CARTA ABIERTA
Granier: fui un preso político
Jorge Núñez
Una política que fuera muy cercana a Arturo Núñez Jiménez cuenta cómo fue que el exgobernador pidió la cabeza de Andrés Granier. Un Andrés Granier que acaba de recuperar su libertad tras ser absuelto del delito de peculado.
La escena habría sucedido en Los Pinos, allá en los inicios de 2013. El presidente Enrique Peña Nieto había comentado a algunos barones del PRI lo acontecido en su despacho, en una plática con el gobernador de Tabasco.
Para sorpresa del mexiquense, Núñez no fue a pedirle inversiones para el estado. Tampoco un favor presidencial. Ni que cumpliera sus promesas de campaña para la entidad.
Según esta leyenda, y para su sorpresa, el perredista pidió la cabeza del químico Andrés Granier Melo. Había una razón de peso que el presidente no pudo combatir: había fundadas sospechas de un desfalcado monumental a las finanzas del estado. El resto es historia conocida: el Químico pasó seis años en prisión.
Los priistas siempre han sostenido la tesis de que Granier y sus colaboradores fueron chivos expiatorios. Que se les sacrificó para darle impulso al nuevo régimen perredista que había dado paso al primer Gobierno de oposición en Tabasco. Tras 83 años de hegemonía tricolor.
Lo más extraño, sin embargo, no es que al Químico y a varios de sus colaboradores se les encarcelara por corrupción. Es posible que hubiera pruebas de mucho peso para apoyar ese juicio. Después de todo, Granier y su hijo Fabián habían abonado mucho a esa percepción.
Lo contradictorio, en todo caso, radica en lo político y no en lo judicial. Porque en su momento se comentó que el Químico apoyó, tras bambalinas, la candidatura de Núñez en detrimento del candidato de su partido, Jesús Alí de la Torre.
Así, Granier le cobraba al CEN del PRI la afrenta de que su delfín Luís Felipe Graham no fuera el abanderado a la gubernatura.
En el entendido de que había un pacto entre Granier y Núñez, la gran pregunta es: qué le llevó a este último a irrespetar ese acuerdo no escrito. Nadie lo sabe con certeza.
Lo que se sabe, en todo caso, es que Granier ha reivindicado su figura. Ha recuperado su libertad por la vía política, como política fue su detención.
Es posible que poco a poco recobre su presencia en la escena pública tabasqueña. Porque queda libre en medio de la simpatía ciudadana.
Estos son lujos que Arturo Núñez no puede permitirse. Al menos por ahora.
: CRECE PRESIÓN
Claudia Ruiz Massieu empieza a entender la urgencia de dar paso al cambio de la dirigencia del partido en Tabasco.
El diputado Gerald Washington ha pedido al CEN el envío de un delegado nacional, para iniciar el proceso de relevo del presidente provisional Pedro Gutiérrez.
Fuentes del CEN han dicho que Arely Madrid Tovilla llegará de un momento a otro a organizar el relevo. Dicen que la exsenadora chiapaneca tiene el carácter requerido para ello. De hecho, mucho carácter. Justo lo que el PRI tabasqueño necesita en estos tiempos.
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