Armagedón
“Pero cuando veáis la abominación desoladora puesta donde no debe estar (el que lee, entienda)…”
Marco 13:14
IMSS: un panorama desolador…
Alfredo A. Calderón Cámara
Publicado en elimparcialdetabasco.com
Por circunstancias ajenas al periodismo fue necesario asistir al área de Urgencias del Hospital General de Zona No 46 para investigar del estado de salud de un derechohabiente internado en ese lugar; sin duda alguna, un espectáculo grotesco el observar las condiciones tan degradantes en que se encuentran los familiares de los pacientes internados en este nosocomio. El frente frío dejó a los ojos de todos los que estaban en ese lugar la insensibilidad de abandonar las necesidades de cientos de personas cuidando sus enfermos bajo cielo abierto, bajo una inclemente lluvia; si caro lector, decenas y cientos de hombres, mujeres, niños y ancianos fuera de toda protección ante las inclemencias del tiempo. A alguna de las autoridades de dicho hospital se le ocurrió cerrar el área de la sala de espera de Urgencias, donde esos cientos de personas de acuerdo al proyecto original por años esperaron las noticias de sus familiares.
Pero hay quienes alegan que todo se debe a las deplorables condiciones presupuestales en que se encuentra el Instituto Mexicano del Seguro Social es lo que obligó a romper todas las normas de urbanidad y lanzar a los familiares de sus pacientes a esperar bajo el sol y la lluvia según el tiempo; un sol con temperaturas de más de 40 grados en algunas ocasiones, niños y ancianos padeciendo mientras el área de la sala de espera de urgencias permanece vacía, si acaso con dos o tres pacientes esperando su turno para acceder a la atención médica. Y cuando cae la lluvia les va peor porque no tienen donde resguardarse. En pocas palabras, no existe la más mínima sensibilidad y responsabilidad social por parte de la Delegada Estatal Karla Lilia Pilgram Santos, quien debería ser entre sus prioridades proteger la salud no sólo de los pacientes sino brindar un poco de hospitalidad a los familiares de los derechohabientes.
Lo que debería ser el Hospital General de Zona No 46 como eje de salud y motor para impulsar el bienestar de la población que se encuentra inscrita con ellos, es todo lo contrario, maltrato y abuso por parte de los guardias de seguridad que tiene que no se detienen a pensar que la ciudadanía que llega no lo hace por gusto, sino por la imperiosa necesidad de buscar por todos los medios recuperar la salud de algunos de sus enfermos. Es evidente que mientras no existe presupuesto para darle los beneficios de devolver la sala de espera a los familiares de los derechohabientes enfermos, carretadas de dinero son dilapidadas en las lujosas residencias que son alquiladas a los ejecutivos de la Delegación Tabasco. Basta revisar algunas cifras y es impresionante lo que ha crecido la derechohabiencia del Seguro Social, pero con la misma infraestructura lo hace poco menos que insoportable en su atención.
Tabasco demanda una sociedad sana y quienes dependen del Seguro Social deberían formar parte de esa sociedad que ésta siendo bien atendida, pero con las deficiencias tan acentuadas que existen en el Hospital General de Zona No 46, es patético mirar las condiciones tan terroríficas en que son vejados los familiares de los pacientes en Urgencias y eso, como dijera Manuel Gurría: no se vale. El IMSS que debería ser un pilar fundamental en la encomiable función social de proporcionar auxilio al enfermo y al desvalido, a quienes necesitan una mano generosa para que puedan salir adelante, máxime que no son gratuitos los servicios, sino producto de los pagos de los patrones por miles y miles de pesos que sustentan servicios de excelencia, pero en lugar de esos Karla Pilgram Santos lo que entrega diariamente a los derechohabientes en el IMSS es un panorama desolador…
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