jueves, 1 de noviembre de 2012

TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / Columna / Los tabasqueños no esperan gran cosa de él. / Nov 01

Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
jlggutierrez@hotmail.com
Los tabasqueños no esperan gran cosa de él.  

            En contraste a las enormes expectativas políticas, sociales y económicas que ha levantado el gobernador electo, Arturo Núñez Jiménez, el ganador de la contienda por la joya de la Corona, Humberto de los Santos Bertruy, no ha provocado las mismas esperanzas entre los villahermosinos.

            A pesar de que en los últimos trienios no nos ha ido muy bien, sobre todo durante las presidencias municipales de Evaristo Hernández Cruz y Jesús Alí de la Torre, en las que la recolección de basura y los cráteres (léase: baches) fueron el talón de Aquiles de ambas administraciones. Sin pasar por alto, claro está, el escandaloso dispendio de los recursos públicos para reforzar sus malogrados proyectos políticos para gobernar el Estado de Tabasco.

            Definitivamente la capital tabasqueña está para llorar, aparte del tremendo caos vehicular, de la manifiesta y puntual inseguridad pública y del creciente desempleo, cotidianamente los tabasqueños -y avecindados aquí-,  tienen que enfrentarse a los problemas que generan la incapacidad y mediocridad de algunos funcionarios del ayuntamiento de Centro, sobre todo aquellos relacionados con la basura, el agua potable y Obras Públicas, que es la encargada de mantener a la ciudad sin hoyos en sus avenidas y  calles.

            Incapacidad y mediocridad que, aunadas a la falta de dinero y a la irresponsabilidad de los miles de gobernados que no pagan impuestos, pero que sí contribuyen con su apatía y flojera a agravar aún más la penosa y patética situación que estamos padeciendo, deterioran no sólo la imagen de Villahermosa, sino la confianza y credibilidad de las autoridades locales.

            Y me temo que el munícipe electo, Humberto de los Santos Bertruy, no va a poder con el paquete; ojalá y falle mí pesimista pronóstico, pero este señor no tiene nada de brillante, aunque eso sí, muchísima suerte, pues ganó literalmente tirado en la hamaca, gracias al efecto “Peje”, entre otros factores políticos que influyeron en su inesperado triunfo.

            Salvo pruebas en contra, el desempeño del ex priista, ex “amigo” y ex “hermano” de Evaristo Hernández Cruz como funcionario público durante las administraciones emanadas del tricolor, en el gobierno estatal y en la propia comuna “centreca”, puede calificarse de gris.        

            Quizás por eso su legítima e indiscutible victoria no ha levantado en la población las expectativas sociales esperadas, pues conocedor de su innata mediocridad, los villahermosinos no se hacen vanas ilusiones de que vayan a mejorar las cosas por aquí.

            Para acabarla de amolar lo rodean patanes e ineptos colaboradores que ansiosamente esperando entrar al edificio de Tabasco 2000 para clavarle los dientes al erario municipal, tal como lo hicieron en el trienio de Evaristo Hernández Cruz. Si no, al tiempo.

            Insisto: ¡ojalá y me equivoque!

           

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)

 

            “Todos los periodistas, no sólo los que hemos concluido esta maestría, de la que aún nos falta obtener el grado, nos encontramos ante la eventualidad histórica del cambio de gobierno en el Estado. En esta transición democrática se nos presenta el primer desafío: mirar hacia el interior de nosotros mismos, de la prensa, para advertir los trastornos, fortalezas y debilidades y poder así restablecer esa función de mediador y como dice nuestro maestro Raúl Omar Martínez: redefinir nuestra función como catalizador social, como espejo del acontecer, como vehículo del entendimiento, como disparador de cambios colectivos y búsquedas personales”.

            Así reflexionó y definió la licenciada en Diseño de la Comunicación Gráfica -egresada de la Universidad Autónama Metropolitana- Ana Livia Salinas González, durante la ceremonia de entrega de constancias en la maestría de Periodismo Político impartida por la Escuela de Periodismo Carlos E. Septién en Convenio General de Colaboración con la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).

            La maestría amplió nuestro campo de vista, hizo más vasto el horizonte, pero también confrontó nuestra práctica periodística con la de grandes profesionales de México y otras partes del mundo; con las nuevas tecnologías, con las necesidades que debería estar satisfaciendo en la sociedad, con el sentido social de la labor informativa, afirmó. “Nos hizo más consciente del papel que el periodismo juega actualmente. Estudiar esta maestría no nos llevó a descubrir o redescubrir una vocación, sino a recibir la asignación de esta misión”, resumió en uno de los conspicuos párrafos del emotivo y oportuno discurso que leyó.

            Ante sus compañeros de aulas -13 en total-, colegas, maestros, amigos, familiares y autoridades educativas, entre los que se encontraban el rector de la nuestra máxima casa de estudios, José Manuel Piña Gutiérrez, la alumna con el mejor promedio (ganado a pulso) en la maestría, Ana Livia Salinas González se preguntó: Por qué crear profesionistas aún más críticos. Respondiéndose rápidamente: “Podría ser porque su misión institucional la exhorta a contribuir de manera significativa con el desarrollo del país, especialmente con el de Tabasco. Y el periodismo es parte de ese proceso: comunica e interpreta, refleja el mundo para que lo veamos y nos orienta en la toma de decisiones. Es importante para la sociedad tabasqueña porque puede servir como contrapeso a los poderes y fungir como mediador social entre los ciudadanos y un gobierno que en muchos casos hace caso omiso de sus gobernados”, ponderó.

            “Esta  maestría quiere fortalecer este tipo de periodismo, uno que no haga concesiones con nadie y que esté sobrecargado de ética. Parte de la función académica de la UJAT es formar este tipo de profesionales y especialistas dispuestos a participar en la transformación y en el desarrollo social de Tabasco”, concluyó su magnífica intervención en el Instituto Juárez, no sin antes agradecer profundamente el respaldo y apoyo recibido de algunos amigos y hacer una brevísima alusión de cada uno de los que recibieron la constancia de maestrante.

            ¡Felicidades y enhorabuena!     

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