo público en cuestión, casi nadie duda de que, el oriundo de Juárez, Chiapas, será el nuevo titular de la secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno del Estado de Tabasco.

            Salvo alguna sorpresa de última hora.

            En donde está políticamente la situación más complicada, es en la secretaría de Gobierno, pues aquí se barajan los nombres de Víctor Manuel López Cruz, Pedro Jiménez León, Oscar Cantón Zetina y César Raúl Ojeda Zubieta.

          Todos ellos: gallos de pelea con filosos espolones.

            Ya será en otra ocasión, cuando abordemos el espinoso asunto.

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

            Si el diputado perredista, Juan José Martínez Pérez pensó que iba a encontrar una veta de oro en el asunto de las concesiones que otorga anualmente -por lo regular- el gobierno del estado a las uniones de taxis, se equivocó de punta a rabo, pues el titular de la secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Aquiles Domínguez Cerino, no sólo le tapo la boca a él y a sus achichincles, sino que los invitó a que al mediodía de ayer acudieran a sus oficinas a poner los puntos sobre las íes.

            A diferencia de otras ocasiones, en las que acusa partiendo de chismes y rumores a tirios y troyanos, sin que nadie le refute con argumentos sólidos, ahora lo pararon en seco.

            Tan fue así, que después de la breve y acertada intervención del titular de la SCT,  ni pío dijo el legislador “arguendero”.     

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