(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
erwinmacario@hotmail.com
Centro histórico
Si cedemos en cosa de poca monta,
pronto nos obligarán a ceder en cosas
de importancia (…) En ciertas ocasiones,
la blandura es una auténtica fuente de graves
problemas. Mario Puzo / E l Padrino
En el centro histórico de Villahermosa, la zona remodelada o Zona Luz —así bautizada en concurso realizado por la periodista y locutora Hilda del Rosario de Gómez, QEPD— es tierra conquistada por los vendedores ambulantes, mejor dicho por líderes como Miguel Vera Hernández, que han hecho de esas calles de la capital tabasqueña su mejor negocio.
Negocio y política. Trabajo sucio en esta sucesión gubernamental. Miguel Vera está aprovechando las tareas que el Ayuntamiento realiza ahí con el fin de embellecer Villahermosa para provocar conflicto y atacar al alcalde Jesús Alí de la Torre. El puesto lo mueve la mano de Evaristo Hernández Cruz, socio protector del dirigente de los ambulantes. Detrás debe haber otras manos que mueven la cuna de la sucesión.
Miguel Vera se opone a que los 38 ambulantes afiliados a su organización sean reubicados en otro sitio del centro de la ciudad y así el centro histórico luzca como debe lucir el corazón comercial de una capital de estado.
Se le ha dado el poder para hacer esta presión. Llegó, procedente de Puebla, con una mano atrás y otra delante. Pero, representando a vendedores ambulantes de fuera, el PRI y Evaristo Hernández Cruz le hicieron regidor del Ayuntamiento de Centro.
Su paso por el Ayuntamiento de Centro, piensa, le dio honorabilidad y respeto, que ahora defiende contra quienes en los medios informativos le señalan su corrupción. En una carta aclaratoria enviada al vespertino Diario de la Tarde, Miguel Vera Hernández no sólo exige el derecho de réplica —que el director del medio, José Antonio Calcáneo Collado, le concede al publicarle su misiva—sino que demandar. Dos castigos para el medio.
Porque algunos periodistas le han dicho “el mañoso poblano Miguel Vera”, éste se queja que esas “aseveraciones peyorativas” le buscan causar “deshonra y descrédito”, afectando su “reputación”.
Vea usted, querido lector, si se deshonra o desacredita a un sujeto que en otra ciudad fuera un don nadie, pero en Tabasco tenemos arraigado el malinchismo, y dejamos que los de fuera no sólo se apoderen de las calles sino que a falta de títulos de nobleza adquieran rango social al través de la política:
Miguel Vera no está defendiendo a los ambulantes que explota con tres mil pesos mensuales, principalmente a los dulceros que son en realidad una plaga, sino que protege a su numerosa familia apoderada de la Zona Luz: una hermana, Luisa, y un hijo, Moisés Vera, ubicados frente a la Parisina (Los portales de Madero fueron el primer territorio conquistado por Miguel Vera); y los sobrinos: Lupita Vera, con venta de golosinas en “B Hermanos”; Carlos Vera, venta de relojes en Plaza de la Tecnología; Gerardo Vera, accesorios para celulares, por Modatela, en donde está también un puesto de Carmita, esposa de uno de sus sobrinos y vende refrescos su sobrino Enrique Vera. Un esposo de una sobrina, de nombre Rafael, también forma parte de la mafia que se ha apoderado de la Zona Remodelada, vende mochilas en la calle Reforma.
Pero como no tiene familia suficiente, Miguel Vera tiene cinco dulceros frente a Modatela, en Juárez frente a Del Sol; Madero, por el hotel Olmeca: en Reforma y Juárez; y en Lerdo por el banco HSBC. A cada dulcero les cobra tres mil pesos mensuales.
Tal vez pida pruebas, que las autoridades pueden averiguar, si quieren. Si desean actuar con la mano firme del alcalde Nelson Pérez, que limpió el parque central, dándole prestancia a Cárdenas.
Pero Miguel Vera, que se queja de ser calumniado,se atreve a acusar, en la carta enviada a Calcáneo, que el subcoordinador Rubén Moscoso Pintado cobra cuotas “a la mano” a indígenas de la sierra de Zongolica, Veracruz. ¡Esos mismos que hicieron que Evaristo lo ayudara para hacerlo regidor!
Se atreve señalar que cien indígenas son extorsionados por ese servidor público municipal con una cuota mensual de 5 mil pesos.
Miguel Vera no tiene porque preocuparse. Demasiado ganó como regidor del ayuntamiento de Evaristo Hernández Cruz. Haga usted, sorprendido lector, sus cuentas: el primer año tuvo un sueldo mensual de 47 mil 758 pesos 50 centavos, más una compensación, también mensual, de 15 mil 199 pesos 12 centavos y un aguinaldo de 139 mil 781 pesos 98 centavos. Es decir ese primer año recibió de las arcas del municipio nos 880 mil pesos, que se incrementaron en los dos años siguientes.
Más el crecimiento de su negocio en explotar a los ambulantes y ayudar a su pequeña familia, hermanos, sobrinos y parejas de éstos.
Por eso exige que se le respete, que no se le diga “el mañoso poblano”, aseveraciones “peyorativas” que buscan causarle “deshonra y descrédito”, afectando “su reputación”.
Esto independientemente que le esté sirviendo a intereses políticos de quien lo hizo regidor.
LADO CLARO
En la zona remodelada de Villahermosa sólo se tiene que imponer el bien común de los tabasqueños y quitarle el ambulantaje que la mantiene como un feo y desordenado mercado de pueblo.
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