José Luis Gutiérrez Gutiérrez
jlggutierrez@hotmail.com
Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco
IMPOSTERGABLE SU RENUNCIA
Cuando a finales de diciembre, 31 para ser exactos, se dio a conocer los nombres de quienes integrarían el gabinete “nuñista”, a la mayoría de ellos se les dio el beneficio de la duda, solo algunos contaron con el beneplácito del grueso de la clase política tabasqueña, entre ellos el del secretario de Gobierno César Raúl Ojeda Zubieta, solo el del general Audomaro Martínez Zapata fue severamente cuestionado, pues entonces se dijo que su perfil no era el idóneo para dirigir la secretaría de Seguridad Pública.
A la larga la mayoría, salvo sus contadísimas excepciones, resultó un fiasco. Quedaron, y siguen debiendo muchísimo como son los sonadísimos casos del General y del propio encargado de la política interna, sin omitir por ser de los peores a los fracasados de Rodolfo Lara Lagunes y Francisco Filigrana Castro.
Estos cuatro funcionarios, más que ningún otro, son los directamente responsables y culpables del desprestigio no solo de las instituciones que dirigen con una proverbial incompetencia e indolencia, sino del aceleradísimo deterioro de la imagen y credibilidad del gobernador Arturo Núñez Jiménez y de los partidos políticos que lo llevaron al poder, principalmente el PRD.
El que más ha coadyuvado a la penosa y lastimosa situación crítica por la que están atravesando desde el primer año del mandato constitucional, es sin lugar a dudas, Audomaro Martínez Zapata, al grado tal, que es de los servidores públicos que está siendo severamente cuestionado dentro y fuera del gobierno junto con César Raúl Ojeda Zubieta.
La razón es muy simple y sencilla: es a dos años y casi tres meses de estar al frente de la dependencia policiaca no ha podido contener a la delincuencia en ninguna de sus vertientes. El incremento exponencial de los delitos del fuero común y federal es contundente, no dejan lugar a dudas, son estadísticamente irrebatibles.
Así como las cotidianas manifestaciones, marchas, plantones, huelgas…reflejan en su exacta dimensión la falta de profesionalismo político del bueno para nada del secretario de Gobierno, la desatada e imparable delincuencia desnudan la puntual ineficacia e ineficiencia del General.
Hasta sus aliados políticos están de acuerdo, por debajo de la mesa, en que la permanencia de Audomaro Martínez Zapata es impostergable, insostenible, pues el daño político y social que ha provocado es real, irreversible. Seguirlo sosteniendo a chaleco, sostienen, es realmente temerario, suicida…una locura.
Si dentro del gabinete están “sigilosamente” pidiéndole su renuncia, afuera se ha convertido en una demanda generalizada. Ahora sí, que parafraseando al ex tinto y extraordinario novelista colombiano Gabriel García Márquez, el General está solo. Peinado y con raya en medio, como se dice coloquialmente.
No se dio cuenta, o mejor dicho no quiso aceptar, que su ciclo en la secretaría había terminado. Cuando salga va a tener que salir por la puerta de atrás, pues por delante fue clausurada por la ciudadanía.
“SQUOD SCRIPSI, SCRIPSI”
(LO ESCRITO, ESCRITO ESTÁ)
El patético zafarrancho de ayer, durante un evento gubernamental oficial, con motivo de los Programas de Concurrencia con Entidades Federativas, en el que estaban autoridades federal, estatal y municipal, es una muestra más de la falta de la falta de oficio y sensibilidad política de César Raúl Ojeda Zubieta.
Exponer al gobernador Arturo Núñez Jiménez de la manera en que lo hicieron en la Plaza de la Revolución, fue una deliberada provocación del secretario de Gobierno hacia las mujeres mascupanenses del Movimiento “México Despierta”, quienes desde anteayer se encontraban en plantón permanente en la entrada del Centro administrativo de Tabasco 2000.
La presencia del mandatario en el evento iba por obvias y sobradas razones que las féminas buscarán entrevistarse con él, tal y como sucedió, pues la oportunidad era única. Hay que recordar que entre las demandas se encuentra la petición de una audiencia con el dignatario tabasqueño.
El posterior desalojo y represión de nuestros “heroicos” y “valientes” policías en contra de ellas, es también consecuencia de la impotencia e incompetencia de César Raúl Ojeda Zubieta (Para eso sí se la pintan solo las huestes del General, pero para combatir a la delincuencia se hacen pen…).
Si el dignatario tabasqueño contara con estrategas y operadores políticos eficaces, nada de lo ocurrido hace menos de 24 horas ni de lo sucedido en el plano social y político en los anteriores meses, habría acontecido.
Con un buen encargado de la política interna, muchísimos de los problemas que han reventado se hubieran podido evitar. Está súper comprobado que el ex malogrado candidato gubernamental también debió haber tirado la toalla desde finales de 2012, cuando el movimiento magisterial se les salió de las manos.
Dejo ir esa brillante y magnífica oportunidad que hubiera salvado el poquísimo prestigio que entonces todavía tenía. Hoy es demasiado tarde, se quede o se vaya, da igual, pues ya pasó a la historia como el peor de todos los que han pasado por ahí, incluyendo a José Manuel Tellaeche Bosch. Así qué ya se pueden imaginar la clase de funcionario que ha resultado.
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