(Publicado en el Semanario El Mensajero de Tabasco)
Redistritación y homologación
El asunto electoral y democrático en Tabasco, es hasta ahora una tarea pendiente y es muy probable que continúe después de la redistritación y la homologación de las elecciones.
La razón es muy sencilla, pasar de una ley electoral cuyo contenido ambiguo en algunos artículos, permite la inequidad y el derroche de recursos, es decir que en Tabasco las precampañas, si existen pero no existen porque la ley no las reglamenta.
En ese contexto es posible hacer campaña disimulada, desde el cargo público, donde es posible que el funcionario desatienda su responsabilidad, además haga un gran gasto en reuniones de apoyo, no sabiendo si es con recursos propios o de los contribuyentes.
Entonces todo queda a conveniencia del partido y gobierno en turno en la entidad, donde la autoridad electoral pareciera actuar a mandato expreso del ejecutivo. Tan solo un caso documentado es el de Humberto de los Santos Bertruy, donde gobierno estatal, PRI e instituto electoral confabularon, para evitar que fuera candidato en 2009.
Aunque sin haber comprobado el delito de campaña anticipada, la sanción se aplicó. Por estos días ahora la denuncia es contra Arturo Nuñez. Sin que se sancione a funcionarios estatales y municipales surgidos del revolucionario institucional, tal como ocurrió hasta hace poco con Humberto Mayans, que comandaba su precampaña desde la Secretaría de Gobierno.
Decíamos que pasar de este escenario al de la redistritación y la homologación, será todavía más complicado, porque por principio de cuentas ambos aspectos aunque son benéficos para la democracia y el progreso del estado; las adecuaciones están hechas a modo para que el PRI continúe beneficiándose. Pues el lema favorito de la perversión política es: lo que no está prohibido, está permitido.
Lamentablemente hay una nueva confabulación, entre el Congreso local, donde los legisladores todavía no concluyen con la redistritación y todo parece indicar que se irán hacia los plazos fatales, donde entonces sí, aprobaran todo al vapor sin reparar en las consecuencias de sus errores. Es decir que nuestros diputados hacen poco y si además lo hacen mal, pues a donde vamos a parar.
Si el congreso no concluye, el IEPCT entonces se justifica para no concluir la redistritación; pero la sospecha del retrazo huele a una estrategia de beneficio a favor de quienes se mantienen en el poder, con un sistema de cosas que por supuesto consideran no deberían cambiar.
En medio de todo, está el interés ciudadano, lo que debería ser privilegiado, es rezagado y menospreciado. Por ahora la redistritación y la homologación, son temas desconocidos y enredados para la mayoría de los tabasqueños.
Tal vez esa es la estrategia, dilatar, enredar, confundir, para desanimar y entonces sí, hacer cambios para que todo siga igual, pero que nadie diga que no hay voluntad democrática y de transformación para Tabasco.
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