Atracos “crecen en grande”
Sucursal farmacéutica fue visitada por “amantes de lo ajeno” por segunda vez en menos de 24 horas / Policía Municipal y AEI, incompetentes en el combate al crimen organizado
La farmacia Yza de la colonia Fátima se convirtió en un cajero automático para los amantes de lo ajeno, por segunda ocasión en menos de 24 horas fue asaltada por un par de sujetos a bordo de una motocicleta logrando un botín superior a los dos mil pesos.
El hecho se registró en la madrugada de ayer alrededor de las 02:15 horas cuando los empleados de la farmacia ubicada sobre la avenida Juárez, esquina con calle 35 de la colonia Fátima se encontraban laborando como normalmente lo hacen.
Cuando un par de sujetos ingresaron con violencia amenazando a los empleados con cuchillo en mano, amagándolos y pidiendo el dinero disponible en la caja registradora los más pronto posible.
Debido a las amenazas los empleados decidieron evitar una confrontación con los delincuentes entregándoles la cantidad de dos mil pesos en efectivo para evitar que fueran heridos.
Al tener el dinero en sus manos, los sujetos procedieron a salir, no sin antes tomar varias cajetillas de cigarros y productos internos del comercio para huir a bordo de la motocicleta en la cual llegaron, logrando huir del sitio sin ser detenidos.
Los trabajadores rápidamente llamaron al número de emergencias del 911 pidiendo una patrulla ya que los acababan de asaltar al interior del comercio con arma blanca.
Elementos de la Policía Municipal se hicieron presentes en el lugar, quienes confirmaron los hechos y acordonaron el área para darle parte al Ministerio Público de la Isla, mientras realizaban recorridos por la zona los cuales no dieron ningún resultado positivo.
Minutos más tarde arribaron funcionarios de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), quienes realizaron el peritaje correspondiente y observaron las cámaras de videovigilancia para obtener más información sobre los presuntos delincuentes.
Procedieron retirar la cinta de acordonamiento para que pudieran seguir laborando los empleados, mientras los agentes abrían una carpeta de investigación para tratar de dar con los responsables.
(Texto y fotos: Brayan Zavala)
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