TABASCO POLÍTICO / José Luis Gutiérrez Gutiérrez / SIN NOVEDAD AL FRENTE MI GENERAL / Columna / Mar Sep 02

TABASCO POLÍTICO

José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco

SIN NOVEDAD AL FRENTE MI GENERAL

            No voy a escribir sobre el ineficiente e incompetente secretario de Seguridad Pública, Audomaro Martínez Zapata, ni menos del bueno para nada director de la Policía Estatal de Caminos (PEC), Sergio Guerra Pérez, si no de los resultados de la encuesta que ayer publicó conocido diario matutino.

            Titulé “SIN NOVEDAD AL FRENTE MI GENERAL” porque realmente la conclusión del estudio demoscópico no es ni ninguna novedad. En este mismo espacio he venido sosteniendo, desde el año pasado, que el edil de Centro, Humberto de los Santos Bertruy, es hasta ahora el peor de los alcaldes que ha tenido en los últimos años la capital tabasqueña, al grado tal, que su ex par José Antonio Compañ Abreu está muy por encima del ex priista, así qué imagínense la opinión que me he formado de él por su mal gobierno al frente de su pérdida administración.

            Opinión que por cierto, y por desgracia es compartida, no solo por la mayoría de los ciudadanos tabasqueños, y avecindados aquí, sino por los paisanos que aprovechando la temporada vacacional vinieron a Villahermosa a visitar a sus familiares, amigos o por alguna otra razón desconocida, y que atestiguaron el desastre de la antigua Villa-hermosa. Por ello no me causa ninguna sorpresa el resultado publicado a ocho columnas.

            La percepción en su contra de los desgobernados no es gratuita, ni por cuestiones partidistas ni de fobias ni de colores, como vanamente tratan de hacer creer a sus cada vez menos seguidores, sino por la evidente incapacidad e imaginación para resolver los problemas que más azotan y dañan a la población de la capital tabasqueña.

            Es cierto que la mayoría de los problemas que aquejan a los villahermosinos no son nuevos, pues en honor a la verdad, tienen años que están ahí, sin embargo, en los últimos meses se han agravado, complicado, me refiero concretamente a la recolección de basura, bacheo, agua, drenaje, alcantarillado, alumbrado público y desempleo, y sobre todo a la falta de oficio y sensibilidad política. Y desde luego la inseguridad pública que no está en sus manos resolverla, pues no está municipalizada como el agua mediante el Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), pero que es un asunto complejo que nos tiene harta y cansada.

            Lo que desde hace tiempo tiene en la lona a Humberto de los Santos Bertruy es su pésimo gobierno, así de claro y sencillo, para que darle tantas vueltas. A casi dos años de que concluya su trienio, la principal ciudad de Tabasco está literalmente en ruinas, destrozada, hecha pedazos, pues si bien es cierto que el Dragón ha carpeteado algunas de las avenidas más sensibles de Villahermosa, sus calles y caminos siguen estando hecho una porquería, hoyos y hundimientos por todos lados.

            El otro gran dolor cabeza de su desacertada administración, es la basura y el desabasto del agua por paradójico que suene. Todavía hay miles, aunque usted no lo crea, pero miles de paisanos a los que no les llega el vital líquido, y a otros de vez en cuando, o mejor dicho: de vez en vez.

            Lo que no hizo en estos casi dos años, ya no lo va a hacer en lo que resta de su anárquico gobierno, y no precisamente por el cambio climático, ni por las deudas que dejaron sus antecesores ni porque no puedan, sino porque el 2015 es un año eminentemente político, en el que va a estar dedicado -sobre todo si no se le hace la diputación plurinominal- a hacer ganar al candidato del PRD a la alcaldía, más aún, si en el PRI se queda a medio camino Evaristo Hernández Cruz.

            Humberto de los Santos Bertruy tiene motivos de sobra para no conciliar el sueño, pues está consciente de que dentro y fuera de las izquierdas lo quieren hacer papilla, a decir verdad, casi no le queda márgenes  políticas para negociar. El tiempo se le vino encima y no se dio cuenta.           

“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”

(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ) 

            La marcha que ayer partió a la ciudad de México de más de una centenas de trabajadores a los que los ayuntamientos de Nacajuca, Paraíso, Centla y Jonuta (léase: Pedro Landero López, Jorge Alberto Carrillo Jiménez, Ramón Hernández Sánchez y José Felipe Torres Arias) les deben dinero por haber salido los laudos laborales a su favor, no solo muestran la cerrazón e irresponsabilidad de sus indoctos presidentes municipales, sino el desdén con que asumen los fallos del tribunal de Conciliación y Arbitraje, más aún cuando éste hace como que la virgen les habla como es el descarado caso de su improvisado presidente Javier Vargas Ramón.

            No son los únicos primeros regidores que pasan por encima de las leyes, pues los ejemplos más emblemáticos de cómo sistemáticamente las conculcan son el mascupanense y el cardenense, Víctor Manuel González Valerio y Avenamar Pérez Acosta, respectivamente, quienes no acatan ninguna decisión judicial, así sea federal, como es el penoso caso del edil perredista de la bella “Macuca”, en el que no han sido reinstalados los regidores que fueron dados de baja.    

            Si en Tabasco realmente se respetara el Estado de Derecho, como tanto pregonan en sus discursos las autoridades de la presente administración, no tendría razón de ser la protesta de los que van rumbo a la metrópoli mexicana a pedir la intervención del presidente Enrique Peña Nieto y del propio Senado, pero como aquí como en muchas otras partes del país, se pasan las leyes por el arco del triunfo, hay que alzar la voz para poder ser escuchados y atendidos con justicia.

            De verdad, que es muy lamentable y patético lo que está ocurriendo en la entidad con tantos plantones, marchas, desempleos, asaltos, suicidios… pero gran parte de lo que está sucediendo se debe a la falta de profesionalismo de los funcionarios en los tres órdenes de gobierno, pero capitalmente de los servidores públicos estatales y municipales que siguen sin encontrarle la cuadratura al círculo.

            Quizás sea una de las sustanciales explicaciones del por qué el gobernador Arturo Núñez Jiménez no ha hecho los ajustes necesarios en su gabinete, pues viéndolo bien tendrá que remover a las tres cuartas partes del equipo que lo desacompaña en la tarea importante de gobernar. Si es así, pues tiene que meditarlo muy bien, ya que no se puede volver a equivocar. En fin.